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Música

El corazón roto de AJ Dávila: "Terror/Amor es la carta más honesta que pueden escuchar de mí."

Hablamos con el otrora líder de Dávila 666 sobre su disco en solitario, sus diez gatos, Puerto Rico y lo que es tener el corazón roto.

Pandy, Lady, Estrellita, Chikilina, Vaquita, Chavito, Rocío, Negri, Flavia y Lulu.

Estos son los nombres de los diez gatos del cantante y compositor puertorriqueño AJ Dávila. El ex líder de la banda de rock garage Dávila 666, ama y practica el box, la música y la adopción de gatos callejeros. “Son mi vida y una de mi puras dedicaciones, en mi familia rescatamos, les buscamos un hogar y, si no, se quedan en casa. Puedo ser esa vieja loca amante de gatos”, dice por mail desde su ciudad de origen y de residencia (cuando no está de gira), San Juan de Puerto Rico.

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AJ Dávila también es un devoto de su madre, de su país, y del amor. 2012 fue un año definitivo para el multinstrumentista ex Dávila 666: ese año decidió poner fin a la carrera de la banda, tras ocho años juntos. Y pasaron otras cosas que no aclara, pero que le han hecho sufrir hasta la fecha. “Hace mucho que tengo el corazón roto”, dice. Y de eso va Terror, Amor, su primer disco en solitario, en el que las dos palabras del título del álbum funcionan como entidades diferentes. Terror. Amor.

El disco es esa chica punk, que siempre va de negro, pero que esta noche se pone un ajustado vestido amarillo para ser la reina de la pista, desde una esquina del bar. Un álbum en el que el roto Dávila patalea sobre el piso del desamor hasta convencer al resto de los presentes de que la chica del vestido sexy sabe bailar.

Pusiste fin a Dávila 666 por un proyecto en solitario al que calificas de necesidad. ¿Por qué?

Yo amo y respeto todo lo que he vivido con Dávila 666, son mi familia hasta el día que muera, es lo que me ha dado la escuela de la vida en la música, pero no estaba feliz… Creo que llegó un punto en el cual no éramos felices, pasa en las mejores familias. Fue una necesidad porque hacer música es mi vida, es mi todo. Este nuevo material es mi mejor trabajo como artista porque es lo que más feliz me hace sentir como ser humano en esta etapa de mi vida.

Dices que querías salirte de los estigmas que ciertas personas tienen sobre el garage. ¿Cómo son esos estigmas? ¿Por qué te afectaban tanto?

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Siempre he pensado que la música de Dávila 666 ha sido mucho más que garage. Cubrimos muchísimos más estilos de rock. Desde punk, R&B, glam, proto-punk, psicodelia, post-punk, rock and roll… Y todo con una sensibilidad pop. Nunca me ha gustado la manera en que la gente cataloga a toda esta nueva escena, porque las bandas son muy variadas y diferentes. Muchas personas suelen llamar vagamente garage a una banda que ni tan siquiera toca garage, solo por el sonido lo-fi. La palabra no me afecta, simplemente no me gusta que generalicen a uno.

¿Qué tiene el pop que no tiene el garage?

Todo género de música con melodías pegajosas es pop para mis oídos, así que para mí el pop está en el garage y en todo.

Consideras Terror/Amor como un disco de desamor, de romper relaciones. ¿Por qué va de ese tema? ¿Te ocurrió algo fuerte en términos amorosos en el momento que decidiste separarte de los Dávila 666?

Son cosas que me llevan pasando desde hace tiempo y detonaron en 2012, un año de mucha pérdida y mucho dolor. Pero de esas cosas me nutro; el que no sufre, no crece y no se reinventa.

Yo tengo el corazón roto, lo tengo roto desde hace mucho tiempo, me vivo la vida al máximo, pero la herida sigue ahí. 2012 fue un año muy fuerte, con mis relaciones, mi vida y todo lo de los Dávila. El disco es un puro diario de mi vida, mis conflictos y dolores. Terror/Amor es la carta más honesta que pueden escuchar de mí.

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¿Cuál es la frase que mejor resume tu idea del amor en tu disco en solitario?

“Si no es Terror, Amor así no es único".

Un montón de colaboradores participan en el álbum. ¿Con todos habías hecho alguna colaboración previa?, Hablas de almas al referirte a ellos, distintas almas para alimentar una canción, ¿cómo es eso?

Con Fofe Abreu, de Fofe y Los Fetiches, es la tercera colaboración que hacemos juntos. Hicimos Azul y Purpura para Dávila 666, Mi Barco para su ex- grupo , Circo y ahora Ohhh. Fofe ha sido un mentor para mí, lo admiro demasiado. Siempre digo que él es el David Bowie puertorriqueño.

Otros grandes colaboradores y hermanos son Johnny Otis Dávila y San Pablo Dávila, de Dávila 666, porque llevamos tocando más de 15 años juntos. Armando Lassus, de Los Nadie, es otro hermano que admiro y respeto porque llevamos colaborando desde que Dávila 666 comenzó.

Somos seres de luz y de obscuridad. En este momento de mi vida quiero rodearme de seres de luz, almas nobles, libres de ego y de drama.

De Dávila 666 siempre supiste que su carrera la tenían que desarrollar fuera del país. ¿Sucede lo mismo con tu proyecto en solitario?

Puerto Rico tiene una gran escena musical, pero lamentablemente la industria de la música del país no te permite crecer. Por lo menos para nuestro estilo de música. Nuestra única opción es salir del país, siempre lo supimos y lo trabajamos raspándonos las rodillas.

Puede venir un artista de otro país que ni en su propio país lo conocen y lo tratan como rey, mientras que muchos artistas locales que están haciendo cosas a nivel internacional, pasan ignorados por la prensa y los medios de aquí. En Puerto Rico nos vemos forzados a salir.

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Contabas que en Dávila 666 llegaron a pasar hambre. ¿Es una exageración o hay algún ejemplo que lo demuestre?

Pasamos hambre, pasamos frío y dormimos en el suelo un millón de veces. Estuvimos a dieta de comer burgers de un dólar por semanas porque no había más dinero. Pero nunca nos quejamos. Toda esa experiencia fue la que nos dio el deseo de trabajar más fuerte: o trabajas o regresas a tu casa.

¿Qué tiene Puerto Rico que hace que sigas viviendo allá, aunque puedas girar por medio mundo y tengas dificultades para tocar en tu país?

Es nuestro sentido de familia, el calor humano que tenemos, es otro mundo, yo lo amo con toda mi alma. Amo mi gente, nuestra manera de expresarnos, nuestra comida, nuestra cultura, nuestros valores, nuestra jerga, nuestras contradicciones, nuestra sencillez. Amo mi país. Si volviera a nacer y me dieran la opción de dónde nacer, siempre escogería Puerto Rico.

Hablas de su manera de expresarse. ¿Cuál es tu expresión favorita de la jerga de Puerto Rico?

‘Puñeta’, que significa dos cosas: “God, damn it!” o alegría (típico de un gol en un partido de fut). Y ‘Mere huele bicho’, que es como “qué pasa, pinche pendejo”, tanto en buen como en mal sentido.

¿Tienes referentes musicales en tu familia? ¿Por qué te animaste a componer?

Mi madre me puso a tocar violín y a estudiar teoría desde los cinco años, pero a esa edad no tenía mi mente en la música, sólo quería jugar y tirarle piedras a los carros. Ella ha sido una persona muy musical, así que la música siempre estuvo muy presente en mi casa. Ya a los 12 empecé a tocar guitarra y a los 16, el piano. Compuse mi primera canción a los 13 para una banda de death metal que tenía por aquella época. Mi máxima influencia ha sido mi madre para todo lo que he hecho en esta vida, es mi norte y mi mejor amiga.

Productor de hip hop, cantante, integrante de una banda de free jazz, ¿aparte de la música, qué más te define como persona?

El boxeo, todo el que me conoce sabe que soy un súper fanático del box. Es una pasión tan grande como la música, practico box desde hace años. Mi boxeador favorito es Félix, alias Tito, Trinidad.