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Música

Estéreo Picnic: una semana después de la 'trolleada'

Explicaciones, conclusiones y reflexiones del hombre detrás del festival, a propósito de las violentas reacciones que despertó la revelación de su cartel para el próximo año.

Nine Inch Nails. Pixies. Vampire Weekend. Los Peppers. Phoenix. Los Fabulosos Cadillacs. Savages. Con un cartel compacto, nombres relucientes de todo tipo de corrientes, énfasis en lo internacional, y un nivel de booking sin precedentes por estos lares, el cartel del Estéreo Picnic 2014 provocó el aplauso unánime entre el millenial local, los medios y eso que llamamos el "sector privado", que por fin apoyó la causa como debía. En su quinto aniversario, el festival sacó la cabeza como un emprendimiento sostenible, un evento masivo y un protagonista cultural de Bogotá. Algo nunca antes visto en Colombia, sin duda. Un monstruo.

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La expectativa para su futuro estaba sembrada. Y era alta. Frente a los ojos de miles y miles de feligreses que esperaban ansiosos del otro lado de sus pantallas, el pasado domingo 16 de noviembre, desde las 4:30 de la tarde, el Picnic se disponía a disparar, uno por uno y a través de unas bonitas postales, todos los artistas de su edición 2015 vía Facebook. Todo estaba sentado para que, de nuevo, se repitiera el éxito rotundo del año pasado.

El primero de sesenta nombres en destaparse fue la corona del cartel, Jack White, y a pesar de los centenares de likes que recibió al instante la noticia del ex White Stripe, el comentario de un usuario que inauguró el timeline sentó el tono para lo que vendría en adelante:

"Ese se sabía desde hace tiempo. No es ninguna sorpresa. Next".

Cuatro horas después, revelada ya la extravaganza musical encarnada en un line up diverso y equilibrado entre transversales (nuevo-viejo / adentro-afuera / alternativo-comercial / seguro-arriesgado / gigante-pequeño…), con sesenta nombres como Kings of Leon, Calvin Harris, Foster The People, Kasabian, Damian Marley, SBTRKT, Alt J, Draco Rosa, Calamaro, Él Mató A Un Policía Motorizado, Systema Solar, Puerto Candelaria y una fuerte dosis de emergencia nacional, desde la gemita más brillante del pop alternativo local, Pedrina y Río, hasta la nu-chirimía de Rancho Aparte, el fan page del Festival Estéreo Picnic parecía la escena de una masacre.

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Pocos, muy pocos, de pie. Casi todos caídos en combate.

El festival que solo siete meses antes le había cumplido algunas de sus más imposibles fantasías a ese mismo público que, en gran medida, había contribuido a formar, fue víctima de una trolleada histórica, inaudita para un evento de su envergadura y reputación, e injusta, la verdad, para un liderazgo que finalmente le ha significado un tremendo desarrollo a este sector del mercado. Que por qué repetían a La Mala. Que por qué no Coldplay, Lana del Rey, Smashing. Que qué gonorrea haber pagado por ver bandas nacionales. Que a esa ya la vieron gratis en Rock al Parque. Que a esa otra no la conoce ni su madre. Que para fumar marihuana y oír reggae estaba otro festival. Que hijueputas. Que malparidos. Que ladrones. Que mejor me voy al Lollapalooza Chile. Que no vuelvo a creer en nada.

Odio puro y duro.

Cero crítica de fondo. Haters y más haters al ataque.

Y tristemente, un tiroteo letal contra todas las bandas colombianas, grandes y emergentes, que fueron desolladas por sus mismos compatriotas en tiempo real.

Aunque también hubo humor, hay que decirlo. Comedia de altísima factura y en generosas cantidades.

"Me gustaba más The Tequendama's Jump", escribió uno cuando se anunció a la banda colombiana residente en NY, Salt Cathedral. "Cars, planes, helicopters, licuadoras, tostadoras, neveras… ¡están tirando la casa por la ventana!", puso otro, luego de que se anunciara la bogotana Planes, minutos después de que se revelara el también curioso nombre de su coterránea La Tostadora.

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"La violencia y el humor parecen ser parte esencial de nuestro ADN", me dijo Sergio Pabón, cabeza del festival, aún medio sacudido por el golpe (aunque tranquilo, pues según él, la venta de boletas ha incrementado desde entonces), cuando nos reunimos en un café de Chapinero para hablar sobre el tema unos días después. Para él, este fue sin duda el día más pesado en su carrera como empresario-promotor. Y quizás, a decir por sus palabras apasionadas y encendidas, uno que lo gradúa, más que como simplemente eso, como gestor cultural colombiano.

Es decir, como un productor de ideas para este momento y este lugar.

"Al final de eso me fui a dormir", me dijo. "No me paré de la cama en dos días. Deprimido. He estado reflexionando mucho, porque ahí hay aprendizajes importantes".

De nuestra conversación, que duró una hora exacta y que se desarrolló en una tónica muy distinta a la que tuvimos en vísperas del último Picnic algunos meses atrás (contrario a una entrevista clásica, esto fue más bien un monólogo de su parte, casi una terapia) extraje algunas explicaciones, conclusiones y reflexiones de un vocero que, aparte de alimentar una posible discusión entre los creyentes de su Picnic, considero importantes también para pensar la escena local y, por qué no, el futuro de un país que necesita, urgentemente, comenzar a hablar en términos de paz.

Los dejo con las palabras del hombre detrás del festival.

  • No nos esperábamos eso, la verdad. Sobre todo el odio. Es algo muy difícil de digerir. Lo que era una especie de celebración se convirtió en un funeral.
  • Ese día estábamos todos reunidos en la oficina. Y mientras anunciábamos el line up, éramos mirando los celulares, callados… aunque de vez en cuando nos reíamos, porque eso sí hay que rescatarlo: ¡tenemos un humor muy fino los colombianos!
  • Mis comentarios favoritos: uno de Andrea. Algo así como "lo bueno de que Aterciopelados vaya a estar en el Estéreo Picnic es que Andrea por fin se va a bañar… con la lluvia". O un meme de Julio Correal vestido de rojo diciendo: "¡Sigan creyendo!". Pero mi top 1 definitivamente es el de Jorge Barón. Es una foto del man en la tarima con todo el público del Show de las Estrellas detrás. Dice: "¡Bienvenidos al Estéreo Picnic!"
  • A mí me parece bacano el debate y la polémica, la conversación, pero la gran mayoría era simplemente destrucción. Odio puro. Comentarios hirientes. Que te tilden de estafador o de ladrón duele, porque no somos eso. Es como si tú mandas a tu hijo al colegio el primer día y te lo devuelven hecho trizas. Así me sentí.
  • El festival es una plataforma cultural que, musicalmente hablando, siempre ha sido ecléctico al apuntarle a la diversidad de los géneros alternativos. Una de sus grandes misiones es llevar a la gente a lo que está pasando hoy en día, obviamente teniendo en cuenta que existen leyendas que siempre son pertinentes. Y este año el cartel tiene un enfoque importante en el tema de las bandas emergentes.
  • Como la habíamos sacado del estadio con el line up anterior, a la hora de hacer este cartel estábamos pensando así: '¿Por quién remplazamos a NIN? Por Prodigy. ¿A Phoenix? Por Arcade Fire. ¿A Pixies? Por Weezer'. Así, buscando una especie de sinónimos. Pero eso no funciona de esa forma. Hay bandas que no están de gira, hay otras que están inactivas, no es como tan a dedo. Y eso es lo que no mucha gente entiende y es algo de lo que también tenemos que aprender.
  • Increíblemente la gente este año estaba buscando algo más mainstream, más comercial, y lo buscamos también. Yo sabía que nos faltaba el Coldplay, por ejemplo. A nosotros nos pidieron mucho Coldplay, que no es una banda que yo admire mucho ni sienta que representa lo que el festival es, pero igual la buscamos. Pero dijo que no, y le dijo que no a todos los festivales del planeta. Esa banda no está tocando.
  • También sabía que nos faltaba la gran banda indie, que podía ser Strokes. Pero los perseguimos. Viajamos varias veces a convencerlos y no se pudo. También buscamos a otras bandas como Weezer, The Specials, Massive Attack, Portishead… pero no se dieron las negociaciones. No siempre todo lo que queremos se puede dar.
  • Yo creo que también nos faltó una banda de rock clásica, que es algo que la gente siempre espera. Y la verdad la buscamos mucho, pero no la encontramos. Entonces la gente preguntaba: '¿Y Smashing Pumpkins qué?' Pero fue una decisión que tomamos, que es criticable, pero los Smashing vinieron dos veces, tocaron en el Coliseo El Campín y luego para una marca en el Royal Center y ninguna de las dos veces hicieron un show bonito ni vendieron bien. No es una banda que yo considerara pertinente para este momento.
  • Esto es lo que hay este año en la música. Este año, yo creo que más que nunca, el festival está trayendo unas bandas que son punta de lanza de lo que está pasando actualmente. Tal vez aquí la gente no las conozca tanto, pero por ejemplo el momento en el que va a tocar Kasabian, Alt J o Skrillex, son los puntos cumbres de su carrera, el momento en el que todo el mundo está hablando de ellos. Y ya verá la gente cuando vea a SBTRKT.
  • El año pasado no pasó eso. Nine Inch Nails ya tenía mucho recorrido, Phoenix vino pero no con su mejor disco ni en su mejor momento, RHCP ni hablar, ya muy vieja, Pixies lo mismo… entonces de alguna forma yo creo que en ese aspecto dimos un gran salto. Y es algo que hemos buscado: que vengan al país las bandas que son grandes ahora en el mundo.
  • El año pasado pudimos darle al país un cartel demasiado potente, ecléctico, muy completo. Yo leía muchos comentarios de la gente diciendo que no nos habíamos superado. Pero no nos vamos a poder superar eternamente. Nos vamos a tener es que mantener. Y mantenerse significa que va a haber unos line ups mejores que otros. Es algo que la gente tiene que entender.
  • Nosotros este año invertimos tres millones cuatrocientos mil dólares en talento. Es un poco más de lo que nos gastamos el año pasado. Entonces el esfuerzo está. Traemos unos artistas que son gigantes, pero quizás en el país no los ven así. Aquí a la gente le gustan nombres grandes y conocidos como Red Hot Chili Peppers. Pero Calvin Harris y Skrillex son lo más grande que hay en su género hoy.
  • Nos acusaron de poner muchas bandas desconocidas. Pero es que de eso se trata. De pasar de ver gratis, a pagar por ver, a pagar por conocer. Es difícil, pero para eso son los festivales.
  • La gente también nos cuestiona por repetir bandas, y al respecto, tengo una cosa para decir: tenemos que repetir bandas o si no nunca vamos a tener bandas grandes aquí. Zoé, que es una banda con la que también nos dan mucho palo, ha hecho el trabajo que es, que es venir a tocar y a tocar y a tocar. La primera vez vendimos 80 boletas. 83. Nunca se me va a olvidar. Acabamos de vender 6 mil. Entonces, esa para mí esa la forma de hacerlo. Las bandas grandes se hacen.
  • Cuando tú anuncias el cartel todo de una, publicando el afiche de una vez, nadie va a leer a la bandita que está ahí abajo en la décima línea. Por eso, lo que quisimos hacer al sacarlas una por una fue darle a cada una su momento. Sus cuatro minutos de atención. Pero al hacerlo, no vimos venir la ansiedad de la gente. Podíamos anunciar al que fuera, pero si no era Coldplay o Lana del Rey, iban a masacrar al que fuera. Y la verdad ahí creo que la cagamos. Al anunciar el cartel de esta manera expusimos un poco a las bandas, sobre todo a las nacionales. Fue una balacera muy brava.
  • De los mil términos que se usaron para insultar a los artistas colombianos, el más complicado fue "nacional". Usaban la palabra en términos peyorativos. "Esa banda nacional". Ni siquiera había un argumento musical de fondo. Nada. El argumento era que era colombiana y que por eso mismo era una mierda.
  • Es verdad. Nosotros no apoyamos tanto el talento local emergente desde el comienzo. Un error del que nos arrepentimos. Pero finalmente entendimos que no podemos dedicarnos sencillamente a traer y traer bandas anglo que estén posicionadas porque, primero, es carísimo, y segundo, porque no es sostenible. Nosotros tenemos que crear nuestra propia industria local. Es parte de nuestra responsabilidad.
  • Maduramos. Cuando empezamos éramos unos niños enamorados de un género que era el indie. Un poco como estos fans que ahora nos criticaron tan duro, por lo que de pronto lo que pasó sí demuestra que fuimos víctimas de nuestro propio invento. Pero yo ahora llevo seis años dedicado a este festival, viajando por el mundo, viendo festivales, viendo bandas, y de un momento a otro empecé a ser capaz de mirar hacia adentro, hacia mi propio país, a reconocer ese talento que de pronto había pasado desapercibido porque tal vez estaba un poco enceguecido viendo bandas indie, que son increíbles, pero la verdad es que en Colombia también hay unas bandas tremendas. Al madurar como curadores, como promotores, como gestores culturales, empezamos a descubrir estos errores en nuestro pasado. Ahora se la vamos a meter toda a lo nacional. Por eso, vamos a abrir una tercera tarima donde va a estar todo este talento emergente.
  • Si nosotros no apostamos por el futuro de la música en nuestra lengua, pues viene desapareciendo, realmente. Nosotros seguimos haciendo conciertos de Café Tacvba, de Zoé, de los Fabulosos, que son bandas que llenan, ¿pero qué banda latina nueva llena? Jodido. Y por eso nuestra apuesta ahora es las bandas emergentes latinoamericanas. Además, el festival no es viable a futuro si no apostamos desde ya en las bandas emergentes, porque no va a haber talento después.
  • Este fue un festival que empezó muy chiquito, casi apuntándole a un nicho. No fue un Lollapalooza, gigante desde su nacimiento. Este festival ha crecido, ha mutado y ha evolucionado desde el primer año. Hay mucha gente que quizás se perdió eso, cuando vendíamos 1,800 boletas. Entonces están desconectados de nuestra propia historia. En esa evolución obviamente el discurso cambió, las posiciones han cambiado, hemos buscando estar más a la altura de lo que nosotros nos inventamos y de cómo la gente se lo ha apropiado. Uno se comienza a dar cuenta de que este festival ya no es nuestro.
  • Yo soy un fiel admirador, seguidor y amante de lo que Rock Al Parque ha logrado en Colombia y de lo que significa para esta ciudad, pero así como nos ha dejado tantas cosas buenas, nos ha dejado cosas malas, como por ejemplo que acostumbró a la gente a lo gratis, que es un tema muy difícil. La gente cree que porque como vio a un artista gratis en Rock Al Parque entonces ese artista ya no vale. Y a mi eso parece una percepción bien errónea.
  • Aterciopelados, sin duda, es la banda más importante de nuestra historia en cuanto a nuestro rock, y por eso la pusimos donde lo pusimos en el cartel. Pero entonces como ya los vimos en Rock Al Parque, gratis, ya me valen huevo. Eso no está bien. Aterciopelados es la banda más grande que tenemos. Un regreso como ese, que además se dio gracias a Rock Al Parque, no lo podíamos dejar pasar. Debería producirnos orgullo.
  • En los próximos años vamos a tener un headliner colombiano. Lo va a haber. Una banda como Bomba Estéreo, por ejemplo, se lo merece. Y entonces la gente va a saltar y a decir que ya los vieron tocar en la Caracas y en el centro por 10 mil o que los vieron gratis en Rock Al Parque. Y pues sí, eso le pasó a todas las bandas en su país, tocaron en los antros, porque así es que se crece… Así que si los vieron alguna vez en un antro en el centro, siéntanse orgullosos. Nosotros tenemos unas bandas de un nivel muy basto. Y vamos a hacerlas grandes.
  • Ahora, yo no se si la gente conoce a esa banda que se llama Bajotierra, pero ese es uno de los logros más grandes del cartel de este año y no ha habido un solo medio o persona en redes sociales que haya dicho algo al respecto. Nosotros logramos el regreso de una de nuestras bandas icónicas. Coachella trajo de regreso a Rage. ¿Por qué nosotros no podemos pensar en traer de regreso a nuestras bandas y de izar esa bandera con el orgullo que se merece? Yo no se qué fue, si no los conocían o qué, pero nadie dijo nada. A esa la acribillaron también.
  • De todo lo que pasa en Colombia, el rock como género, hablando casi en términos puristas, es algo que se nos ha venido complicando. Pero una banda como Puerto Candelaria es nuestro rock. Incluso: nuestro punk. Como Rancho Aparte.
  • Esa diversidad cultural colombiana se tiene que ver reflejada en el festival de música más grande del país. Y es una vaina absurda que no pase. Es nuestra responsabilidad como gestores culturales, que nuestro line up refleje que es un festival hecho en Colombia.
  • ¿Por qué si el cartel del Estéreo Picnic tiene menos bandas que el mismo Lollapalooza Chile, Argentina o Brasil, cuesta lo mismo o un poquito más? Es una duda importante. Y yo entiendo que sea un poco caro, pero nos toca. Lollapalooza Brasil vende 80 mil boletas diarias. Chile está como en 70 mil, a la par de Argentina. Eso es un recaudo muy loco. Por eso tienen un presupuesto muy elevado. Nosotros en el 2014 vendimos 45 mil boletas divididas en tres días. Como somos poquitos, la única manera de poder pagar un festival como el Estéreo Picnic es que esos poquitos paguen más.
  • Nosotros tenemos una cultura festivalera, de conciertos y de música en vivo muy joven. En Argentina en los 80 llegaban todas las bandas. El récord de conciertos de Roger Waters en el planeta es tocar nueve veces seguidas en el estadio de River. Y los Rolling Stones no se cuántas veces tocaron. Esos son unos manes que han estado muy vinculados a la música y a los conciertos. Allá hay una cultura de eso. Nosotros somos todavía muy jóvenes y muy primíparos en ese aspecto. Y por eso aún no sabemos bien cómo funciona. Todavía tenemos mucho que aprender.
  • Un festival es una pequeña Colombia. Todo un laboratorio. Todo lo bueno y lo malo nuestro está ahí representado. Y entonces uno se empieza a dar cuenta que hay mucho odio. Crítica sin argumentos. Destructiva. Me he dado cuenta también que somos muy godos todavía. Y que abrirle la mente a la gente es difícil. Pero esa parte de nuestra tarea. Porque sería muy fácil hacer un line up muy vendedor para volvernos ricos. Pero estamos intentando abrirle la cabeza a la gente, mostrarle ideas, posiciones y declaraciones, para que las tome, para bien o para mal, porque realmente creo que de eso se trata la cultura. De crecer y hacernos mejores como sociedad.

Queremos saber qué piensan. Bienvenidos los argumentos, la discusión y el debate. Comentarios (sin violencia, por favor) aquí abajo. ¡Adelante!