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Música

Siete nuevas bandas rusas que te urge escuchar

La nueva generación de indie rock ruso finalmente está aquí, y suena mejor que nunca.

El festival Bol (Dolor), el cual se llevó a cabó el 20 de junio en Moscú, tenía la ambiciosa meta de mostrar lo mejor del nuevo indie rock ruso. Y, a pesar de que el clima no fue el mejor, y la lluvia arruinó un par de sets e hizo que algunas de las últimas presentaciones fueran en lugares techados, una cosa quedó clara: la nueva generación de indie rock ruso finalmente está aquí.

Los organizadores deliberadamente escocgieron a puras bandas que cantaran en ruso. Según Stepan Kazaryan, el promotor del festival, la decisión de invitar únicamente a bandas con letras en ruso no tuvo nada que ver con la xenofobia o el “patriotismo”, sino que actualmente las bandas más interesantes en la escena son aquellas que se expresan en su propio idioma, al contrario de las bandas de generaciones pasadas que cantaban en inglés y le copiaban a grupos británicos y americanos. Otros criterios de selección fueron la originalidad y la actitud, según Kazaryan.

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La escena de indie rock en Rusia nació en los 80, cuando había poca distinción entre el indie rock y el rock más mainstream, ya que casi todo el rock en el país era underground. Los ideólogos comunistas disuadían a la gente de que tocara lo que era considerado como música “burguesa”, y las bandas más subersivas eran prohibidas.

Las reformas de Mikhail Gorbachev en la Perestroika ayudaron a que el rock saliera del underground, pero en su búsqueda de un público más grande, la mayoría de las bandas dejaron de ser arriesgadas e innovadoras.

Los 90 vieron crecer a un gran grupo de actos que eran brutales, incontrolables, frescos y originales, reflejando la dura realidad que los rodeaba. Como sus carreras coincidieron con uno de los periodos más caóticos y extraños en la historia del país, no tuvieron un impacto real, con excepción de algunas leyendas del underground que aún hoy siguen con vida.

Una década después, una nueva ola de rockeros indie rusos empezó a imitar en su mayoría a bandas de EUA y Gran Bretaña, enfocándose muchas veces más en la destreza técnica en vez de la profundidad y la energía. Varios cantaban en inglés, buscando tener una carrera internacional, pero eso terminó siendo un sueño que nunca se cumplió.

Y ahora está la "generación 2010s." Incidentalmente, algunos de los músicos que se presentaron en el Bol eran lo suficientemente jóvenes como para ser nietos de los rockeros rusos de los 80.

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Aunque las bandas que se presentaron en el Bol cruzaban todos los espectros, pasando del punk de la vieja escuela al garage rock y el new wave, hay pocas cosas que parecen tener en común. En general, parece que no les importa una alineación tradicional con guitarra, bajo y batería —al menos la mitad de las bandas en el Bol no tenían uno de esos tres instrumentos.

Ellos se inspiran de varios lados, sin importar si es de una obscura banda de garage de EUA o una veterana banda de rock rusa. Y aunque cantan en ruso, algunas bandas no tienen problema en usar un nombre en inglés como nombre, o al menos escribiéndolo en caracteres latinos.

Saben cómo tocar, pero les da igual demostrar su destreza técnica, optando muchas veces por un sonido minimalista.

Y, finalmente, varios de los artistas en el cartel vienen de lugares que no son Moscú y San Petesburgo. Había varias bandas de Siberia, recordando a la vieja generación de finales de los 80, cuando la escena siberiana de punk rock era lo mejor que había en la escena de rock en el país.

Sonic Death

Uno de los lanzamientos de esta banda se titula Home Punk, sugiriendo que fue grabado en un estudio casero, pero no existe nada amateur en la música de esta banda. El dúo de San Petesburgo, lidereado por Arseny Morozov, que antes tocaba en Padla Bear Outfit, toca garage rock de alto poder que te puede volar la cabeza. Su simplicidad esconde numerosos giros melódicos y líricos.

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Slackers

Los integrantes de este trío de Moscú suenan como si nunca hubieran escuchado a una banda de punk rock de después de 1978. Su material no tiene ningún rastro del punk aguado y comercial que han tocado la mayoría de las bandas rusas en los últimos veinte años. Aunque el nombre de la banda hace referencia a otra era, y es engañoso —probablemente a propósito—, las canciones de Slackers suenan súper setenteras, y sus letras hacen burla a todos los clichés del punk rock.

Super Besse

Aunque este trío no es técnicamente ruso —vienen de Misnk, la capital del vecino Belarusia— Super Besse no parecían foráneos junto a otros artistas que tocaron en el Bol. El coldwave minimalista de Super Besse con letras rusas ya les ha conseguido tocadas en Francia, Alemania y Finlandia. Pero los músicos no necesariamente miran sólo al oeste para buscar influencias. En su set list hay un cover de las leyendas de punk siberianas Civil Defense, con la canción “Mne nasrat na moye litso” (“Me vale verga mi cara”).

Vkhore

Estas cinco mujeres de la ciudad siberiana de Tomsk tocan electroclash poderoso con letras irónicas e irreverentes. "Estoy en contra de las barbas y me vale madres la moda" es un ejemplo de sus letras, las cuales suenan mucho más provocadoras en su idioma original. Hasta el nombre de la banda es provocador, ya que al estar escrito con caracteres ingleses, es muy similar a la palabra "whore."

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Jars

Este trío de Moscú toca una furiosa y ruidosa mezcla de hardcore y noise rock. Las letras de la banda son tan iracundas y directas como su música, con títulos como "Break the Door" o, simplemente, "No" el cual lo dice todo.

Lucidvox

El cuarteto de Moscú toca postpunk psicodélico con toques de melodías rusas y paganas antiguas, añadiendo instrumentos inesperados, como la flauta. Aparentemente, Lucidvox está influenciado por tradiciones rusas folclóricas, pero increíblemente logran que su mezcla de tradiciones musicales que están separadas por varios siglos y kilómetros suene extremadamente bien. La banda dice que "trata de recrear la autenticidad rusa," y la mezcla que hace Lucidvox definitivamente hace imposible encasillarlos en un solo género.

Srub

Lo que hace que esa banda de Novosibirsk, liderada por by Igor Shapransky, resalte del resto, es su habilidad de combinar perfectamente la iconografía del misticismo pagano y eslavo con el lado musical, el cual fue inspirado aparentemente por bandas como Bauhaus y Joy Division.