Lo que aprendí del Corona Capital 2015

Estar en un lugar rodeado de más de cien mil personas tiene que dejarte algún tipo de enseñanza, sobre todo si partimos de la premisa divina de que "todos somos únicos e inigualables". Tanta gente en un mismo lugar, siendo tan distintos uno del otro, pero todos reunidos ahí con el mismo fin, desata un ambiente de jungla en donde puedes encontrar desde el vato más rifado que va haber su grupo de música favorita en silla de ruedas o unas conejitas vestidas estilo Playboy, hasta la (espero) nueva tendencia en cabello teñido de diferentes colores. Y es que estar dentro de todo a esa locura, definitivamente implica aprendizaje. Así que después de dar algunas vueltas durante el festival, observar mi alrededor, conversar con algunas personas, bailar hasta la muerte y destrozar mi cuerpo al máximo, hoy, muerta y nostálgica, hice algunas reflexiones sobre lo que aprendí de la sexta edición del Corona Capital.

¿Cuántas veces habías venido antes?
Alberto (25 años): Ya varias, pero esta es la primera vez en silla de ruedas.

¿Qué te pasó?
Me caí de una moto. La verdad es que llevo ya un rato en recuperación y estaba aburrido de estar encerrado; necesitaba salir y la verdad es que la música me gusta mucho, por eso vine. Mis amigos me invitaron y dije, "A huevo, seguro voy".

¿Estuviste aquí el sábado?
No, sólo vine hoy [domingo].

Y hasta ahorita qué tal, ¿crees que el espacio está adaptado para que andes en silla de ruedas?
Pues acá en la pista sí, está chingona, pero todavía no voy a los escenarios que están por el área de pasto. Además no sé si vaya alcanzar a ver bien cuando haya más gente, pero no importa.

¿Entonces crees que, a pesar de estar en medio de una recuperación, vale la pena venir en silla de ruedas?
¡Claro! A mí la música me encanta, es de las cosas que más me apasionan, no podía dejar pasar la oportunidad de venir. Igual creo que no importan las dificultades cuando estás haciendo lo que te gusta.

¿A qué hora llegaste aquí?
Imelda: A las 6 de la mañana. La verdad es que estos dos días de festival apenas y duermo; yo creo que a lo mucho una hora de sueño por día. Sí es bastante cansado. Imagínate, salgo de aquí como a las cuatro de la mañana y luego tengo que regresar, entramos entre 6 y 6:30 am. ¿Cuántas chelas aproximadamente vendes por día?
¿Yo sola? Como 300 al día.

Cargar la charola de las chelas parece algo bastante cansado, ¿te duelen los brazos después del evento?
Sí, el dolor me dura como tres días, la verdad es que sí se cansa uno, sobre todo porque hay que subir y bajar la charola muchas veces.

¿Por qué te gusta entrarle a este desmadre?
Pues la verdad es que la paso muy bien y gano bastante. Además hay muchos jóvenes y eso me late.

¡Hey!
¡Heeeeeeeeeeeeeeeey! ¡Heeeeeeeeeeyyyy!

Oigan, ¿por qué vienen disfrazados de navidad?
¡PORQUE YA ES NAVIDAAAAAD!

¡FEEEEELIIIZ NAVIDAAAAD! ¡FEEEEELIIIZ NAVIDAAAAD! ¡FEEEEELIIIZ NAVIDAAAAD! ¡FEEEEELIIIZ NAVIDAAAAD!

Ok, gracias.

¡Hola chicas!
Holaaa.

Sus disfraces están chéveres, ¿por qué decidieron usarlos hoy?
Pues nada más, todos los años usamos un disfraz diferente para venir.

¿Las tres siempre se disfrazan de lo mismo?
Sí, es algo que hacemos entre amigas. Nos gusta, una tradición, podría decirse. ¿A cuántas ediciones del Corona Capital han venido?
A muchas.

Oigan, y cuando les dé frío…
Para eso traemos las botas.

¿Puedo tomarle una foto a tu playera?
¡Sí! ¡Claro!

Me gustó la frase…
Sí, la verdad, aplica.

Pues… sí.

¿Se acuerdan de esa época en donde la gente enloqueció con esa moda del cabello azul? Imaginen si esa tendencia (que ya está desapareciendo, gracias al cielo) fuera remplazada por cabellos que simulan fuego. Ver a miles de cabelleras así en un festival sería (literalmente) ponerlo en fuego.

Desde que Los Libertines sacaron su primer álbum debut Up The Bracket, chalecos como el que está aquí empezaron a estar de moda. Estaba bien usarlos, porque la cosa era sensación y la gente le gusta estar en onda. Pero eso fue hace más de DIEZ años. Y aquí hay de dos: o esa tendencia de vestirse como soldado británico regreso, o el terrible legado de los Libertines nunca morirá.

#CC15 #LosLibertinos ♡

A photo posted by Lesther Ulises (@lesther_ulises) on Nov 23, 2015 at 9:30am PST

Estos no son mis pies, son los de Lesther Ulises, pero lo puse aquí porque el tipo tiene un punto. Mis pies están igual de destruidos. Hasta pensé en cortármelos, así de feo estaba el dolor. Pero me supongo que todos los que fueron los dos días de festival y bailaron hasta la muerte, siguen en la misma situación.