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Música

Hay vida más allá del Soundtrack de 'Stranger Things': Una charla con Jared Blum

Vision Heat es la música de la serie del verano, pero sin la serie: mismo concepto, sólo que sin haber explotado en el mainstream. Checa esta increíble y sui generis propuesta.

¿Eres uno de los atrapados por el fenómeno Stranger Things? ¿Te detuviste a pensar por qué caíste en el embrujo? Vamos, honestamente ¿te parece tan brillante o el hype atravesó todas tus barreras defensivas y te entregaste como mantequilla sobre pan caliente? Independientemente del juicio, algo emocionante de estas cuestiones suele ser que ponen el foco en hogueras creativas que viven en la perfiera, y sobre las que vale la pena explorar.

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Se ha dico hasta el cansancio que el fenómeno Stranger Things debe mucho a su banda sonora. Yo apenas lo escuché, pensé en un músico del área de la Bahía en el norte de California que opera bajo varios alias; uno en particular llamado Vision Heat es el que sobrenaturalmente se encadenó en mi mente en esa primera escucha.

El músic detrás de Vision Heat es Jared Blum, nacido en Nueva York en 1976, también profesional de la industria gastronómica, el vino y las bebidas espirituosas y co propietario del sello Gigante Sound de San Francisco. Jared se acercó a la música a los cinco años y no volvió a ser el mismo luego de escuchar “Jump” de Van Halen, un hit que tiene la palabra sintetizador como segundo nombre.

El trabajo de Blum no se cierne a las bandas sonoras. Vision Heat consiste en crear en su cabeza una escena de película y ponerle título; luego da nombre a la película en la que supuestamente esta escena se sitúa. Visualiza la escena, la “vive”, la sitúa en el tiempo asignándole un año, siempre en la década de los ochenta. Investiga y se adentra en el sonido de ese año, descifrando qué modelos de sintetizadores, cajas de ritmos y demás artilugios se usaban en ese momento. Una vez recabada la información necesaria, busca en su arsenal instrumental esos sintetizadores, máquinas de ritmos y lo-que-haga-falta. Y ahí comienza a escribir excitantes piezas que dan coherencia a una sola parte de su versátil personalidad artística. Un “one man band” superdotado o simplemente una mente genial creando melodías reales basadas en hechos ficticios.

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Charlamos con Blum para conocer mejor su modus operandi, su relación con las bandas sonoras, los sintetizadores y la estética ochentera.

¿Cómo llegaste al concepto de Vision Heat?
Casi por accidente. Siempre estuve metido en los soundtracks ochenteros y comencé a componerlos cuando tuve los equipos suficientes para hacer algo “confiable”. Escribo en diferentes estilos pero siempre dentro de la electrónica de la época. Se trata de explorar y revisitar un género o el sonido de una época. Podría hacerlo con guitarras, bajos y baterías, pero adoro el sonido de los años ochenta. Incluso es más fácil escribir música compleja con midi que con una banda entera.
Comencé escuchando mixtapes en blogs con nombres en plan “Unreleased Horror Soundtracks”, los cuales eran en su mayoría ripeos de cintas de VHS, también los mixes que Andy Votel hizo para Applehead.
En Vision Heat me gusta cambiar el sonido a través de un disco, a través de los distintos temas haciendo uso de recursos de producción de buena calidad. Ahí me di cuenta que podía hacer mis propias mixtapes o compilaciones. Es divertido que los discos no suenen a un mismo artista y me da carta blanca para ir artísticamente hacia donde quiera.

Habiendo sido un fan del rock clásico y de Madonna y Michael Jackson, ¿cómo encontraste inspiración en la música de sintetizadores de los año ochenta?
Crecí con ello. Siempre amé los sintes. Quiero decir, “Jump” es LA canción para mí.
Cuando estaba en la secundaria tenía una banda llamada g25 con la que hacíamos “prog rock experimental para video juegos”. Luego fui consiguiendo equipos y haciendo música ambient extraña. Escuchaba mucho Eno, Aphex Twin, King Crimson y Talking Heads. Mucho minimal. Pero no fue hasta que escuché Boards of Canada con su lo fi desafinado, en que pensé “Oh, ¡recuerdo ese tipo de sonido de los viejos videos educativos de los ochenta!”. Era genial, esos tonos y melodías embrujadas eran increíbles. Me enamoré de la nostalgia y me metí de lleno en Tangerine Dream, luego los soundtracks de mi niñez. Redescubrí ese sonido. También adoro las bandas progresivas que hicieron pop en esa época: Rush, Gabriel/Genesis, Yes, Crimson. Amaba esas secuencias angulares, los bajos y baterías.

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Formas parte de varios proyectos, cosas quizá más experimentales como The Talking Book –en el que estás junto a Billy Gould de Faith No More-, Blanketship o Vulcanus 68. Pareciera que musicalmente tienes mucho que decir. ¿Usas todos estos canales de expresión para conservar una coherencia en tu identidad artística global?
Sí, me aburriría de hacer una cosa a la vez. Necesito todos esos proyectos para que se influencien entre ellos. Todos tienen una vibra nostálgica, creo que nunca escribí “música actual” o “música futura”. Vulcanus 68 es electroacústica de los sesenta, Blanketship es música extraña donde uso samples y también toco instrumentos; como si fuera easy listening tocado por una decadente banda de rock de los setentas. The Talking Book es lo más cercano a algo actual, pero es música basada en viejos vinilos tocados a 8 o 16 1/3 rpm, así que también hay algo de moho en eso. Me gusta lo que hace Trey Spruance con Secret Chiefs 3 que tiene todas esas “bandas” o “personalidades” con las que graba distintos discos o las mete a todas en uno mismo.

Vision Heat lanzó tres discos antes de que existiese la banda sonora de Stranger Things ¿vas a aplicar para hacer la música de la segunda temporada?
[Risas] No, creo que está muy bien con la gente que lo hace ahora, pero sí está bueno que se vuelva a poner en foco este tipo de música que funciona perfecto para las series de ciencia ficción o suspenso. Simplemente funciona ¿sabes? Quisiera hacer algun soundtrack legítimo, sería súper divertido.

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¿Qué piensas de la locura alrededor de la música de esta serie?
No entiendo por qué tan de golpe se volvió un hype, con tanta exageración alrededor. Últimamente hubo mucha música en plan ochentero en distintos soundtracks. Escuché algo de la banda sonora, muy minimalista, secuencias, pads de batería y esas cosas. También hay algo del ambient de los tempranos añoss noventa. Me encantó.

¿Crees que este boom ayudará al gran público a re considerar los sonidos de los ochentas?
Lo que es divertido es que esta re valorización viene ocurriendo hace un tiempo. ¿No fue una locura la banda sonora de Drive hace un par de años? Death Waltz Records estuvo lanzando maravillosas toneladas de este tipo de material, incluso fueron los primeros en re editar el trabajo de John Carpenter. Gente como Com Truise, Pye Corner Audio, Umberto y Steve Moore son sólo unos pocos que están metidos en esta vibra hoy en día. El mejor es Davin Wood, quien estuvo haciendo toda la música de Tim & Eric ¡es lo más! Mi música incidental favorita.

¿Qué es lo próximo para ti?
Tengo un nuevo proyecto basado en el pop minimalista electrónico japonés llamado Empire of the Signs. Saldrá por el sello Root Strata. Tenemos pianos y kotos reales en el disco. Básicamente es un trabajo inspirado en el Fairlights, Mallets and Bamboo- Fourth-world Japan, years 1980-1986 de DJ Spencer D. ¡Es absolutamente increíble! Un rarísimo disco de pop. Luego tengo dos discos más de Vision Heat, un soundtrack, dos compilaciones, así que me mantengo ocupado.

¿Y qué novedades hay de The Talking Book ahora que Faith No More está en un parate?
¡Oh, sí! Bueno, tenemos como dos discos de material ahora mismo que necesita ser evaluado y mezclado. La idea es lanzarlo y con suerte hacer algunos shows. Billy, Dominic Cramp —que es mi partner en GiganteSound—, y yo estamos muy ocupados con otras historias, pero pronto nos juntaremos a terminar lo que está pendiente.