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Música

El MUTEK según Daniel Patlán

El fotógrafo más elegante del medio resume los últimos dos días del festival en palabras e imágenes.

NOCTURNO1: Jon Hopkins y Andy Stott Disciplina y sencillez, la clave del éxito

El primer evento de MUTEK.MX en el Foto Museo Cuatro Caminos se llevó a cabo el viernes. Dentro del cartel estaban Daniel Avery, Planningtorock, Born in Flamez, Roman Flügel, nuestros dos personajes de la noche: Jon Hopkins y Andy Stott, y varios más. Nunca había ido a ese foro y en cuanto llegué, me sentí como en el hotel de El Resplandor, todo parecía un laberinto de paredes blancas con rojo.

Después de ver a distintos actos, llegó el turno de conocer a Jon Hopkins y contarle sobre los ensayos que Noisey estaba haciendo dentro de MUTEK. Al acercarme al inglés, me topé con un tipo tímido, tranquilo y muy sobrio en su hablar. Vio el ensayo de Schem y lo primero que dijo, con una sonrisa como de pena, fue: "No pongan tantas fotos mias. No me malinterpretes, están muy buenas las fotos, pero… no sé. Sólo menos mias". Después de esto río y fue cuando pudimos hacer la Polaroid. Me dijo que después de tocar se iba a ir de regreso al hotel entonces no tenía caso que lo esperara para hacer algunas fotos de eso. Me dio las gracias y se fue a sentar.

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Hopkins estuvo muy tranquilo en su camerino mientras esperaba el llamado de producción para subirse al escenario. Aquí fue cuando cambió su modo y entró como en una burbuja de concentración. Mientras esperaba a que arreglaran unos detalles técnicos, el inglés esperaba detrás del escenario, ansioso, caminaba de un lado al otro, se sentaba, se volvía a parar. Hasta que llegó la hora de subirse y volver loco al público. Por lo poco que conviví con él, se ve que es un tipo sumamente disciplinado y ordenado, cualidades que podemos escuchar en su música también.

Después de Jon Hopkins, pero en la Sala B, se presentaba nuestro segundo sujeto de la noche, Andy Stott. De igual manera, le conté sobre lo que estábamos haciendo y sin ningún problema dijo que sí. Lo único que quiso aclarar fue si era video o sólo foto. "Sólo fotografías", contesté.

Mientras hacíamos la Polaroid, me contó que estaba nervioso porque nunca había tocado aquí y que mucha gente durante el día le dijo que lo venían a ver a él. "¡No me digas eso! Me pone más nervioso" era lo que contestaba Stott mientras reía. Seguido de esto, Andy dijo algo que se me quedó grabado y que aplica no sólo para esa noche: "Pero sabes, al final del día, estamos aquí por lo que hacemos, por eso la gente nos busca y nos viene a ver, por lo que hacemos, no por lo que somos".

El show de Andy ocurrió sin percance alguno, la Sala B estaba a reventar y la gente se veía emocionada y satisfecha con la presentación del inglés. Lo peor para Andy Stott ya había pasado.

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NOCTURNO2: Ben Frost y Axel Boman

La segunda noche en el Foto Museo Cuatro Caminos, el cual ya no me parecía un laberinto, al contrario, encontré la lógica en cada uno de los movimientos que uno tenía que hacer para moverse ahí dentro. La aventura de la noche del sábado consistía en topar a Ben Frost y Axel Boman para hacer los ensayos con ellos.

El primero en aparecer fue el australiano radicado en Islandia, Ben Frost. Desde hace varios años empecé a seguir su trabajo gracias al sello Bedroom Community, por lo que ver su acto en vivo me emocionaba demasiado. Mi primer encuentro con Frost fue en la cocina, literal, del Foto Museo. Bueno, el lugar que la gente de catering acondicionó como cocina. Ahí, después de que comiera algo, le conté sobre el proyecto y muy amable me dijo que sí. "¿Qué necesitas de mí?" pregunto con un tono cuidadoso. "Nada realmente, que me dejes tomar fotos y hacer una Polaroid", "Perfecto, hecho".

El turno de Frost llegó y después de checar que todo estuviera en orden con su equipo, bajó del escenario, se quitó los zapatos y la chamarra y se puso a hacer ejercicios de estiramiento y lagartijas. Lo hizo por unos minutos, después se volvió a estirar. Cuando acabo volteó hacia donde estaba yo y me dijo: "Llevo demasiado tiempo en aviones" y subió al escenario. Lo de Frost en vivo es alucinante, mágico, uno de los actos en vivo que más emociones me han hecho sentir. Armado con dos amplificadores de bajo, una guitarra, su computadora y sus máquinas, convirtió el ruido en armonía y el caos en poesía. Durante los minutos que duró su presentación, todo parecía estar bien, en orden.

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A pesar de los corajes que pasó durante todo su set con uno de los dos amplificadores, el barbón lo hizo impecable, y al final, su presentación terminó con un corte abrupto. Todo se calló y el público se volvió loco de aplausos, Frost agradeció con una reverencia y bajó del escenario, donde nos contó a los que estábamos ahí que ese no era el final, que se le había apagado todo. "No te preocupes, nadie pensó eso" le dijo un chico que estaba ahí. Después de recuperar el aire y tomar agua, me preguntó si estaba todo bien o necesitaba algo más. Siempre en un tono amable y accesible, sin duda, el mundo es un lugar mejor por gente con Ben Frost.

Con Axel Boman fue más caótico todo porque estuvo ocupado desde que llegó al foro hasta que se subió a tocar, por lo que el acercamiento fue mucho más breve, aunque no por eso, menos ameno. El sueco estaba muy emocionado por subirse y hacer una fiesta como las que acostumbra en Estocolmo, y así fue. En cuanto puso un pie en el escenario, la idea de Boman se hizo realidad. La gente no paró de bailar hasta que el sueco bajó, un éxito total.

CLAUSURA: Pantha Du Prince and The Bell Lavoratory. La música electrónica nunca fue tan transparente

"Fue como poder ver música electrónica", decía un amigo después del show. Otros más hablaban sobre lo fino y delicado que fue el show. Sin duda, la presentación de este combo se quedará en nuestros recuerdos auditivos y visuales como una de las más bellas que hemos visto. Otro de los comentarios generales era que se podía ver de donde venía cada sonido que percibíamos, y eso, lo hacía muy transparente el show.

Fue una mezcla del mundo orgánico y académico con el mundo electrónico y autodidacta, un ejercicio de tolerancia en el que ambos demostraron que no están peleados el uno con el otro. Y si extrapolamos esto a nuestras vidas, pues el mensaje sería ese: seamos tolerantes y tendremos grandes resultados.