FYI.

This story is over 5 years old.

Música

HEALTH: Destilando lo ridículo del noise y el pop

La banda de noise de Los Ángeles produjo uno de los mejores discos del año pasado, pero el camino para llegar a ese punto fue extenuante.

Puede que pocos asistentes a las primeras tocadas de HEALTH —energéticas y ensordecedoras— pudieran predecir que la banda se convertiría en una de las más ambiciosas de la presente década.

Originalmente, HEALTH fue una de las bandas que ayudó a definir (o hacer más difícil definir, como lo quieran ver) el sonido noise rock de Los Ángeles emanado del recinto DIY The Smell, compartiendo el escenario con No Age, The Mae Shit, XBXRX, Gowns, Abe Vigoda, Captain Ahab y Pocahaunted (estos contando con una joven Bethany Cosentino antes de formar Best Coast). El cuarteto lograba contener caos y rasgos melódicos encantadores en su performance, haciendo música que se asemejaba al punk con suficiente ruido como para darle un giro personal e interesante al género. Es este sonido el que plasmaron en sus dos primeros discos para la pequeña independiente Lovepump United: el homónimo del 2007, y Get Color del 2009.

Publicidad

Tuvieron que pasar seis años antes de que la banda pudiera agregar un disco más a su discografía, pero es aquí donde su historia se pone interesante. HEALTH comenzó a tener vínculos con la música electrónica desde su primer disco, cuando Ethan Kath retomó su canción “Crimewave” para el debut de su grupo Crystal Castles. En 2012 apareció el soundtrack que compusieron para el videojuego Max Payne 3, una sorpresa para todos los que pensaban que estaban tratando con un grupo predecible.

Las giras continuaron, pero su atención se tornó al estudio cuando quisieron redefinir su música y hacer el disco que los lanzaría a un público más amplio. Bajo el título de Death Magic, HEALTH se adentraron a darle un giro a su ruido al emplear computadoras y elementos que hicieron de su sonido algo más grande y más inmersivo. El disco cumplió con su cometido; mientras muchos de sus contemporáneos se encuentran lejos de actividades musicales o sin llamar la atención de nuevos públicos, HEALTH consiguieron ser una de las bandas que logró definir el 2015, colocándose en varias listas de lo mejor del año. Gracias a su combinación de coros grandes y sonidos inspirados por colectivos electrónicos underground actuales, su ruido tomó una forma que pocos pueden resistir.

Hace algunos ayeres, HEALTH visitaron nuestro país, tocando para algunos afortunados que quisieron aventurarse a ver a la banda. Ahora regresan bajo el marco del festival NRMAL y por eso platicamos con el bajista John Famiglietti sobre su trabajo en videojuegos, lo ridículo del noise y el pop, y conquistar escenarios más grandes.

Publicidad

NOISEY: ¿Cómo va todo con ustedes, John?
John Famiglietti: Estamos trabajando en nuevas canciones. Queremos sacar música mucho más rápido que la última vez. No queremos tardarnos años y años y años.

Por supuesto. Quiero que platiquemos sobre Death Magic, pero antes quisiera que platicáramos de su trabajo en el videojuego Max Payne 3. ¿Tuvieron que cambiar mucho su manera de trabajar?
El mayor cambio fue que tuvimos que hacer muchísima música, algo que nunca habíamos hecho. Antes del soundtrack nada más habíamos hecho dos discos, y en ellos sacamos todas las canciones que grabamos, nunca fue el caso de sólo seleccionar algunas de las que habíamos grabado. Tuvimos que trabajar muchísimo para Max Payne.

¿Esta manera de trabajar informó lo que hicieron en Death Magic?
Death Magic fue raro porque lo que significó hacer Max Payne para nosotros fue descifrar el código para saber cómo íbamos a actualizar nuestro sonido. Queríamos intentar hacer un nuevo sonido, pero no sabíamos cómo. Estuvimos trabajando mucho y meticulosamente para encontrar ese sonido que queríamos lograr y nos tardamos mucho. Aunque [para ser sincero] no entiendo por qué tratan de conectar ambos discos, no creo que tengan mucha relación entre sí.

Su sonido terminó siendo muy diferente a lo que han hecho antes. Ahora que me estabas diciendo que querían “descifrar el código” de su nuevo sonido, ¿hubo un instrumento o equipo que los ayudó a encaminarse en su nuevo sonido?
Definitivamente. Tratamos lo más posible de generar o procesar nuestros sonidos en la computadora. Encontré una manera de procesar la señal de un sintetizador muchas veces y eso lo utilizamos bastante. Ese es el sonido de Death Magic. Cada vez que escuchas sonidos pesados, extraños o cascabeleos, los logramos a través de este proceso, y están presentes en casi todas las canciones. Quisimos aproximar lo que hacemos normalmente con ruido y feedback, pero quisimos utilizarlos y generarlos usando software.

Publicidad

Claro. Quisieron recrear lo que normalmente hacen con guitarras, pero esta vez con software y volviéndolo a traducir a guitarras/bajo/batería, ¿no?
No hubo momento en el que nuestras guitarras no estuvieran siendo procesadas. Mucho de lo que hicimos fue hacer loops con el feedback, alimentándose infinitamente a la máquina y luego resampleándolos. Fueron grandiosos pero también difíciles, porque el feedback muchas veces no estaba en la afiliación y tuvimos que cambiarles el tono varias veces. Muchos están desafinados, pero nos ayudaron a encontrar nuestro sonido. Ser único es un reto grande.

¿Qué tan conscientes estaban de tratar de hacer algo que nadie había hecho antes? ¿Estaban tratando de evitar que la gente los escuchara y dijeron “esto suena a tal banda”?
Definitivamente, pero no lo quisimos hacer a grandes rasgos. No queríamos que eso conflictuara con las estructuras de las canciones porque queríamos que fuera un disco de canciones, con estructuras. Si tratas de tomar ese camino seguramente te toparás con la gran historia de música [ríe]. No podemos ser totalmente alienígenas, pero sí tratar de ser originales y honestos con nosotros mismos. Quisimos tener sonidos que no fueran identificables automáticamente y que tuvieran un referente fácil de reconocer. Como te decía, hay una historia de la música que no se puede ignorar, nos ha influenciado mucho; es música con la que crecimos y que nos sigue gustando mucho.

Publicidad

Claro, no se creó en completo aislamiento.
Es imposible. Creces con un montón de música muy buena. Cuando tú mismo haces música sueñas con que sea tan buena como esa con la que creciste.

¿Sintieron que le tuvieron que poner mucho más atención a las melodías para que su música no se desvaneciera en pura experimentación?
Sí, queríamos que todas las canciones tuvieran un ancla melódica. Aunque el proceso de encontrar los sonidos con los que hicimos las canciones fue muy divertido y arduo, siempre tuvimos muy presente que todo tenía que encajar al final. El hecho de que nos volviéramos más melódicos es parte del camino que tomamos desde el principio, y la gente está teniendo reacciones más grandes y conexiones más fuertes con las canciones ahora que son más melódicas. Nos enorgullece mucho lo que hicimos antes, pero era más difícil para que la gente entendiera que es lo que queríamos demostrar. Comunicar sentimientos es muy difícil.

Esta contradicción entre ruido y melodía siempre la han tenido. Tal vez el contraste no era tan grande y no usaban computadoras para hacerlo, pero ahí estaba.
Crecimos en la escena del noise, pero siempre tuvimos prendido el radio. Nos gusta escuchar hip-hop, cosas de moda o inclusive cosas tontas, pero creo que eso mismo viene de crecer en la cultura de la escena rara de Los Ángeles. Salir de un show de puro noise y ponerte a escuchar pop azucarado es una vuelta radical a la izquierda que se siente muy bien cuando lo experimentas. Es una sensibilidad que tenemos.

Publicidad

Conozco a mucha gente que hace y escucha noise pero son fans de la música más pop que puedas encontrar.
Así era la escena de noise en Los Ángeles. Básicamente era un culto a música ridícula, de ambos extremos del espectro. Tanto el pop como el noise son formas ridículas de música, muy diferentes entre sí.

Leí que les gusta mucho este underground de culturas electrónicas subterráneas hoy en día, como Night Slugs y Fade To Mind. Partes de Death Magic me suenan un poco a los mixes que hace la gente de estos colectivos.
Nos encantan. Lo grandioso de ellos es que hacen música bizarra que empuja los límites. [Hacen algo que es] muy avant-garde, pero lo hacen en un contexto de música bailable por lo que le llega a mucha gente que está abierta a escuchar y disfrutarla.

¿Hubo algún momento en el que pensaron que el disco se les pudo haber salido de las manos? ¿Cómo lograron centrar sus ideas?
Te puedo decir que fue muy difícil hacer la secuencias de las canciones. Casi todo el tiempo no estuvimos seguros si estábamos en el camino correcto. Obviamente hubo cosas que nos sonaban muy bien, pero fue difícil. Hubo mucho debate en qué meter y qué sacar para terminar con algo que nos hiciera sentir orgullosos. No estamos seguros si fuimos demasiado lejos o no, no sabemos. Nunca sabes esas cosas. Siempre hay un elemento de miedo.

Has expresado en el pasado que les gustaría ser una banda que llene arenas y recintos enormes. Hoy es un espacio que parece estar reservado para actos de nostalgia y pop de adolescentes, y las bandas más nuevas con guitarras no tienen chance de llegar a eso. ¿Creen que logren convertirse en eso, aunque parezca difícil?
Probablemente no logremos tocar a ese nivel, pero nadie sabe. Pero no es que sea porque somos una banda de guitarras. Hay muchas bandas de guitarras que llenan arenas pero no es bien visto hablar de ellas, pero son muy pocas; no sabemos de ellas porque no las cubre el internet, como muchos artistas de country. Nosotros tenemos una ventaja sobre otros porque tenemos bastantes sonidos electrónicos, pero no sé si logremos llegar a ese nivel. Puede que no, pero ¿quién sabe? Hoy en día no hay reglas, entonces todo es posible.

Mencionabas bandas recientes que llenan arenas pero nadie habla de ella, ¿Hablas de cosas como Nickelback y Linkin Park? Son enormes pero si lees los medios musicales, a nadie les gusta.
Leo mucho como si ya nadie escuchara a esas bandas. ¡Claro que sí las escucha mucha gente! Culturalmente tal vez no tienen mucho valor, pero hay mucho dinero envuelto en ellos y hay mucha gente que los va a ver en vivo. Su música puede ser horrible, pero no quiere decir que no tienen un público.

Ya han venido a México y este año regresarán para tocar en NRMAL, ¿cuáles son sus expectativas del festival?
Nos encanta México, hace mucho que no hemos regresado. Me emociona mucho porque el cartel del NRMAL está increíble y mucha gente me ha dicho que es un festival grandioso, un festival de amantes de la música donde todo el mundo va a ver lo que le gusta. Eso es lo mejor. Va ser increíble tocar ahí. Amo a Slowdive.

Para finalizar, si tuvieras la oportunidad de escribir o producir una canción a alguien, ¿a quién sería?
A alguien muy famoso que esté sonando en la radio [ríe a carcajadas] quien esté en primer lugar [sigue riendo].