Ezekiel: "Soy como Drácula, no puedo estar lejos de mi tierra"

Aunque avanzada regia fue uno de los sucesos musicales más importantes de los noventa, eso ya quedó atrás. Demasiado tiempo, bandas, y sucesos sociopolíticos han ocurrido desde entonces, y actualmente existe una nueva generación de músicos jóvenes que comienzan a ganar terreno en la escena nacional.

Dentro de ellos músicos se encuentra Ezekiel, un DJ y productor regio que poco a poco va ido ganando terreno a nivel nacional. La cercanía de Monterrey con los Estados Unidos han generado en él un estilo único, haciendo un híbrido entre hip-hop y la bass music, que suena bastante fresco en la escena nacional.

Platicamos con Ezekiel sobre la escena norteña, sus comienzos, las influencias en su sonido, cómo es el cotorreo en el norte y qué nuevas cosas trae entre manos. Acá nuestras notas.

NOISEY: Comenzaste a hacer música desde temprana edad pero, ¿por qué tomar un sintetizador o una máquina de ritmos y no una guitarra o una batería?

Empecé a cantar y a tocar batería desde los 5 años. Luego empecé con el bajo eléctrico, guitarra y flauta dulce. Después estuve en una banda de metal, donde escribía mis propias canciones, pero me harté de tocar con otras personas. A los 15 años hice algo de diseño sonoro, y ya había escuchado algo de jungle y drum and bass, que me parecían ritmos muy atrevidos y en ese momento no conocía a nadie que hiciera esto, entonces decidí lanzarme a hacer música por computadora.

¿Dónde fueron los primeros lugares en los que empezaste a tocar en Monterrey? ¿Qué música producías?

Fue en un lugar que se llamaba Underground, en una fiesta de drum and bass, el 6 de Junio de 2006. Comencé produciendo Jungle, House y Hip-Hop. Pero lo que más me mataba era el drum and bass obscuro —el negro funk, le llaman.

Tu sonido es muy diferente al de toda esa escena del norte, tiene un flow de la vieja escuela del hip-hop, pero también tiene cosas bien macizas de Trap. Cuéntanos de tus influencias.

De la música electrónica, fuera del metal, la música clásica y los boleros, Buraka Som Sistema, Aphex Twin, Massive Attack, toda la onda de Bristol, el House clásico, Armand Van Helden, DJ's que conozco desde niño y me encantan.

Ayer tocaste en una fiesta con Santos, el padrino obscuro del Ruidosón. Monterrey está lejos de Tijuana, pero ¿te consideras parte ese movimiento norteño que se está comiendo al centro?

¡Claro! (ríe). Ayer estrené mi proyecto nuevo que se llama Gabriel, como mi segundo nombre, y es de house. Fue muy interesante tocar junto a Santos, me cae muy bien y respeto mucho su trabajo.

Ezekiel - Los Productores

¿Qué diferencias encuentras entre escena regia y la del centro del país?

Estando más cerca Monterrey de los Estados Unidos, [esa] es mayor su influencia sonora. En el centro hay mucho bass music y en Monterrey hay muy poco. La fiesta en Monterrey está muy segmentada, pero la gente es muy fiestera y como hace mucho calor la gente toma mucho, entonces les late andar en el desmadre. Pero eso sólo lo puedes entender si lo experimentas por tu cuenta. Y comparado al DF, acá la banda también es muy fiestera pero se desvela más, dura más el cotorreo en los antros.

¿Y el pedo de inseguridad está cabrón?

Durante el sexenio pasado estuvo muy difícil, pero ahora es otro rollo, ahora hay muchas fiestas y eventos. Por ejemplo, mañana va a haber un festival con Sasha, Laidback Luke, GTA, 12th Planet, chorros de artistas. A diferencia del sexenio pasado, donde todo estaba muerto, ahora está regresando la vida nocturna. Gente como mi hermano, que tiene una compañía que se llama Del Pueblo Pal Pueblo, se está encargando de revivir las noches de música electonica en Monterrey. Los clubs continúan, como el Café Iguana, el Salón Morelos (antes el Tinieblo), el Art, el Skizzo. Pero mi hermano es de los pocos que está haciendo eventos independientes de la onda bass music con gente del centro y del resto de la República, con el único fin de promover la música.

Monterrey siempre fue un gran semillero de artistas de hip-hop, pero la escena se ha apagado un poco. ¿Qué crees que esté pasando?

Los tiempos cambian. La “avanzada regia" de los 90 fue muy fuerte, [había] artistas de hip-hop como Control Machete, El Gran Silencio o Plastilina Mosh, que también tienen cosas de hip-hop. Después de eso entra Kinky. Siento que la música se renueva cada cierto tiempo; ahora mismo está agarrando más vuelo la onda del hip-hop y en Monterrey a todos les gusta, es como si estuviera en su sangre. Y en mi experiencia como DJ eso para mí es la mayor diferencia entre DF y Monterrey: en mi tierra puedo tocar lo que quiera y donde quiera, y aquí hay menos cultura de hip-hop, la gente lo ve como cosa de “cholos”. Aunque eso está cambiando, ahora hasta los más fresas escuchan a Kendrick Lamar, A$AP Ferg o A$AP Rocky.

En las calles del DF se escucha mucho la cumbia y la salsa, ¿qué suena allá y cómo influye en ti?

Monterrey es capital de cumbia colombiana y ballenato, y la neta a mí me encantan esas ondas, pero tengo la apertura para escucharlo y apreciarlo. Hay personas como Celso Piña, que es un ícono; Javier Estrada, que combina la cumbia con moombathon y bass music, me parece genial.

¿Qué músicos de la escena norteña nos puedes recomendar?

Javier Estada, Polivios, 3Ball MTY, y bandas de rock como Niple, Circus Circus y Adán Cruz que ya vive en DF.

¿Por qué seguir viviendo en Monterrey y no migrar al centro?

Siempre que vengo me preguntan lo mismo y siempre respondo lo mismo: “Soy como Drácula, necesito estar cerca de mi tierra”. Si lo que uno hace tiene el suficiente peso no importa donde estés, siempre te van a jalar. A mí me gusta Monterrey, es mi ciudad y la neta no tengo la necesidad.

Cuéntanos sobre Gabriel, tu nuevo proyecto

Va de house, funk y soul. Básicamente estoy produciendo música de club. En el cato en vivo también canto. Es el lado blanco de Ezekiel.

Acá la más reciente canción de Ezekiel, publicada en la tercera compilación Club de Discos. ¡Dense!