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Música

Le preguntamos a Autre Ne Veut si era gay

Considerado como un hijo no reconocido de Prince por su andrógino tono de voz, Arthur Ashin está próximo a visitar nuestro país para tocar en el Bahidorá.

Que Arthur Ashin haya decidido bautizarse como Autre Ne Veut lo confunde a primera vista con esos artistas que pareciera nos quieren echar en cara su licenciatura, maestría y hasta doctorado, convenciéndonos con denuedo que no pertenecen a la camada de musicuchos veinteañeros quienes antes de componer material interesante prefieren hacerse un corte de cabello indie (por ejemplo, alguna vez Paulina Rubio declaró que ella había cursado la licenciatura de Letras Hispánicas). Lo más cagado es que Arthur bien puede ocupar la portada de una revista de cortes de cabello de músicos alternativos de Brooklyn. Aunque no le gusta hablar de ello, la leyenda cuenta que el nombre de Autre Ne Veut hace referencia a la inscripción en francés sobre el ornamento de un vestido británico del siglo XV.

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Sin embargo, lo de Arthur Ashin no es una pose universitaria. En verdad tiene un título de maestría que presumirnos y que lo acredita como Maestro en Psicología. Y aunque proviene de ese caldo de cultivo sobrevalorado y cada vez más ingenuamente acartonado llamado Brooklyn, por mucho tiempo roomate de Daniel Lopatin (a.k.a Oneohtrix Point Never), su estilo sonoro es de una palpitación estimulante que no pretende descubrir el hilo negro del R&B y el góspel, el uk bass o el abstract trip-hop/hip-hop (los estilos que de algún modo definen el software de Anxiety, su aclamado álbum del 2013), pero tampoco se conforma con la complacencia adolescente del hit mediático y, por el otro lado, se resiste a caer en la tentación petulante del minimalismo mamón de los experimentos de su compa Lopatin (a veces me parece que Oneohtrix Point Never es como el Nieztche de la música, todos los citan pero nunca lo han leído, o escuchado). A Arthur no le da miedo ligarse al pop, pero tiene mucho cuidado en no convertirse en una Lorde pero con la Manzana de Adán.

Considerado como un hijo no reconocido de Prince por su andrógino tono de voz, Arthur Ashin está próximo a visitar nuestro país. Su nombre figura en los horarios estelares del cartel del Carnaval de Bahidorá, festival de evocaciones hippies que se llevará a cabo el 15 de Febrero en Las Estacas, Morelos. Previo a su concierto tuve una conversación en la que no pude aguantarme las ganas de preguntarle si era gay:

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Noisey: No quisiera escucharme lisonjero, pero Anxiety fue uno de los discos que más escuché el año pasado. Es muy pegadizo en muchos sentidos, pero sobretodo, me sentí identificado con un sentimiento que desborda pasión, inestabilidad, desasosiego… ansiedad, precisamente, pero muy característica de las sensibilidades gays. ¿Hay algo de gay en tus canciones?

Arthur Ashin: No lo había pensado, pero creo que tienes mucha razón. Aunque yo lo ubicaría más dentro del terreno de la queer music —ya sabes, queer, esa teoría que apuesta por lo raro tomando como parámetro la normalidad heterosexual. Sí, mucha de la ansiedad que refleja el álbum es la incomprensión que a veces está ligada con la carga que implica representar un género: los hombres no lloran y las mujeres tienen que ser débiles, sensibles o manipuladoras. Y cómo esto puede afectar cuándo te sientes atraído por tu mismo sexo. Esa presión puede ser terrible. En cuanto a que sientes que hay una carga gay en las canciones, no me sorprende: sé a lo que te refieres, porque muchas de ellas las canto con mucha sobreactuación escénica, lo que Susan Sontag definió como camp, ese exceso de gesticulación que inevitablemente se vuelve amanerado en un punto, lo cual es evidente en la intensidad con la que arrastro los tonos de mi voz, sobretodo cuando alcanzo las notas agudas. Pero también soy muy camp sobre el escenario, muy amanerado. Y no me importa mucho pensar que pueda parecer que soy gay, ¿sabes?

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¿Y eres gay?

(risas, muchas risas, nerviosas) Digamos que soy gay en la parte musical…

Te seré honesto, muero por ver un concierto tuyo y verte de cerca (me gustas), pero ya me siento viejo como para ir un festival tan hippie y campirano, donde no haya un sitio de taxis cerca, o un puesto de tacos o un sex club donde haya lubricante en dispensadores de jabón. Ya estoy viejo para los bosques y el cruising entre arbustos así. A sabiendas que me lo perderé, ¿cómo es un concierto de Autre Ne Veut?

(más risas nerviosas) La verdad es que sí procuro que sea mucho más próximo a una obra de teatro que a un concierto de música. La música es un elemento obviamente importante e indispensable, pero como te comentaba anteriormente, me gusta transmitir una percepción más visual. Me gusta que haya elementos humanos que transmitan tragedia y ansiedad, como cuando ves una obra de teatro y conectas con las actuaciones.

¿Cómo rayos se pronuncia tu nombre?

Otré vu vfe… pero no es exactamente francés, aunque similar. Tiene que ver con una divertida decisión que tomé hace diez años, pero vamos, tu pronúncialo como quieras.

El nombre de tu álbum es Anxiety (ansiedad), pero en este mundo y en estos días donde los consultorios de psicología parecen franquicia de Starbucks, hay muchas clases de ansiedad. ¿A qué te refieres exactamente?

Creo que sí puedo enumerar tres tipos de ansiedad que traté de capturar para este álbum mediante las texturas, secuencias y letras. El primero tiene que ver con toda esta ira acumulada (casi podría decir a nivel global) que el capitalismo está generando en todas las sociedades, las crisis económicas y todo el vacío que se arma con la falta de dinero. El segundo tiene que ver con la crisis existencial con la que vivimos impulsada, creo yo, por la presión moderna, la presión de ser una persona exitosa, siempre rodeada de gente, atormentados por ser jóvenes para siempre (la portada del disco es una referencia a la ansiedad en un sentido moderno). Y la tercera tiene que ver con mi propia ansiedad personal, con cosas muy duras que viví en los últimos tres años, problemas familiares, familiares que murieron tras duras agonías en el hospital.

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Tu ostentas un master en psicología, ¿las canciones tienen que ver con los muchos estados de ansiedad que tuviste que estudiar para tu posgrado, historias que escuchaste en tus prácticas?

Aunque las canciones no hacen referencia específica a una historia en particular o a una situación, sí tratan de recrear las sensaciones que sientes cuando estás bajo circunstancias muy duras.

Tan duras como las que atraviesa México actualmente. ¿No te da algo de miedo visitar nuestro país?

Estuve en México hace muchos años cuándo era yo un adolescente, así que mis recuerdos no son precisamente muy claros. Diría mentiras tratando de decir qué es lo primero que se me viene a la mente cuándo pienso en México. Ahora bien, leo el periódico, veo noticias y estoy al tanto de lo que sucede en México, sobretodo con la terrible guerra contra las drogas por la que están pasando y todos los asesinatos que están dejando a su paso y vamos, definitivamente es más que suficiente para generar la mala imagen de un país… pero no es algo que en lo personal me importe. Iré a México y punto…Digamos que no me invade miedo suficiente como para no ir. Me gusta creer que todo irá bien en México, antes, durante y después de mi concierto. Es una buena forma de sobrevivir cuando las cosas se ponen duras, ¿sabes?

Sigue a Wences en Twitter: @wencesbgay

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