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Música

Donker Mag: Die Antwoord se te trepa al oído, te malluga el seso y te despide con un besito en la hooha

Llegaron los amos del zef con Donker Mag para escupirle versos en la jeta a todas las lobas chaqueteras del pop, a los DJs de puesto coapeño y a los reggaetoneros entacuchados.

Llegaron los amos del zef con su tercer álbum de estudio –Donker Mag- para escupirle versos en la jeta a todas las lobas chaqueteras del pop, a los DJs de puesto coapeño y a los reggaetoneros entacuchados. Dando cátedra musical y marcando tendencia, los sudafricanos hacen una entrega que invita a bajarse del coche, hacer equipo con la chiclera para agarrar a batazos al viejo mamón de Polanco que se le aventó a la morra de la bicla y luego celebrar tras ese triunfo catártico con un guagüis a la doña.

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Al soltar la primera rola se hace presente una amenaza, nada más y nada menos que dirigida a Tony, el manager de Die Antwoord, como símbolo discursivo que la banda ha establecido en contra de la basura comercializada, de los aborrecimientos de las disqueras y la industria de la música.

El tercer track, “Ugly Boy”, vanagloria la fealdad. Tanto Ninja como Yo-Landi han revelado en varias entrevistas su inclinación a lo grotesco, lo jodido, y lo apestado. De ahí que el términozef (que es algo así como ser un vagabundo con caché) sea un vocablo recurrente en todo su material. Seguidita va “Happy Go Sucky Fucky” canción en la que Don Ninja se las da de rojillo y la señora Visser se pone bien pedera con sus rimas. Nos arriman una regañiza con discurso político a ritmo techno.

pum-pum-pum comida para mis ratas sudafricanas pum-pum-pum

Para cuando acaba el atasque de secuencias empieza un tema como de caricatura (que hace alusión a Pinky y Cerebro) titulado “Raging Zef Boner” en el que el maese del grupo, además de hablar sobre su pinga, las nalguitas de su vieja y otras guarradas, aprovecha para seguir trasheando a la Lady Gárgara. Después de unos 70 segundos de una pinchi risa incomoda se arranca la ya conocida “Cookie Thumper”, en donde cede el turno a la dama de la banda para hablar sobre su galletita (sí, les gusta chingos rapear sobre sus miembros) canción a la que le acompaña un videito dirigido por el mismísimo Ninja en el que Yo-Landi es retratada como una chica de orfanato que mantiene un oscuro romance con un ex convicto.

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Mira el video aquí.

El reggaeton se manifiesta en su forma más fina con “Girl I Want 2 Eat U” para seguir cantando sobre la trucha y las mamadas. Un temazo que insita al twerkeo en el que este par hace que Lorna y su Papi Chulo quede como una niñita chillona. El cierre al estilo del “hornito pastelero” es sin duda toda una joya.

Mushy, tushy, gushy, bushy, smells like sushi.

Acabandito, y hablando de reggaton, Die Antwoord le tira duro al señor Armando Christian Pérez, también conocido como Pitbull -LOL- para que deje de hacer su pinche música fea. Es sin duda un llamado a la industria musical (como ya han hecho en otras ocasiones) para dejar de producir popó. O le paran al cagadero o llegará el terrier a clavarles el hocico en la yugular.

Mira el video aquí.

Después hablan de amor con una baladita macabra en la que con una cópula entre las palabras stoned y drunk le dan nombre al título de la canción: “Strunk”. Amor y desamor en los labios de la pareja quedan reflejados en esta pieza en la que Yo-landi deja claro que le cagan las pinky promises falsas (seguro el hojaldra de Ninja le ha hecho varias). Lo que sí sabemos es que aman al fruto de su relación, la pequeña Sixteen, a quien podemos ver en varios videos y artículos de Die Antwoord y que seguramente será bendecida con el talento de sus padres chacaleros.

La movida se empieza a poner densa cuando la rapera de pupilotas negras empieza a soltar unos versos con un tonito de novia emputadísima. “Do Not Fuk Wif da Kid” es una pieza en la que Yo-Landi alcanza un matiz único que ha venido trabajando en sus producciones anteriores. Es una voz casi infrahumana (en la que es evidente la evolución de la MC), esta perversa vocecilla del averno da pie a “Rat Trap 666”, tras mandar saludos a la banda hiphopera Ninja da una lección de rapeo en la que demuestra su habilidad con la labia.

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DJ Hi-Tek (tercer integrante del grupo) se hace presente en “I Dont Dwank” con una discusión en la que está encabronado con los MCs por quemar su alfombra con cenizas de weed. Decide dejar de darle a los beats y se avienta el Ninja acapella. Sin duda un homenaje al trabajo de DJ Hi-Tek quien logra el fino sonido de rave-rap que hace que suenen tan bien.

Siempre hay tiempo para un palito, y para seguir rimando sobre sexo, por lo menos eso creo que piensan Ninja, Yo-Landi y Hi-Tek, y pues sí, “SEX” sigue hablando sobre mecates y panelas con un sampleo a “Sea, Sex and Sun” de Serge Gainsbourg. De pronto el caos se suspende para abrir paso a “Moon Love” con la tierna voz de Sixteen, en la que pide a su papá le arregle su corazón quebrado. Un retrato de la retorcida familia que a fin de cuentas tiene su propia dinámica funcional. Con un cierre reflexivo en “Donker Mag”, que se puede traducir como “poder oscuro”, Die Antwoord deja ver el contenido artístico de sus producciones. Como cualquier ser humano, es a momentos muy cagado, en ocasiones melancólico, pero caliente en la mayor parte del tiempo. Larga vida al zef.

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