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Música

“No veo que esto baje a menos que me de cáncer”: Una noche con LNG/SHT

LNG/SHT no tiene casa de tanto que está tocando alrededor de la República, y la salida de su muy anunciado EP ‘Les juro que sí llego’ probablemente empeore las cosas. Pero él es feliz.

Foto por Wacho Espinosa, tomada del Facebook de Lng/Sht

En el Caradura ya no cabe ni un alfiler. Chingadazo de Kung Fu acaba de tocar y en una hora Tungas hará lo propio. Pero a decir verdad, es notorio que mucha de la asistencia vino para ver a Lng/Sht, quien ahora mismo la rompe en el escenario, esta vez en compañía de sus camaradas Cimio Paredes y Wachadafunk.

Debido a que se presenta aquí, allá y prácticamente en cualquier parte de la República Mexicana con una constancia vertiginosa, no es secreto que su popularidad va en aumento. Quizá sea ironía, pero el caribeño radicado en DF comenta que se ha quedado sin casa.

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–“Es algo bien raro, porque desde febrero estaba rentando un cuarto en casa de una amiga y a mi amiga se le acabó el contrato y se mudó, y fue como “sorry por el momento”. Acabo de pasarme a casa de mi morra. En teoría vivo acá, es mi domicilio para recibir correspondencia, pero nunca estamos; ahorita nos fuimos cinco semanas al Tour Nómada; antes tenía yo dos semanas de tour, entonces me aventé siete semanas sin estar en el DF. Durante ese tiempo me vine un fin de semana, me trajo Red Bull a hostear una batalla de gallos, y mañana me voy a Tabasco y hago una gira por el sureste y regreso para el 9 de octubre, y de aquí hasta el 15 de diciembre mínimo ya tenemos dos shows cada semana.”

–“Pero esto es lo que querías, ¿no?”, le pregunto.

–“Claro. Claro. Soy la persona más feliz del mundo. Obviamente el ser humano siempre aspira un poquito a más. Hace rato veía que le hacían una entrevista a Louis C.K., el comediante, y decía que había una época de su vida en la que se estaba metiendo no sé si quinientos dólares haciendo varios showcitos y decía: “la neta, si nunca soy famoso, me vale verga porque estoy haciendo lo que quiero y me está yendo bien”. Yo creo que acá todavía está muy pequeño el proyecto para nuestras fantasías rollingstoneras, pero crecimos en el punk y nos gusta el punk. Y si podemos ser un poquito más grandes de lo que somos ahorita, yo creo que estaría increíble. Si no, pues disfrutarlo el tiempo que tenga que durar. La neta, no veo que esto baje a menos que me dé cáncer o algo así. La neta está bien verga y soy bien feliz. Yo quiero seguir tocando y me gustaría que más gente escuchara el proyecto y llegar a públicos diferentes; pero si esto va para los mismos cien pelados siempre, yo encantado.”

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Y encantado se muestra atendiendo al público en el área de recepción del lugar, donde bien lo buscan para comprar sus playeras, se toman fotos con él y le hacen conversaciones de todo tipo; hasta un chico que no ha de pasar de 20 le pregunta si algún día se reunirá con los integrantes de su primerísimo proyecto de punk, Niños Feos(¡¡!!).

Sin embargo, el quintanarroense aún tiene una deuda con su público. Y es que aún no ha lanzado su largamente anticipado EP Les juro que sí llego, del cual incluso ya dio un show de presentación durante el primer semestre del año.

–“El EP está terminado desde… mi parte… desde febrero o marzo de este año. Hicimos una presentación porque en aquél momento ingenuamente pensamos que ya iba a estar listo el disco ese día. Pero el gran problema de trabajar con colaboradores –que también son músicos independientes, con sus propios proyectos y sus propios trabajos y sus propias rutinas— es que muchas veces les dices: “el deadline es febrero” y te lo entregan en noviembre de ese mismo año. Entonces, en teoría ya está todo, ya compilamos. Ahora que me voy a Cancún, voy a ver a mi amigo Max, que me ayuda con los beats y la producción. Vamos a darle una masterizada al disco y va a ser el primer material que saquemos oficialmente en físico. Y no porque yo quiera, güey, a mí me caga el CD, pero la banda quiere su parafernalia, así que nosotros queremos su dinero…” – y mientras dice esto, no escatima en una sonrisa de orgullo por lo bien que le va.

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Cuando se le pregunta sobre las circunstancias con que aparecen ambos trabajos (hay que recordar que Youth apareció en la red como una compilación de temas sueltos, compuestos y grabados durante todo el tiempo de vida que tuvo el proyecto en el subterráneo), Long Shot admite todos los contrastes.

–“A mí en lo personal… el Youth fue acogido por la gente de una manera más positiva de lo que yo me hubiera esperado… pero lo oigo y, salvo contadas canciones, yo lo odio. Que creo que es muy común y válido para cualquier persona que se dedique a hacer cualquier cosa, odiar su trabajo previo; este disco [Les juro que sí llego] me gusta más; tal vez la manera en la que fluyo. Tal vez para los raperos todavía soy un pobre pendejo sin flow ni métricas, tal vez güeyes menos puristas ya digan: ‘OK, ya te veo más rapero que antes.’”

–“Siento que el EP es un disco definitivamente más apresurado, porque con el otro no tuve nunca una agenda para sacar algo, ya que escribía las letras por el gusto de hacerlo, y ahorita fue como: “quiero sacar un EP para comprarme tiempo y poder estar de tour sin tener que esforzarme en hacer un larga duración”. Ahorita ya quiero hacer un larga duración y justo el plan ha salido a la perfección, porque puedo seguir toureando, soltando una rolita cada dos meses y la gente ya las canta, güey. Es algo con lo que al principio estaba muy escéptico, porque había mucho fan del disco anterior que no le estaba gustando mucho lo nuevo, había gente que… es muy chistoso… hay ciudades en las que me piden puro Youth y las nuevas ni las pelan, y hay ciudades donde me piden nada más la nuevas y del Youth no las conocen. Yo creo que habrá público para ambas y lo bueno es que no vamos a dejar de tocar unas por otras. No tenemos tantas canciones.”

Foto tomada del Facebook de Lng/Sht

Quizá sea la sobriedad, elección que tomó hace tres meses, quizá sea madurez de tomarse más en serio la salud, pero la espontaneidad este show de Long Shot en Caradura contrasta mucho con las reminiscencias de su última presentación en Colima hace poco más de un año, cuando se presentó en un callejón y quedó ebrio luego de haber bebido de un bidón con mezcal que pasó por las bocas de varios de los presentes durante su set aquélla vez. Aquí el asedio y la atención sobre su persona es constante.

De repente, un fan se acerca e interrumpe esta entrevista, y lo hace no con el afán de joder, sino para despedirse del músico, para pedirle que se cuide y para felicitarlo por su sobriedad, a lo que asiente con un “¡Hasta la muerte, carnal!”.