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Música

El Muertho renace

De ser un vagabundo en Tijuana que vendía CDs quemados con sus canciones, El Muertho a pasado a salir en la tele y publicar su primer álbum de estudio.

Hace un par de años entrevisté a Balthazar Hernández, también conocido como El Muertho TJ, un vago, pordiosero, y genio que encontrabas cualquier día de la semana en el centro de Tijuana interpretando sus éxitos de culto como “Satánica”, “Rock para Satán”, y otros muchos que invocan al señor de las tinieblas. A pesar de haber sido de los personajes estelares en la película Navajazo, no uno no esperaría que este underdog alcance la fama.

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Pasaron los meses, me vine a vivir a ‘la capital’, y me vuelvo a encontrar con Balthazar, en la tele con Facundo. Al principio no pensé mucho al respecto, hasta que empecé a ver carteles en las redes que lo anunciaban como telonero para Pellejos, quienes usaron un sampleo del Muertho en su nuevo disco. No fue hasta que lo vi como acto principal en el Bahía Bar un viernes por la noche —cover, casa llena—, que me voló la cabeza.

Empezando el minuto 4, podemos ver como se encuera sobre el escenario, se esconde el pene, y se cae por accidente.

Ahora El Muertho se encuentra frente a un público hetero-flexible, muy prendido e identificado con el mensaje necro-fronterizo de aceptación que ha venido predicando con el tiempo. Estamos hablando de un señor que tocó gratis en la calle por años, vendiendo CDs quemados de su material y camisetas HTM (el DIY región 4), perreandola día y noche sin removerse nunca el maquillaje de KISS.

¿Por qué importa esto? Aunque la música de Balthazar no sea un ejemplo de excelencia lírica ni mucho menos melódica, y aunque sus grabaciones previas hayan sido increíblemente rudimentarias y se haya colado a una señal de radio AM, estas canciones llegaron a los oídos correctos. Y tan sólo con eso, ahora El Muertho vive en D.F. mientras toca para ganarse la vida y graba un disco formal con Dos Tonos/Lost Causes, una disquera independiente, que estará presentando el 31 de octubre en el Cine Tonalá.

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En parte, esta suerte de eventos no son más que eso, pero por otro lado El Muertho es un músico dedicado, que nunca sale de personaje, nunca deja de apantallar con su bizarrés y al que le encanta tocar. Esa dedicación a una base de fans que se encuentran en el subsuelo del underground amerita buen karma como artista. El amor que Balthazar le tiene a sus fans ha llegado al punto que cada semana les entrega dos ejemplares de Mundo Diabóliko, un cómic que él mismo hace y en el que visualiza sus aventuras cosmo-sexuales. Un cross-branding digno de Marvel.

En un país que escurre talento musical desde lo más pop hasta la vanguardia más rebuscada, es curioso ver cómo un ex–vagabundo la está armando. Es hora de hacer llegar toda la música que nos gusta a los oídos correctos para que como Balthazar, nuestras bandas independientes encuentren su público. O igual sólo hay que vestirlos de negro, ponerles maquillaje y decirles que pelen a sus fans. A continuación, las nuevas grabaciones del Muertho de Tijuana: