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Música

Drew Stone presenció el nacimiento del hardcore en Boston e hizo una película sobre el tema

No aprendí todo sobre el hardcore en Boston cuando iba a la prepa pero todo lo que me dijeron en aquel entonces sigue siendo cierto.

No aprendí todo sobre el hardcore en Boston cuando iba a la prepa pero todo lo que me dijeron en aquel entonces sigue siendo cierto. En lugar de cuestionarme sobre la tabla empírica que estábamos estudiando, un estudiante avanzado vio mi pin de anarquía que siempre llevaba conmigo, el cual había encontrado ese verano en la playa Salisbury. Me preguntó qué bandas de Boston me gustaba escuchar. Empecé a balbucear algunas bandas de thrash metal antes de que me interrumpiera.

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"¿Tienes This Is Boston, Not LA?" me preguntó.

Por supuesto, la respuesta fue no, ni siquiera entendía lo que me estaba preguntando. La famosa tienda de discos en Boston, Newbury Comics, sacó la compilación a principios de los ochenta para documentar el surgimiento de la escena hardcore. Incluía prácticamente a todas las bandas locales destacadas, excepto a los precursores del straight-edge, SS Decontrol, quienes después descubrí fueron la banda más importante del mundo, junto con su banda hermana, DYS.

Las lecciones de los punks mayores habían quedado grabadas en todas las bandas del álbum, desde Jerry’s Kids y Gang Green, quienes fueron los mejores y más rápidos en el álbum, pero que ahora apestan, hasta los artísticos Proletariat y los sarcásticos FU. Todo parecía tener perfecto sentido. Esto era Boston, ¡AL CARAJO CON LA! Ya odiaba el glam metal y cualquier cosa relacionada con el Sunset Strip, así que en mi cabeza comenzó a formarse un enorme dedo cordial dirigido a la ciudad angelina.

Nunca imaginé que casi 30 años después recibiría otra clase sobre el hardcore en Boston… de un neoyorquino. El cineasta Drew Stone, quien tuvo la suerte de presenciar el nacimiento de la escena hardcore en Boston mientras estudiaba en el Emerson College a principios de los ochenta, sacó una nueva película sobre la escena en Boston, llamada All Ages. Durante los últimos tres años Drew trabajó con la productoras ejecutiva y fundadora de la Galería East, Duane Lucía, y con la celebridad radiofónica, Katie Goldman, para completar xxx All Ages xxx. Platiqué con él sobre la película, la cual espero introduzca a toda una generación a la agresividad e influencia del hardcore bostoniano.

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NOISEY: Has dicho que All Ages no es sobre el hardcore en Boston, sino una historia sobre un grupo de personas. Entonces, ¿cuál es la historia?
Drew: Es un película sobre la comunidad y la cultura, no sobre los güeyes en las bandas. La película va desde 1981 hasta el ’84, y abarca la primera ola de hardcore en Boston. Aborda el entorno de la sociedad en ese momento, buscando lugares para tener conciertos para todas las edades, straight edge, y cómo la gente se comunicaba entonces. Es una película basada en entrevistas con muchas fotos y material inédito de la época. Mientras la hacía nunca pensé en ella como “mi” película, siempre sentí que era “nuestra” película, por decirlo de alguna forma. Es una película que siempre quise hacer.

Siendo alguien que creció en la ciudad de Nueva York, ¿cuál fue tu primera impresión de la parte jodida de Boston, la zona de combate? ¿Realmente era como la portada de Get It Away o era un lugar tranquilo comparado con NY?
Después de crecer en la ciudad de Nueva York en los setenta, la zona de combate de Boston no era nada que no hubiera visto ya en la 42, la cual era bastante decadente en aquellos tiempos. Boston era sólo otra ciudad son su lado sucio y pornográfico. Mi primera impresión de Boston durante mi primer año de actuación en el Emerson College fue igual que la de todos los jóvenes de la época: ¡pasémosla bien y hagamos pendejadas! Boston era y sigue siendo una gran ciudad universitaria que siempre ha tenido una escena musical llena de vida.

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¿Choke fue realmente hardcore o simplemente el primero en bailar de forma agresiva en una habitación repleta de punks y chicas brincando?
Para dar crédito a quien crédito merece, Choke fue uno de los primeros en Boston en llevar las cosas al siguiente nivel en términos de slams agresivos. Él y algunos otros empezaron ese estilo de golpes y patadas que pronto evolucionó a “Kung Fu” en la pista.

¿Consideraste poner subtítulos a Springa y a los otros locos con acentos marcados?
[Risas] No son tan graves.

Una de las escenas más impresionantes de la película es cuando el grupo de Boston está caminando por el centro para la portada de Kids Will Have Their Say, y un grupo de chicos negros se les acerca. Al Barile se veía encabronado. ¿Cómo era ser un cabeza rapada en Boston en aquellos tiempos?
Para empezar, los únicos que se rapaban en esos tiempos eran los marines y los psicópatas. Así que si te rapabas la cabeza en aquellos tiempos era porque querías problemas. Cuando algunos de nosotros nos rapamos la cabeza en 1981, hubo mucha confusión y desprecio por parte de la población. Aunque no había muchos negros en la escena, seguía siendo multiétnica y el racismo no era tolerado. No puedo recordar un solo problema de racismo en esa época que involucrara a la escena hardcore. Hasta el día de hoy me gusta pensar que el hardcore en general busca la igualdad de razas.

El material de SS Decontrol resulta más fuere y amenazador que cualquier documentación de Minor Threat, ¿tenían algún sentido del humor o su versión del straight edge realmente era tan militarizada como parecía?
En mi experiencia, Minor Threat, The Bad Brains y SS Decontrol fueron increíblemente poderosos. Como dije en la película con respecto a SS Decontrol: “Esos eran nuestros muchachos y cuando tocaban era algo extremadamente poderoso. Fueron grandes desde el principio y producían cosas buenas”. Su mensaje iba muy en serio, pero siempre hay espacio para algunas risas y recuerdo algunos momentos bastante divertidos. Springa era un tipo muy divertido en aquellos tiempos. El equilibrio entre Al “Lethal” Barile y Springa es lo que hacía que la banda fuera genial. Distintas personas aportan cosas distintas a la fiesta, y eso es lo que los hace un grupo.

¿Cuál fue el problema y el éxito más grande de la película, y quien quedó fuera que te habría gustado incluir?
Mi más grande éxito con la película fue volver a contactar a personas que no había visto en años. Esta película es una cronología de la escena de principios de los ochenta, cuando todos éramos adolescentes, y muchos años después me reencontré con personas de cuarenta y tantos. Básicamente nos dijimos: “¿Cómo ha sido tu vida? ¿Ha sido una buena vida?” Esa fue mi más grande alegría con este proyecto. Pero dejando eso de lado, hay algunas personas que cambiaron tanto que ya son irreconocibles, y que dejaron de ser las personas con las que estuve “en las trincheras” hace tantos años. Algunos sólo quieren olvidar esa época de sus vidas y nunca volver a pensar en ella. Pero en general, las personas se entusiasmaron mucho por participar en la película.

¿Si tuvieras que resumir la aportación de Boston al hardcore, cuál sería?
La primera escena hardcore en Boston era un grupo muy específico e intenso que ayudó a crear un mapa que muchas bandas y escenas hoy dan por sentado. La música y el baile eran más agresivos que cualquier otra cosa de la época, y la cultura straight edge se intensificó hasta adquirir un nivel casi militante. Fue un periodo muy corto pero que influyó en la vida de muchas personas, y que los inspiró en su vida adulta.

La película está disponible en DVD en su página oficial allagesbostonhardcore.com