Foto tomada del Facebook de Los EspíritusCon toda la música que hay hoy en día, a veces se olvidan por completo esos días en los que el rock n' roll era un género nuevo, cambiante, transgresor y completamente emocionante, algo que sonaba completamente fresco en tus oídos y que le cambió a millones la manera de ver al mundo, tal como lo hizo el LSD para muchos otros. Con el tiempo el rock fue evolucionando, nacieron mil subgéneros, y, en algún punto, su escencia bluesera, el género del cual se engendró el rock, pareció perderse. Y es por eso que escuchar a Los Espíritus es una gozada tan grande. El sexteto de Buenos Aires publicó ayer por la noche su apenas segundo álbum de estudio, Gratitud, un álbum tranquilo, hipnótico, el cual está completamente influenciado por el blues rock y la psicodelia de los 60, pero que no suena retro como tal, sino que de alguna manera logra que su música se escuche completamente fresca.Gratitud está lleno de canciones perfectas para manejar por la carretera sin rumbo alguno; para acampar en el desierto y escucharlas junto a una fogata con varios amigos, mientras esperan a que amanezca para que puedan ir a recoger peyote; o para musicalizar un western moderno. Y si lo anterior no se los dejó claro, aquí va: está buenísimo.Liberen su agenda por completo, pónganse unos audífonos, échense y disfruten, que discos como estos se hacen muy pocos hoy en día.