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Música

Hablamos con My Empty Phantom sobre su relación con México, la espiritualidad en la música y por qué es mejor tocar solo que acompañado

Jesse Beaman es uno de los más emocionales y desbordados artistas allá fuera. Nos sentamos con él en su paso reciente por El Imperial. Checa lo que nos dijo.

Foto de Courtney Chavanell, vía

Los que hemos tenido o hemos intentado tener bandas o montar un proyecto solista sabemos perfectamente la re-chinga que esto significa; en especial en relación a los compañeros de labor. Nunca falta el que tiene pedos para ensayar, o el que se quiere fajar a tu novia, o ese que huele a chivo y nadie se atreve a decirle, o la diva que tiene la boda del hermano del tío del abuelo justo el día en que por fin te salió un toquín. Y luego andas de solista y se te cruzan las fechas con tus músicos, pues a fuerzas tienen que comer y están más solicitados que la puta de la esquina del presidio. Ahí se vienen las cancelaciones, los parches de última hora, los formatos disminuidos que nos gusta disfrazar de "acústicos" y, como última opción, convertirse en el hombre-orquesta; opción que tomó el talentoso Jesse Beaman plasmada en su proyecto My Empty Phantom.

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Como él mismo admite, su música emocional se balancea entre dos polos que parecen opuestos, pero que están más bien sujetos al estado anímico del autor: la euforia y la melancolía. Pues sí, hay a quienes el rock instrumental y atmosférico de My Empty Phantom los hace llorar, y luego están a los que les baja la urgencia de comerse el mundo. Todo depende, creo, de cómo les agarró el día y de cuantas cubas se tomaron antes de presenciar este circo aparentemente pobre, pero de gran calidad artística.

​My Empty Phantom lleva la polivalencia instrumental y la intimidad escénica a gran nivel expresivo, apoyándose tan sólo en un par de instrumentos, un hombre de mediana estatura y un chingo de pedales de loops y efectos.

La fuerza estética y sonora de sus presentaciones en vivo es tal que ha logrado construir una pequeña pero mega fiel base de fans alrededor del planeta, que esperan con ansias la aparición de su primer lanzamiento oficial desde Red Giants EP del 2013. Y este año, por fin, esos fans estarán de fiesta con el lanzamiento de su primer LP, el cual grabó en México el año pasado y que se estará publicando proximamente a través del sello independiente Pedro y el Lobo Records.

Sobre Jesse podemos decir que tiene 28 años y que nació en Miami en el núcleo de una familia nicaragüense, aunque fue prontamente adoptado por una familia americana. Si bien pasó un largo tiempo en NY, hace 10 años que tiene su base en Austin, Texas, y cada vez se le ve más cruzando la frontera en sentido contrario a la de los inmigrantes paisanos.

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Antes de su presentación en el Festival Primadélica, interrogamos a Jesse, le sacamos algunas risas y contestó todas nuestras preguntas… incluso las más absurdas.

NOISEY: ¿Qué usas en el escenario?
Jesse Beaman: En vivo toco la batería, el piano y la guitarra con pedales para hacer loops. También coordino las luces y la proyección de imágenes hechas especialmente para mi show. Eventualmente me gustaría agregar gente para shows y tours "especiales", pero soy feliz tocando solo. Es algo muy espiritual para mí.

Por un lado te considero un genio: no tienes que viajar con compañeros de banda insoportables, es más barato, ganas más dinero y nadie te trata de robar a la novia, pero ¿quién carajo carga todos tus instrumentos?
Es chistoso; mucha gente me pregunta eso. Usualmente viajo con mis pedales de efectos, mis platillos y una guitarra. Depende de dónde esté, pero generalmente me consiguen el resto del backline. Aunque viaje solo, siempre hay gente acompañándome en mis shows. Recibo mucha ayuda.

¿Cuándo empezaste a tocar solo? ¿Fuiste alguna vez parte de una banda?
Solamente estuve en una banda antes y la verdad no hicimos nada… No fue una gran experiencia ver a todos renunciando a hacer música. Ahí fue que decidí hacer mi propio proyecto: cuando vi a mis amigos dejar de tocar.

¿Crees que tu show es mejor así, o eres un cabrón egoísta al que no le gusta compartir el escenario?
Recientemente he conocido gente con la que sí me gustaría colaborar. No te diría que soy egoísta, pero My Empty Phantom está muy basado en mi vida, mis pensamientos, emociones y perspectiva. Sin embargo, soy la clase de persona que siempre está feliz de ayudar a otras personas a completar su propia visión de la música. Siempre le digo que sí a los jam sessions con los amigos… entonces también me gusta tocar con otros, ya sea "en serio" o no.

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Te vi en vivo y me llamó la atención cómo logras armar todo con un click.
Me he pasado horas ensayando los loops una y otra vez. A estas alturas ya me resulta totalmente natural; en especial el piano.

Tienes una importante conexión con México. ¿Qué hace un tipo de Texas cruzando la frontera de allá para acá a cada rato? Generalmente es al revés…
De niño, aunque mi familia vivía en Nueva York, volábamos seguido al sur de Texas para visitar a mis abuelos, quienes me llevaban al interior de las montañas de México en busca de aventuras. Escalé las pirámides más altas, me quedé en la cabaña de mi abuelo en el bosque lluvioso, exploré las cuevas de cristal y mucho más. Hay un lugar especial en mi corazón para México y estoy eternamente agradecido de estar tocando acá y que esté de vuelta en mi vida.

¿Extrañas tener compañeros de banda?
Para nada. De hecho ni siquiera me acuerdo de cómo es tenerlos. Sé que podría hacer más con un baterista o un guitarrista, pero hay algo especial en tener limitaciones. Puedo pensar cómo expresarme en cada instrumento, uno a la vez. Como decía, es muy espiritual para mí.

¿Cuántas chicas puedes conseguir por show, así sin competencia?
Chistosa pregunta. Trato de evitar usar mi música para conseguir chicas. No está en mis metas cuando estoy en un show o de tour, pero es una buena pregunta. Tal vez empiece una nueva banda cuyo único objetivo sea conseguir chicas… ¡y nos olvidamos de la música, jajaja!

¿Que más te gusta hacer solo? (Sin mucho detalle ¡por favor!)
Generalmente estoy en Austin llevando una vida sencilla. Me gusta andar en bicicleta, hacer kayak y pasear a mi perro. También me gusta ir al ACL Live Moody Theatre en el centro y tocar un piano de cola que tienen ahí. Últimamente he estado escribiendo la idea para una película y pienso en hacer más fotos y cine y también empezar un jardín en mi patio trasero. Estoy además trabajando en las ilustraciones del libro de poesía de un amigo y hago música para televisión, películas y publicidad, incluyendo documentales de National Geographic.

Aparentemente inofensivo, Jesse Beaman puede ser un animal cuando entra en trance arriba del escenario y conecta con la audiencia. My Empty Phantom es innegablemente agradable al oído y el corazón, pero es cuando lo ves arriba del escenario donde todo se vuelve surrealista y volteas hacia la persona más cercana para preguntar: "¿Y todo esto lo está haciendo solito este cabrón?".