FYI.

This story is over 5 years old.

Música

El pop del Khmer Rouge

Sinn Sisamouth es, por seguro, uno de los nombres más conocidos en Cambodia o Camboya. Es uno de los máximos representantes de la música jemer, pero también de la música occidentalizada en ese país. Jemer. Él era uno. Esto significa que era parte del grup

Sinn Sisamouth es, por seguro, uno de los nombres más conocidos en Cambodia o Camboya. Es uno de los máximos representantes de la música jemer, pero también de la música occidentalizada en ese país. Jemer. Él era uno. Esto significa que era parte del grupo étnico mayoritario de aquel país del sudeste asiático -es más, el término jemer, podría ser sinónimo de camboyano.

De 1863 a 1953, Cambodia fue un protectorado francés. Esto es, en grandes términos, una especie de colonia francesa.Durante los años que transcurrieron entre su independencia y la llegada de los jemeres rojos al poder, Camboya vivió un auge económico y cultural representado mayoritariamente en su música. De hecho, quien fuera el primer gobernante de la Camboya independiente, el rey y posteriormente cabeza de Estado, Norodom Sihanouk, era un consagrado cantante, cineasta y saxofonista amateur. Esto permitió una gran apertura a las tecnologías musicales que se estaban desarrollando y utilizando en el mundo occidental. La llegada de instrumentos, al igual que de accesorios como la casettera o el radio, permitieron la introducción y aceptación de los elementos culturales extranjeros, sobre todo estadounidenses.

Publicidad

Un auge en la industria musical camboyana no se hizo esperar. Nuevas discotecas en donde nuevos bailes eran realizados, así como canciones y grupos occidentales eran escuchados, pulularon y estaciones de radio estadounidenses comenzaron a ser transmitidas teniendo un gran número de radioescuchas. Varios sellos discográficos camboyanos firmaron a una enorme cantidad de músicos lugareños, lógicamente aclamados por el público local. Lo curioso es que la música afrocaribeña fue la que más éxito tuvo. El chachachá, la rumba y demás géneros fueron interpretados por los grandes de la música jemer de aquellos años, entre los que se encontraba Sinamouth, y se grabaron discos en donde la mezcla de influencias caribeñas, asiáticas, francesas, estadounidenses, africanas y al parecer de todo el mundo se conjuntaron.

Uno podría pensar que después de su independencia, un pueblo habría intentado hallar su originalidad, sus particularidades como sociedad, y haberse alejado de aquello que la sometió durante años. Sin embargo, con los camboyanos no fue así y en parte pudo haberse debido a la excentricidad de su gobernante. Esto se asemeja a lo que sucedió con Shin Joong-hyeon en Corea.

Todo parecía ir muy bien. La relativa apertura y actitud liberal del monarca Sihanouk permitió un auge cultural altamente presumible en toda Asia. Sin embargo, la guerra en Vietnam comenzó y a pesar de poder pensar lo contrario y de haber declarado a Camboya neutral dentro del conflicto de la Guerra Fría, el rey Sihanouk favoreció a los comunistas vietnamitas dejándolos cruzar a su territorio para ocultarse de las tropas estadounidenses y para transportar armas. Lógicamente, esta decisión pondría al pueblo camboyano en peligro. Un Golpe de Estado militar no se hizo esperar; aprovecharon que Sihanouk se encontraba en Beijing y tomaron el control del país en 1970 comandados por el general Lon Nol.

Publicidad

Las medidas de censura del nuevo gobierno fueron desintegrando la escena musical camboyana al grado de casi desaparecerla. No obstante, lo peor a penas vendría. Para 1975 la escena y la producción musical camboyana sería exterminada. No por el gobierno militar, sino por un grupo de guerrilleros que se hicieron del poder traicionando, si cabe el término, a Norodom Sihanouk…

Los jemeres rojos fueron los guerrilleros comunistas que tomaron violentamente el poder en Cambodia en 1975 y lo mantuvieron hasta 1979. Hay que recordar la ubicación geográfica de Camboya. Tenían, obviamente, las influencias comunistas de Vietnam a un lado suyo y las chinas no tan lejos de ellos. Así pues, el rojo de su nombre lo adoptaron del comunismo que mantenía su vigencia en aquel rincón asiático.

Los jemeres rojos, antes de que Camboya se independizara, formaron parte del Partido Comunista de Indochina, constituido en Vietnam en 1919 por Ho Chi Min, líder histórico de la Revolución en Indochina (de la cual Camboya o Cambodia era parte). Hasta el fin de la Segunda Guerra Mundial, los comunistas camboyanos se independizaron del Partido Comunista de Indochina y formaron el Partido Comunista de Camboya que logró tener mucha importancia en los años 50. Este partido, al igual que sus integrantes, estuvieron sumamente influenciados por las doctrinas Mao Tse Tsung que básicamente arrastran las ideas de una revolución campesina, democrática y popular: todo ello fue asimilado y engullido por los camboyanos comunistas.

Publicidad

Camboya se independizó en 1953 cuando se celebraron los primeros tratados de paz de París que pusieron fin a la ocupación francesa en Indochina. Estos tratados, a pesar de esperar lo contrario, causaron una profunda división entre Vietnam del Norte y Vietnam del Sur, que eventualmente culminó en un conflicto que veríamos representado en diversos filmes estadounidenses. Como se advirtió anteriormente en el texto, Camboya se mantuvo al margen de este conflicto. Sin embargo, otro elemento que acabó por decidir a los militares a llevar a cabo el Golpe de Estado fue que el territorio camboyano se vio en numerosas ocasiones atacado por las operaciones estadounidenses en la frontera entre Vietnam y Camboya.

Tras el Golpe de Estado, Sihanouk vio en los jemeres rojos una posibilidad de volver al poder. Aliados, derrocaron al corrupto y a fin de cuentas débil gobierno militar. Sin embargo, quien fuera monarca sería traicionado y los jemeres rojos se harían del poder de Camboya nombrando a este país como Kampuchea Democrática. Esto es lo que significó la desaparición de la recién gestada cultura musical -y bueno, de la cultura en general- de la Camboya independiente. Los jemeres rojos tenían muy arraigadas las ideas maoístas y estaban fuertemente inspirados por el impulso de la Revolución Cultural China de 1966. Sin embargo, todo en exceso es malo.

El recién instaurado régimen comunista buscó una reeducación de los habitantes de Camboya. Buscó erradicar el pensamiento burgués y plantar el revolucionario en el campesino. Así, todo aquello que pudiera parecer burgués sería eliminado. Obviamente los instrumentos extranjeros, así como las manifestaciones culturales de occidente, fueron consideradas como burguesas. Los sellos discográficos, las discotecas, las estaciones radiofónicas, todo lo que había sido creado en el florecer cultural independiente camboyano fue extinguido. Todo aquello que pudiera significar un peligro o representar una oposición para el régimen sería borrado de Kampuchea: cines, teatros, televisoras… prácticamente todo lo que no fuese considerado como revolucionario fue borrado. Se estima que nueve de cada diez músicos (hayan sido cantantes, compositores, músicos, bailarines) camboyanos fueron asesinados por el gobierno comunista, entre ellos, Sinn Sinamouth.

Publicidad

Dentro de la misma ideología de los jemeres rojos, las ciudades también fueron consideradas símbolo de burguesía. Millones de personas fueron trasladadas de las urbes hacia las zonas rurales. Lógicamente, al no tener idea de cómo sembrar, muchos fueron muriendo de hambre. Asimismo, esta situación causó que la agricultura cayera abruptamente, produciendo una hambruna general en todo el país asiático. De igual forma, y supongo que a esta altura ya es lógico pensarlo, los opositores al régimen comunista fueron prontamente ejecutados.

Pero la guerra en Vietnam terminó. En 1979, una operación militar del reorganizado ejército vietnamita acabó de cierta forma con el régimen de los jemeres rojos. Un estado al que podríamos denominar satelital de Vietnam se hizo cargo del poder de la ahora República Popular de Kampuchea. Ya eso, si al lector le interesa saberlo, lo podrá investigar por sí mismo.

Regresando a la música… El hiato cultural formado por el régimen jemer pareció permanecer. Difícilmente se formó un enlace entre la cultura musical previa a Kampuchea Democrática con la posterior. A pesar de que cassettes hayan sobrevivido, el sincretismo de la música camboyana de la década de los sesenta hasta ahora no ha regresado. Sí, existe una influencia occidental dentro de la nueva música camboyana, pero en lo absoluto resulta similar a la que se logró desarrollar en aquélla década.

@sansolo