FYI.

This story is over 5 years old.

Música

Driftmachine: sintetizadores modulares, deriva y noches en vela

Los reyes del dub electrónico del MUTEK de este año hablan con nosotros en exclusiva.

Cuando Florian Zimmer se inició en la música, tocaba la batería en varias bandas con raíces en el punk y el hardcore. Con iso68, fue la primera vez que intentó combinar batería con composiciones electrónicas. Y cuando su cómplice en ese proyecto se mudó a Hamburgo, Flow tuvo que comenzar a trabajar con la computadora y en la producción, porque era la única manera de poder seguir trabajando a distancia. Hoy, una gran influencia para él es trabajar con sistemas modulares eurorack. Cuando los conoció, abrieron todo un mundo nuevo en creación musical, y ha estado intentando entrar de lleno en ellos desde principios de este año. Y aunque todavía se refiere a ese acercamiento como muy superficial, él y su cómplice reciente, Andreas Gerth, han conseguido crear ya un dueto, Driftmachine, y un disco conmovedor e intrigante combinando la obsesión de ambos por la música electrónica y su pasión más o menos reciente por los sintetizadores análogos. El álbum se llama Nocturnes, fue editado en junio de esta año por Umor Rex y ha sido descrito como un disco de paisajes electrónicos fascinantes e hipnóticos construidos a partir de capas y capas de ritmos.

Publicidad

En el caso de Andreas, la primera anécdota relacionada con sonidos sintéticos se remonta a 1991, cuando compró su primer instrumento: una caja de ritmos RY30, pero sería hasta mediados de esa década cuando comenzó con el Tied + Tickled Trio. Sus influencias fueron varias: era fan tanto de los Residents y la escena experimental neoyorquina como del krautrock y algunos pioneros alemanes de la electrónica, así como algo de era muy nuevo por entonces: Basic Channel.

–El dub, por supuesto, siempre formó parte de mi bagaje –dice Andreas en entrevista para Noisey a unos días de su paso por la primera noche del Foto Museo Cuatro Caminos como parte de MUTEK.MX 2014.

Andreas y Flow han sido amigos por muchos años, y siempre se habían mantenido muy al tanto de lo que hacía cada uno por su lado. Cuando Andreas trabajaba con Ted Milton, incluso fueron compañeros de gira. En Berlín, ambos tienen estudios en el mismo edificio, y siempre se juntan para tomar café y discutir montones de cosas relacionadas con asuntos técnicos sobre los aparatos que ambos usan. Con esa dinámica resultó muy natural que cuando Andreas comenzó a trabajar con sistemas modulares, le mostrara a Flow las máquinas y le pidiera, además, que escuchara las sesiones que había grabado. Luego, le pidió a Andreas que le enviara algunos tracks. Recibió montones, de los que escogió los que más le gustaron para agregarles algunas ideas con los sintetizadores. Y lo mismo sucedió en sentido inverso: Andreas recibió algunos esbozos de tracks de Flow para añadirles elementos. De esa manera descubrieron que estaban en la misma longitud de onda. Esa afinidad al final se expresó a través de Driftmachine, el proyecto que crearon en conjunto.

Publicidad

–Estuvimos divagando, un poco a la deriva, mientras conseguíamos tener cierto control sobre las máquinas –cuenta Flow a propósito del nombre escogido para el proyecto—, así que resultaba una linda y precisa imagen de nosotros detrás de los aparatos.

NOISEY: ¿La referencia a la deriva en el nombre es también una postura sobre su aproximación a la composición? ¿Es una manera de mantenerse abiertos a todas las posibilidades, a todos los caminos posibles? ¿Y qué tanto está su idea de la deriva relacionada con la de los situacionistas?

Flow: Yo diría que todavía están todas las puertas abiertas, puesto que estamos empezando como Driftmachine. Además, ambos somos músicos no entrenados, sino con un aprendizaje a partir de la experiencia. Así que tiene que ver con grabar largas secuencias, escucharlas y tomar lo que nos gusta para comenzar a grabarlo y darle forma.
Andreas: Tú te refieres a la técnica situacionista de serpentear o divagar sin un objetivo a través de un paisaje urbano como una manera de obtener nuevas ideas y experiencias… Y es una asociación muy precisa. Mi aproximación a la música siempre fue la de un escucha, y todavía se mantiene así. Cuando hago tracks, divago por los sonidos que puedo crear con las máquinas, y cuando encuentro algo interesante, lo uso como punto de partida de una nueva pieza. Pero mi primer contacto con el término “deriva” fue cuando Ted Milton y yo estuvimos de gira juntos, y algunas veces comenzábamos a beber desde medio día. Él llamaba a eso “ir a la deriva”, ir por un camino paralelo a la realidad. Esa referencia tuvo que ver más con nuestro nombre; es música que te pone a la deriva.

Publicidad

¿De dónde proviene su interés por el sonido y por las atmósferas que pueden conseguirse con él?

Flow: De escuchar discos, de buscar samples, de trabajar con diferentes tipos de música que me gusta con diferentes personas que me introdujeron a nuevos sonidos, de técnicas, de grabaciones…

Andreas: El sonido fue importante desde que comencé a hacer música, incluso cuando tocaba en bandas más inclinadas a la guitarra, pero en un nivel totalmente distinto. Creo que mi primera experiencia real –en la que supe que el sonido podía llenar y encantar por completo un espacio, fue cuando escuché Showcase, de Rhythm & Sound con Tikiman. Eso era otra cosa por completo. A partir de ahí, un nuevo estándar estaba dispuesto.

Cuéntenme la historia detrás de Nocturnes.

Andreas: La historia es muy sencilla. Cuando trabajábamos en el disco y los primeros tracks empezaron a cobrar forma, estaba escuchándolos para tener una idea más concreta de su carácter y determinar el modo en que seguiríamos trabajando. Entonces descubrí que tenía mucho mejor aproximación a esta música por la noche, cuando estaba solo y permanecía despierto hasta muy tarde. Una cierta magia emanaba de las piezas en esa atmósfera. Así que trabajamos en esa dirección y finalmente le pusimos al disco Nocturnes.

Se dice que para Nocturnes, se inspiraron en la lectura de The Rest Is Noise y por la escucha de toda la música que se aborda en el libro. ¿De qué manera sirvió como inspiración en sus procesos?

Publicidad

Flow: Andreas recomendó el libro, y originó varias conversaciones entre nosotros sobre la múscia que hacemos y nuestra manera de aproximarnos a ella.

Andreas: Yo ya solía escuchar música contemporánea seria esporádicamente antes de leer el libro –cosas como Terry Riley o música concreta–, pero la confrontación con su desarrollo histórico en el siglo 20 abrió una nueva perspectiva. Descubrí, por ejemplo, la manera en que están conectados estilos musicales tan diferentes como los de Schönberg, Philip Glass o John Coltrane. Si lo ves de esa manera –y esa es la manera en que muestra las cosas Alex Ross en su libro—, en relación con un momento específico histórico y político, obtienes un nuevo acercamiento a la escucha de los compositores clásicos. Así que todo ese sonido estaba en mi cabeza cuando comenzamos a trabajar en Nocturnes. Además, Ross es un genio describiendo secuencias musicales, así que si no conoces la pieza de la que está hablando, la asocias a una banda sonora imaginaria en tu cabeza. De esa manera, el libro crea una fuerte atmósfera, y un tercer punto es el rigor de las posturas compositivas que el libro presenta. Todo eso afiló el pensamiento y la concepción de lo que producimos, incluso aunque estemos relacionados con la música popular. Es un libro emocionante, y puedo recomendarlo a cualquiera con un interés profundo en la música.

Un mixtape que hicieron para The Voice of Cassandre:

Publicidad

La música de Nocturnes ha sido descrita como un viaje hacia la oscuridad. ¿Lo considerarían de esa manera?

Flow: “Un viaje a la oscuridad” a mí me suena como a peli de terror. Es más un viaje por los distintos estados de ánimo por los que puedes pasar cuando permaneces despierto toda la noche hasta que el sol sale. Eufórico, inquieto, medio despierto y, bueno, tal vez también atemorizado.

Andreas: Muchos han dicho que la atmósfera del disco es “oscura”. Pero depende de qué quieran decir con eso. Fácilmente puedes traspasar a terrenos de lo kitsch. En lo que no estamos interesados es en el lado fantástico de la oscuridad. Pero en sentido metafórico, hay siempre un lado oscuro de las cosas, y eso sí puede ser aplicado a nuestra música. Pero también, de una forma totalmente realista, las cosas cambian de apariencia cuando son alejadas de la luz del sol, y eso también cambia nuestros sentimientos, y finalmente, nuestra manera de relacionarnos con el mundo. Hay un gran libro que describe la estética de la oscuridad muy bien: “El elogio de la sombra”, del escritor japonés Junichiro Tanizaki. Uno puede fácilmente llevar los resultados de su investigación a términos musicales. En ese sentido, diría que sí, el disco tiene contenido oscuro.

¿Por qué decidieron publicar Nocturnes en Umor Rex?

Flow: Mis colegas de la distribuidora Morr Music me presentaron a Umor Rex cuando estábamos buscando sello. Y lo que nos atrajo fue el fuerte diseño de los discos. Daniel (Castrejón) respondió muy rápido después de haber recibido la música y tenía lista una portada en cuatro días. Así que todo sucedió superrápido.

Cuéntenme un poco sobre lo que escucharemos en MUTEK.MX.

Andreas: Practicamos mucho para las presentaciones en vivo, que son muy diferentes con los sintetizadores modulares. Sencillamente, no puedes reproducir la misma cosa una y otra vez. Eso es muy interesante, porque hace que esté lleno de sorpresas, y es difícil, porque tenemos que escucharnos cuidadosamente uno al otro, para evitar saturar el set. El atractivo de este procedimiento es el sonido que puede emerger, las oscilaciones y vibraciones sutiles. Para escuchar eso, los sonidos necesitan espacio para desarrollarse. Así que la reducción es la clave, y esa es siempre la cuestión más difícil.

Flow: Es el cuarto concierto que damos, y será el primero en un gran cuarto y con un sistema de audio enorme, y creo que eso tendrá un impacto también. Estamos emocionados por saber a dónde nos llevará nuestro set en Mutek.

@peach_melba