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Música

El desamor en los tiempos de invierno: Una entrevista con Torqueil Campbell de Stars

Un intercambio de sentimientos hombre-chica que de algún modo ya venían haciendo los Pimpinela desde los ochenta.

Las canciones de Stars se basan, básicamente, en un diálogo de incomprensiones y despechos despotricados en las voces de Torqueil Campbell y Amy Millan. Un intercambio de sentimientos hombre-chica que de algún modo ya venían haciendo los Pimpinela desde los ochenta. Claro, los diálogos de Stars conversan sobre estructuras melódicas instrumentales que, sin alejarse del pop sencillo y accesible, agregan sorpresivos cambios de dirección, haciendo de su música un compilado de canciones envolventes, de composición compleja que recuerdan la destreza minuciosa de Prefab Sprout. Quizás Stars sean sus herederos más dignos. Y desde luego, Torqueil y Amy no son hermanos de sangre como el dúo argentino.

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Stars es uno de los proyectos sobreviviente de aquel combo multitudinario Broken Social Scene, que junto con los Death Cab for Cutie pueden considerarse como los presuntos responsables de convertir lo indie en una religión sonora que en México desató una legión de fashionistas devotos.

Pero a diferencia de muchos proyectos más obsesionados por dar el gatazo de indie que hacer buena música, trascendental, los Stars han sabido mantener una línea de tiempo y estilo muy fiel a la lírica en primera persona, al relato breve musicalizado con tino.

Previo a su concierto el próximo 27 de marzo en el Lunario del Auditorio Nacional, hablamos con Torqueil Campbell, uno de sus fundadores, sobre los sentimientos que dinamitan sentimientos y que dan origen a las canciones de Stars.

NOISEY: Siempre que escucho algún disco de Stars, de algún modo, siento que me transporto a un momento gélido, aunque esté en la playa. Hay algo de narrativa invernal en las canciones de Stars, ¿estoy diciendo una barbaridad?

Torqueil Campbell: Para nada. De hecho tienes la sensibilidad muy desarrollada o a flor de piel porque sí, nuestras canciones, letras y música están relacionados con los sentimientos a bajas temperaturas. Será porque para casi en la mayoría de nuestros discos, nos hemos metido al estudio de grabación en épocas de invierno y el clima de algún modo se convierte en una gran influencia. Cuando el clima es terrible las dinámicas humanas también se alteran: te vuelves un poco más introspectivo de lo habitual; tomas y vas de fiesta con un propósito distinto a como lo haces en el verano; incluso las borracheras de invierno son algo medicinales, porque tu cuerpo entra en calor. Me atrevería a decir que hasta como banda funcionamos distinto en invierno que en verano. Te digo esto porque yo vengo de una ciudad al norte de Canadá, donde los inviernos son aún más crudos, y entonces no queda mucho por hacer más que desarrollar tu capacidad de observación y luego dejar que tu mente construya cosas, como historias, a las que les puedes poner música. Ahora mismo estoy en las afueras de Toronto y el clima es una reverenda mierda. Es horrible. Lo odio. No está tan culero, o sea, la primavera está empezando, pero sigue estando frío e incómodo.

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Que la mayoría de sus discos hayan sido grabados en invierno, ¿es un momento planeado o mera casualidad?

Así se han dado las cosas. En invierno no hay mucho que hacer. La gente suele vivir encerrada, así que encerrarte para grabar un disco es una buena forma de ver pasar el invierno. Y ahora que lo pienso, estamos como condenados a producir nuestra música en invierno porque mientras estamos en el estudio, los días pasan, el clima cambia, se vuelve cálido, sin planearlo salen giras, sesiones, entrevistas, pasan tres, cuatro, seis meses y cuando sentimos la presión de retomar el disco, producirlo, mezclarlo, ya sabes, de nuevo es invierno. Nunca se ha dado que tengamos que meternos al estudio en verano. No me dan ganas. Es la mejor época para disfrutar el aire libre.

Recuerdo que a principios de la década pasada, cuando llegaron los primeros CD's de Broken Social Scene a México, (y sus múltiples proyectos paralelos, como ustedes), Canadá se volvió algo así como la palabra asociativa del pop independiente, que empezaba a generar todo un embrujo que hasta derivó en lo que muchos consideran el sonido indie. Pero dadas las letras de BSS o Stars, la imagen de Canadá parecía aterrizar específicamente en Toronto, su cotidianeidad, sus ritmos urbanos, carreteras y panoramas. Y de pronto salta a la escena Arcade Fire y entonces toda la atención se mudó a Montreal, con un aliento como si la ciudad quebequense fuera prácticamente otro país. Siendo que ambos puntos son canadienses: ¿Ustedes también perciben esta diferencia? ¿Sienten que se puede hablar de rock canadiense conectando Toronto y Montreal?

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Qué interesante pregunta. Y es que, para mí, hay más diferencias entre Montreal y Toronto que similitudes. Diferencias muy gruesas. Hablar de una unión nacional en términos de rock entre Montreal y Toronto es arriesgado. Montreal es una ciudad francesa, para acabar pronto, muy influenciada y motivada por el espíritu y la cultura francófona. Es una cultura muy distinta a la de Toronto, en muchos ámbitos. Me parece que en Montreal no están tan concentrados en la generación de riqueza y sí procuran pasársela bien el mejor tiempo posible. Eso convierte a Montreal en una ciudad muy peculiar y hasta cierto punto alejada de, como bien dices, estos ritmos muy propios de urbes como Toronto, Nueva York, Londres o incluso la Ciudad de México, donde habría ciertas similitudes, como que la mayoría de la gente vive para generar dinero y gastarlo. Incluso los gobernantes de Montreal suelen tener carreras profesionales distintas a los políticos de Toronto o Nueva York. Es otro tipo de gente la que llega al poder. Sin tantos andamiajes políticos. Por otro lado, el lenguaje también interviene de una forma peculiar —por no decir radical— en Montreal. Y es que nos ha tocado ver que en Montreal hay personas que no hacen mucho caso a las bandas que cantan en inglés. Te sorprendería darte cuenta que en Montreal no hay tantos fans de Arcade Fire como imaginarías, a pesar de que es una banda que la ha hecho en grande alrededor del mundo. Incluso en Francia son más admirados que en su ciudad natal. Por ejemplo, en Montreal Arcade Fire apenas llega a vender un millón de discos, cuando en el resto de Canadá —Toronto, por ejemplo— llegan a vender más de cinco millones de discos, y podríamos sumarles otras ciudades como Vancouver. Así que es extraño. Evidentemente estas diferencias llegan a tener un impacto en el sonido de las bandas. Sí hay una diferencia en como suenan las bandas de Toronto y Montreal.

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¿Se detienen a desmenuzar esas diferencias sonoras, como para reafirmar que son de Toronto, o no se entretienen mucho con eso y simplemente se da?

Creo que simplemente se da, porque si te fijas, en Canadá no tenemos instrumentos tradicionales, como la gaita escocesa o la guitarra española, que las escuchas y automáticamente en tu mente haces una ubicación geográfica y se te vienen paisajes de países concretos. En Canadá, Toronto o Montreal, no tenemos eso, entonces el sonido va generando conexiones con lo que simplemente te rodea. Pero esto al mismo tiempo es buen caldo de cultivo para generar muchos proyectos musicales que te permiten incursionar en muchos terrenos sin tener ataduras nacionalistas. Este fenómeno también te permite asimilar las influencias con mayor libertad. Por ejemplo, me he dado cuenta que el punk británico de los 70 y principios de los 80 ejerció una tremenda influencia no sólo en el rock independiente canadiense, sino también en la música considerada mainstream hecha aquí, tienen acordes que provienen del punk del Reino Unido. También es cierto que hoy día, con el comercio por internet, te compras un sintetizador de Manchester y entonces eso de los sonidos propios de los países empieza a desdibujarse.

No tienes idea de lo fan que soy del Heart pero sobretodo del Set yourself on fire. Me los sé de memoria y me encantan. Son el soundtrack perfecto para cuándo terminas con una pareja, o esas veces que confundes al fuckbuddie con el amor de tu vida y sólo es alguien con quien tienes sexo. Tienen la dosis muy bien medida de éxtasis y azote. Cada que veo a un ex novio o ex amante con otro cabrón más bueno que yo, pongo “Your ex lover is dead” a todo volumen…

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Es que el amor es durísimo. Amar es perderse voluntariamente en un laberinto bastante complicado donde no siempre tienes el control de las cosas. Eso es desesperante y nada bello como dicen las tarjetas de felicitación. Pero creo que las canciones pop se hicieron para situaciones de rescate como cuándo te encuentras confundido o destrozado. Siempre he creído que cuando andas con el corazón roto y entonces escuchas una canción que parece entender al dedillo tu situación, como si estuviera leyendo tu mente, dice lo que tu podrías gritar en el calle, es como un evento supernatural. Me siento muy afortunado de poder hacer canciones que detonen estos fenómenos supernaturales, conectar con los sentimientos, de la gente, ese dolor que es tan ligero como molesto, como una piedra en el zapato, y poder ver su reacción cuándo estoy cantando una letra en específico, es algo indescriptible. Creo que es la verdadera gratificación de estar en esto de la música.

También me gusta mucho In Your Bedroom After The War y The Five Ghost. Pero siento que The North no tuvo esa fuerza sentimental. Este último, No One Is Lost, me suena como retomar ese rumbo, medio de película independientes del Set Yourself On Fire, ¿sí cabe en ustedes aquello de retomar los orígenes?

Más o menos. No del todo. Verás, yo no me creo, o no me asumo mejor dicho, en esa teoría de la evolución de las bandas. Yo no distingo la discografía de Stars entre un álbum y otro. Para mi, son todos parte de un mismo disco que simplemente sale particionado cada cuanto tiempo. Será porque me gusta mucho hablar, como bien dices, de las relaciones humanas como aventuras atemporales. Los sentimientos no dependen de las tendencias. Podrás mandar un whatsapp pero lo que dices es lo que mismo que se escribían en cartas antaño. Leo muchas novelas que no necesariamente pertenecen a esta época como los títulos de Patricia Highsmith.

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¿Te gusta la Hihgsmith?

Me encanta.

A mi también. Tiene una pluma muy hábil para estilizar el misterio, el thriller psicológico. Escarba con una delicadeza finísima las sociopatías y turbaciones que todos los seres humanos tenemos, unos más arrinconados que otros, pero que están ahí al final. Creo que mi libro favorito es Crímenes imaginarios.

Gran novela, con giros de tuerca que nunca esperarías de una pareja que ante una sociedad obsesionada con las apariencias no tiene problemas. A mi me gusta mucho El Talentoso Mr. Ripley. ¿Me entiendes? Las historias que se cuentan en Stars bien pudieron suceder en los 70 o ayer. Me siento cómodo con eso. No estar obsesionado con una época en específico para sentirme vinculado a una generación acaso.

Entiendo perfectamente, sin embargo, de algún modo Stars está muy vinculado a la generación indie, lo que sea que eso signifique. He de confesarte que a mi de pronto me exasperan un poco los fans (mexicanos) de Stars, de pronto son como maniquís de aparador de una tienda indie cantando… Puede que tantos cabrones que te rompan el corazón me esté convirtiendo en un tipo amargado…

Sé a lo que te refieres. Todo este asunto de la música indie por momentos me parece una broma fashion que se salió de control. Es como una leyenda urbana que quiere dejar de serlo para situarse como un estandarte políticamente correcto. Son terminologías muy ancladas en las apariencias (hablando de Patricia Highsmith, eh). Soy muy observador y me he fijado en los circuitos indie en el fondo no generan conexiones entre sí y eso no me atrae del todo. Hay algo de sobreactuado. Mi padre es actor y se de lo que te hablo. De pronto los circuitos indie menosprecian mucho los conciertos populares pero estos me parecen más honestos y entregados. La verdad es que no me gusta, no me interesa pertenecer a esa construcción que se ha hecho de lo indie. No pretendo cambiar nada aclaro. Yo no estoy muy interesado en todo aquello que se jacta de ser indie rock. Amo la música y el arte popular porque creo que hay voces honestas en ello. Yo digo que Stars es una banda pop y ya.

¿Están emocionados por su próximo concierto en México?

¿Es broma? Nos encanta tu ciudad. Tanto que quizás rodemos un video por allá…

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