FYI.

This story is over 5 years old.

Música

Macario: el pop venido a más

Ritmo y melancolía, características esenciales en el trabajo de uno de los productores de música electrónica más importantes de México.

En la familia de Macario (Mauricio Urbina), siempre han disfrutado de reunirse a escuchar música. Así, sin más… Sentados todos en torno a ver transcurrir el tiempo en forma de sonidos. Además, en su árbol genealógico hay un tío saxofonista, un primo dj –que grababa cassettes a Mauricio cuando tenía 8 años—, su mamá alguna vez tuvo un órgano Hammond y su hermano, desde hace casi una década, produce música electrónica que firma como Cubenx.

Publicidad

En ese contexto, a Mauricio siempre le llamó la atención la música, tanto, que admite no poder citar un momento específico en el que haya nacido un interés musical consciente.

–Creo que me gustaba lo cantado –cuenta en entrevista a unos días de su paso por Mutek.mx este miércoles 22 como parte de Play, los showcases de proyectos nacionales—, la música que fuera: indie, ochentas, pop, cumbias, rock… Lo que fuera. Me gustaba subirme al carro a escuchar música, con el coche en la cochera; le pedía permiso a mi mamá.

Y su gusto por la electrónica nació desde la primera vez que escuchó a Gus Gus, The Orb o “Lifeforms”, de The Future Sound Of London. Los discos de todos ellos lo dejaron maravillado.

La música que hoy crea como Macario se ha visto influida lo mismo por aquellos gustos tempranos que por el hip-hop, el soul, el techno y los atardeceres de Puerto Vallarta, donde vivió por un buen tiempo. Con todas esas influencias, sumadas a aquel gusto inicial por la música que incluía voces, ha creado un pop sofisticado y nocturnal que este año ha asomado en Topure, su segundo material publicado y recientemente remixeado por Scan Mode, Schez, Cubenx y Fonobisa.

Y si la melancolía impregna melódicamente sus materiales, también lo hace el ritmo, uno que ha cultivado desde muy joven, cuando la batería lo acercó al mundo de la creación y la producción.

Empezó tocando la batería en un grupo de cóvers que formó con otros amigos cuando tenía 14 años. Pero después conoció el Fruity Loops, más tarde el Reason… Y ahí comenzó con la producción musical.

Publicidad

Macario creció escuchando y cantando canciones, sin importar si eran norteñas, pop, alternativa o electrónica, y quiso que eso influyera en Topure (como se le dice a la tierra fértil en Michoacán, donde nació Mauricio), donde se propuso experimentar con hacer canciones, con hacer pop. Por ello le veremos hacer cosas con la voz como parte de su set para Mutek de este año, que ha pulido durante meses. Cuando alude al pop para referirse a su propia música, aclara que se está refiriendo al pop tipo Talking Heads, Marvin Gaye, Depeche Mode, Cocteau Twins… “Creo que es una mezcla de todos esos tracks que escuchaba de chico y hubiera querido tocar”.

NOISEY: ¿Qué te atrajo de la música, primero como escucha y luego como creador?

Macario: Justo le contaba a Marya –la chica del video de “Post-Feelings”– que la belleza de la música está en lo que te transmite y te hace sentir, pero que no es algo palpable físicamente, como una pintura, una foto, o incluso el cine. La música tiene la peculiaridad de estar ahí sin que la puedas ver, pero puedes sentirla tremendamente. Me imagino que sueno muy pacheco o quizás hippie, pero eso lo aprendí en la radio, mi jefe me decía que era lo bello de la radio, lo efímero, pero a la vez trascendente, es un momento que esta pasando justo cuando lo escuchas o lo ejecutas, después ya fue… es muy íntima la música.

He leído que Macario, tu nickname, nace en un contexto peculiar. Cuéntame cómo fue.

Publicidad

Viene de un programa de radio de hip hop, y quería hacer un personaje muy rudo –nada que ver con la música que hoy hago, ¡jajaja!—. En ese tiempo pasaron Macario en un festival de cine en Vallarta, y me gustaba mucho la idea de que, en la película, Macario vive muchas cosas sólo porque se quería comer un pollo el solo… Yo lo hubiera hecho. Y me gustaba la magia en el nombre por la relación con los cuentos de Juan Rulfo. El proyecto nació, y así comencé a tocar en fiestas y me comencé a identificar, hasta que lo adopté. Cuando comencé a producir, pensé en muchos nombres, pero me gustaba ya esa onda de Macario, y me decidí conservarlo. Es un nombre difícil. Hay muchos Macarios en la música, en rock, y no sé qué otros géneros.

¿Cómo creas tus letras? ¿Qué te inspira al escribirlas?

El momento y según como me sienta. Siempre hablan de algo que me pasó o me está pasando. ”Crank” habla de la relación un poco distante y desgastada que tengo con mi padre; “Low Expectations”, de un trabajo muy gacho de telefonía que me tenía bien depre, ¡jajaja! “Sunbathe”, literal, tenía ganas de hablar de mi vida en Vallarta en un buen domingo. Y claro, no se escapan las rolas dedicadas al feeling femenino.

¿Cómo te involucras con Static? ¿Y por qué decides que sería el entorno ideal para publicar tus materiales?

A Static lo conocí por mi hermano, pero curiosamente, tiempo después, me di cuenta de que mi primer contacto con Ejival y con Fax había sido a través de un amigo que me paso dos compilaciones de Nimbostatic, que me encantaban. Hasta mucho después supe que eran ellos mismos. Después tuve la oportunidad de ir al FIB en España, y ese año tocaron ellos ahí. Un día, mi hermano me dijo que les mandara tracks, y fue cuando se armó My Own. Para mí, Static es ideal; esa onda de que no hay géneros, sino sellos personales… Creo que Ejival se ha dedicado a escoger a músicos que tengan un sonido propio, sin importar el género. Si ves el catálogo, es impresionante la diversidad que hay.

Publicidad

¿Qué buscabas explorar en Topure?

Quería ver si podía producir algo no tan oscuro como My Own, y con oscuro me refiero a la intención y el mood.

Ahora cuéntame un poco sobre los remixes a Topure. ¿Qué opinas que dieron cada uno de ellos a los tracks que remixearon?

De Cubenx me gusta mucho su sonido. Creo que toda la onda del sonido y la producción la he aprendido de él; en su remix llevó a “Post-Feelings” a un terreno más intenso, más dramático. Está enorme ese remix. Schez es un compadre al que conozco hace poco, pero con el que he desarrollado una amistad muy buena. Lo conocí por el remix, de hecho, y se me hace que tiene muy fina producción, es muy elegante en su sonido; creo que su remix es como una pequeña obra de teatro. Tremendo. A Fonobisa lo conocí en Guadalajara, creo que es un músico geek nato; su música no te deja de sorprender; de repente, escuchas algo superquebrado y con mucho bajo, y otras veces escuchas unas melodías increíbles, y exactamente eso le hizo al track, un supertrack. A Scan Mode no lo conozco en persona, pero platicamos mucho en Facebook; nos caímos muy bien y platicamos de hacer el remix y se prendió, lo hizo en dos días. Me gusta su remix, es el lado más club, lo bailable que no pude imprimirle yo al track.

Me parece que de los productores reunidos en torno a Static eres el de inclinaciones más pop. Cuéntame de qué se nutre esa sensibilidad pop.

Creo que el pop juega con emociones, buenas, malas o neutras. No me gusta mucho a veces decir pop, porque piensan que eres mainstream. Cuando comienzas a ver la música en cuestión técnica, te das cuenta de que una fórmula sencilla puede tener una respuesta muy compleja. O sea, hay canciones sencillas donde lo complejo quizás no es la composición, sino tener la idea y llevarla a cabo hasta que sea eso que quieres. No sé… Pienso en “West End Girls”, de Pet Shop Boys… Es un track tremendo. No es la gran composición o estructura. Para mí es la idea de escoger el buen sinte, una letra, y frasear y comenzar a construir algo… Es la creatividad. No nada más me gusta el pop, escucho todo lo que pueda: experimental, clásica, ambiental, repetitiva, etcétera. Pero creo que a veces el pop, por ser pop, ha venido a menos; el buen pop, porque hay cada cosa…

¿Cómo ha sido tu relación con Mutek como escucha?

A Mutek lo conocí en Guadalajara hace ya creo que 11 años, recuerdo que fue en varias fotos, estaban Akufen, Apparat, Pier Bucci, Noze, Deadbeat, entre otros. Conocía a los organizadores de entonces por la radio. Después de eso, siempre estaba al pendiente de lo que pasaba, y tuve la oportunidad de asistir al DF varias veces a los conciertos. Para mí, Mutek es como palabra mayor en cuanto a escena electrónica de México. Si ves lo que presentan cada año, y luego ves los carteles de otros festivales similares en España, Canadá, Reino Unido o Alemania, no hay diferencia en los actos, es decir, están al nivel. Aparte, es un gran acierto tener esa puerta abierta a lo que pasa en México. ¡Y espero que pronto traigan a Koze!

@peach_melba