Henry Rollins dice "Fuck suicide", Internet dice "Fuck Henry Rollins"

Hace un par de semanas, el payaso ridículo que también es líder de Kiss, Gene Simmons, hizo un comentario bastante Gene Simmonesco sobre la depresión y el suicidio en una entrevista: “Los drogadictos y los alcohólicos se la pasan diciendo que el mundo es un lugar duro. Mi madre estuvo en una campo de concentración en Alemania. No me interesa escuchar mamadas sobre el mundo siendo un lugar duro. Ella se levanta todos los días, huele las rosas y disfruta la vida. Y que un pendejito de 20 años diga que está deprimido porque vive en Seattle, pues que se vaya a la verga. Suicídate, entonces.”

Después del suicidio de Robin Williams la semana pasada, la cita empezó a aparecer en todas partes y la gente se abalanzó rápidamente sobre Simmons. La polémica llegó a tal punto, que una cadena de radio australiana prohibió la música de Kiss. Pero, en serio, ¿con cuánta seriedad podemos tomar la opinión de un adulto de 64 años que vive de pintarse la cara y usa mallas de charol?

Ayer la ira cambió su curso hacia Henry Rollins, a quien recordarán por ser el exlíder de Black Flag o la cabeza parlante en todos los documentales de música. Rollins es algo así como el vocero autoimpuesto de una generación que creció con la música alternativa y el punk de los 90. Y aunque esté un poco más dignificado que Simmons, siempre sale con su comentario de profesor de educación física de prepa pública con su depilación intelectual sobre temas serios.

Rollins publicó su columna semanal en LA Weekly. El título: “Fuck Suicide.” Tomó su acostumbrada actitud nada-de-mamadas, agarra-a-la-vida-por-las-pelotas, levanta-pesas-y-olvida-tus-problemas sobre el tema, cosa que le ha funcionado antes con ciertos temas como la desintoxicación con jugos y meterte cosas por el culo, pero no le fue muy bien con el tema de la muerte de Robin Williams:

“Ya no puedo tomar en serio esta persona. Puedo apreciar lo que él o ella hizo en el aspecto artístico pero me es imposible sentirme mal por ellos. Su vida no se quedó corta, fue abandonada a propósito. Es difícil sentirse mal por una persona que hizo lo que quería hacer. Que ya no estén aquí apesta, por supuesto, pero esa es la decisión que ellos tomaron. Tengo que respetarlo y pasar a otra cosa.”

Naturalmente, esto no le sentó muy bien a la gente que ha sufrido de depresión, o que conoce a alguien que ha sufrido de depresión, o que no tiene el nivel empático de un sociópata furioso. Muchos llevaron a Twitter su protesta y su desaprobación sentenciando el Hot Animal Machine, fenómeno muy común en la premura idiota con la que se prenden las respuestas ante cualquier cosa en internet. Pero en este caso fue particularmente personal:

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