FYI.

This story is over 5 years old.

Música

Jake Bugg y nuestros 14 minutos incómodos al teléfono

Una charla sobre tomar riesgos en la música, escribir en colaboración, tocar en Glastonbury a los 17 años, los Beastie Boys y los fans mexicanos.

vía

Qué incómodas pueden ser las conversaciones telefónicas. Cuando hablo con desconocidos, me gusta verlos a la cara y tantear sus expresiones para saber qué puedo o no preguntar (y en qué tono), más aún cuando son desconocidos famosos. Y es un poco más complicado si sólo tengo 14 minutos contados con precisión suiza, sobre todo porque me tardo la mitad del tiempo intentando lubricar la conversación para poder llegar a las preguntas buenas.

Publicidad

Jake Bugg vendrá a México en Octubre promocionando su última producción: On My One. Esta versión depresiva, corregida y aumentada de Justin Bieber británico tiene ya en sus espaldas tres discos y ha trabajado con Mike D de los Beastie Boys, Iain Archery de Snow Patrol y, por si fuera poco, fue apadrinado por Noel Gallagher para viajar con él en una de sus giras.

Cuando la propuesta de solistas provenientes del Reino Unido son Ed Sheeran y Sam Smith, es evidente que su disquera está en busca del oro. Hace falta un reemplazo de Noel Gallagher que haga declaraciones controversiales sobre el futuro de la música, necesitamos a un rockerillo parado en un escenario que nos recuerde a Pete Doherty cuando podía ejecutar adecuadamente tres acordes embriagados y un poco de la mirada hipnótico-depresiva de Ian Curtis cuando tomaba un micrófono, todo esto manteniéndolo guapo, mamón y con estilo. El Reino Unido está dejando de proveer al mundo de su característico rock melancólico y suicida; éste, es el evidente vacío que el equipo de Jake Bugg ha encontrado y en el que él podría calificar como honorable heredero. Por el contrario, pareciera que, más bien, hay alguien luchando por encontrar su identidad musical.

Después de las críticas por parte de Gallagher al respecto de su colaboración con Archery y sobre cómo escribió con él la mitad de las canciones para Jake Bugg (su primer álbum de estudio), estableciendo que lo correcto sería “formar una puta banda, Jake decidió hacer lo contrario y emanciparse cual hijo pródigo musical y traer al mundo On My One. El resultado fue un disco ecléctico que reúne todas las tendencias musicales: desde un intento de éxito radiofónico que pueda sonar en todos lados como “Gimme The Love”; hasta “Ain’t No Rhyme”, cuasirap británico rarísimo en el que, obviamente, se queja de la sociedad. Evidentemente, no podía faltar la balada para cortarnos las venas con “Love, Hope and Misery”, sencillo que se encuentra promocionando mientras hablamos. Sin embargo, ha dejado muy en segundo plano el blues con el que saltó a la fama a los 18 años y que a todo mundo encantaba porque parecía honesto, como esta maravilla que es “Saffron”.

Publicidad

La diferencia, si bien es abismal, deja entrever que de momento no sabe de dónde viene ni mucho menos a dónde va (musicalmente hablando). Por desgracia, pareciera que su carrera va en chinga y ha alcanzado su declive en términos musicales, pues ha perdido los elementos que lo volvían el negrito en el arroz de los músicos ingleses que hacen la música que los millenials encuentran tan fascinante como igualmente intrascendente. Esperemos que no, el muchacho es sumamente talentoso. Y cuando digo sumamente, hablo muy en serio, pero no me crean a mí, vean este clip para Guitar Moves de Noisey, donde deja ver que es muchísimo más que un niño rebelde que sabe tocar baladas tristes. Verlo tocar la guitarra con tal maestría, sólo me hizo cuestionar por qué carajos lo escuchamos rapeando en su nueva producción.

Platiqué con Jake en una insufrible entrevista telefónica, misma que se veía interrumpida por una rubia londinense de nariz respingada (o así la imaginé), que nos recordaba cada cinco minutos que nos quedaba menos tiempo. Yo quería hablar con él de Noel Gallagher, del Brexit, de cómo es crecer y hacer música en el mismo país en que lo hicieron los Beatles, de Travis y de cómo es mejor Radiohead que Oasis… pero no. De momento los 14 minutos sólo nos dieron chance de limitarnos a su música. Ojalá en otra ocasión, Jake.

Noisey: Ey, ¿cómo estás?
Estoy OK… ¿cómo estás tú, Liss?

Bien, bien.
[Rubia londinense interrumpe: Les daré 14 minutos y permaneceré en silencio, pueden comenzar con la entrevista].

Publicidad

Jake, vendrás a México promocionando tu tercer album, On My One. Recientemente estuviste en Glastonbury, el festival que te abrió las puertas a los 17 años, cuéntame, ¿cómo fue esa primera experiencia? Ser tan joven y estar en un festival tan importante.
Fue increíble, ¿sabes? A esa edad vas a la escuela y nunca piensas que vas a estar en ese festival donde han estado todos los artistas que admiras, fue increíble.

Tiempo después, tu primer sencillo jamás lanzado al mundo fue ‘Trouble Town’ (2012), después llegó ‘What doesn’t kill you’ (2013) que es un rock mucho más eléctrico y ahora, con ‘Gimme The Love’ y ‘Ain’t No Rhyme’ (2016), te vas a una línea completamente diferente, ¿cómo ha sido esa transición en tu música?
Fue el resultado de tratar muchas cosas diferentes y ver cómo funcionaban. Tratar de moverme adelante y llevar conmigo el sonido, no quería que ninguna canción sonara a lo mismo dentro del mismo álbum; tampoco quiero que ningún albúm suene igual entre sí.

O sea, muchos desarrollan una formula y se van sobre la misma línea, ¿sería correcto decir que tú quieres lo contrario?
Precisamente, no desarrollar una fórmula que funcionara producción tras producción. Entonces este disco es lo que es, tienen muchos elementos diferentes en él que no están ni en el primero ni en el segundo. El próximo que haga, espero que no suene a este en absoluto.

¿Qué elementos?
Pues peste tiene dance, soul y hip hop, que son cosas que no había hecho antes.

Publicidad

Es obvia la línea o congruencia que tenían los dos primeros, ¿no? Pienso que este tercero es el que realmente suena diferente a los demás, ¿qué pasó para que ahora éste sonara tan distinto? ¿Crees que sigue siendo honesto?
Fue un riesgo, o al menos eso es lo que la gente me decía. En realidad yo no lo veo tanto así, más bien fue simplemente divertirme. Sólo hice música y traté de llegar a resultados diferentes y luego la gente me decía que me estaba arriesgando. Yo sólo lo estaba pasando bien y eso es tan honesto como se puede. Eso debe ser la música.

Ahora que hiciste un album solo, o sea, que finalmente tu escribiste todas las canciones y produjiste la mayoría, ¿crees que ya puedes emanciparte por completo de toda educación musical?
En el sentido de colaborar o co-escribir, sí. Creo que he aprendido mucho de todos los demás, pero también era necesario hacer las cosas totalmente a mi manera. Hacer este disco por mi cuenta, también fue parte muy importante de mi educación musical.

¿Cómo fue trabajar en el pasado Iain Archer, por ejemplo?
Fue increíble, es un buen amigo y aprendí mucho de él. Escribimos canciones juntos y fue, básicamente, educación musical gratis.

¿Cómo es trabajar con un Beastie Boy?
Fue divertido trabajar en California y en su equipo hay gente con mucha onda y estilo, el clima es mucho más cálido que en Londres, obviamente (risas), pero siempre es grandioso regresar acá. Por allá aprendí mucho y hasta cierto punto es medianamente productivo, pero es mejor regresar a Londres y tener un estudio para mi solito e intentar cosas diferentes. Es un buen proceso porque son estilos y ritmos de trabajo muy diferentes en el buen sentido. Aprendí mucho, son experiencias muy distintas. Pero de momento me gusta más trabajar acá.

Publicidad

Ya dijiste que la gente compra la música simplemente por el artista y no tanto por la música en sí… como con Drake, Rihanna o One Direction, ¿cuál crees que es la tendencia? ¿tú tienes un disco de Rihanna?
No (risas) ¿Qué pienso de la música ahora? Mmmhhh, es difícil indagar, creo que ya tiene tiempo siendo más de lo mismo. Parece que va peor, pero esa es sólo mi opinión. Creo que es más sobre el show y la postura de los artistas a cosas que el verdadero discurso o la música, cada vez menos artistas saben hacer música… pero dan buenos shows, de hecho.

Volvemos al tema de la honestidad, ¿no? Tú, por ejemplo, eres súper joven y pienso que sería muy fácil perderse en el sistema de la industria musical, del “joven rico y famoso”, ¿piensas que lo has mantenido honesto? ¿cómo haces para mantenerlo así?
No sé. A mi sólo me gusta pasarlo bien mientras hago música y conozco gente nueva. Soy feliz de poder escribir mis propias canciones y a la gente parece que le gustan. Espero que se mantenga así, poder escribir de lo que quiero. Solo hago lo que me gusta y creo que eso es lo que lo hace sonar así y de momento no tengo motivos para hacerlo distinto. Tal vez en el futuro, pero ahora mismo soy feliz haciendo las cosas como las hago.

Acá en Noisey hemos indagado sobre la relación de la música británica con los fans mexicanos, ¿cuáles son tus expectativas sobre tu visita a México?
Creo que será divertido, siempre lo paso muy bien. Siempre tengo una conexión muy padre con el público mexicano, esperemos que sea así próximamente.

¿Qué es lo más raro que te ha pasado en México?
Creo que mi tolerancia a la rareza a crecido conforme me involucro más en la música. Por lo general, en México siempre que voy lo he pasado bien, siempre he tenido noches divertidas, en realidad nunca he tenido experiencias raras allá, todo es muy normal, creo (risas). Siempre conozco gente genial.

¿Quieres agregar algo?
En serio, los fans de México son increíbles. Estoy muy emocionado por regresar y tocar música para ellos.

¿Te gusta o molesta hablar con extraños de tu música?
(Risas) No me gusta hablar en general. Hablar de música o de mi música en particular siempre desencadena temas controversiales, pero en realidad es de lo único que me gusta hablar, con cualquier persona. (risas)

Liss va a cosas de música y le gusta documentar. Siguela aquí.