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Música

David Bowie, su entrenador de box y el pastel de zanahoria

Cuando el ícono musical, David Bowie, decidió tomar el boxeo mientras realizaba Let's Dance en 1983, llegó con el entrenador Richard Lord, cuyo pastel de zanahoria además le terminó generando una obsesión al guitarrista Stevie Ray Vaughan.

Este artículo se publicó originalmente en FIGHTLAND.

Austin, Texas es una ciudad tan adentrada la historia cultural que hasta su entrenador de boxeo más querido, Richard Lord, tiene una conexión musical. Podría no significar mucho para los fanáticos devotos al boxeo quienes continúan a entrenar bajo el ex boxeador profesional—están mucho más interesados con los momentos en los que trabajó con boxeadores famosos como Jesús “El Matador” Chávez y Anissa “The Assassin” Zamarron. Pero para el poblado colegial local y los amantes de la música quienes llegan en multitudes a Austin año tras año, Lord es impresionante por una razón completamente distinta: le enseño a David Bowie cómo boxear.

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La camaleónica estrella de rock no era ajeno al pugilismo cuando grabó su álbum de estudio número quince, Let’s Dance, y se preparó para su subsecuente gira en Dallas. Bowie era fan del deporte y la influencia que tuvo en él en ocasiones se asomaba en su trabajo, más notablemente cuando vistió un par de brillantes guantes de box de color rojo durante la gira Diamond Dogs en 1974. También había estado del lado receptor de un golpe bastante bien entrenado cuando era un adolescente.

En una historia que debería ganarse la simpatía de cualquiera que ha peleado o ha hecho sparring con guantes de MMA, Bowie obtuvo una lesión permanente en su pupila cuando su amigo de mucho tiempo, George Underwood—quien terminaría realizando el arte para unas portadas de Bowie—lo golpeó para ganarse los afectos de una chica que ambos buscaban y accidentalmente le clavó un dedo en el ojo.

“Yo recuerdo el día porque mi papá llegó a la casa muy agitado y contó la historia de que uno de sus alumnos le pegó al otro y que hubo una pelea o algo así, y me enteré de que a [Bowie] lo tuvieron que llevar al hospital, pero es todo lo que supe. No lo vi suceder realmente”, compañero de escuela y también músico, Peter Framptom, le dijo a CNN en 2013. “Pero lo desafortunado es que además de enseñar arte, mi papá también enseñaba box, y George estaba en su clase así que, ¡creo que mi padre se sintió un poco responsable!”.

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Pero no fue hasta 1983 que Bowie de verdad aprendió a defenderse. Con ganas de ponerse en forma para enfrentar lo demandante que es una gira mundial y desinteresado en la mayoría de las formas del ejercicio, Bowie se acercó a la ciencia dulce. Y cuando uno de sus tejanos le mencionó sobre Richard Lord, un boxeador local de Guantes de Oro quien entrenaba corriendo en subida y bajada por los escalones del estado de la Universidad de Texas, The Thin White Duke (uno de los alter egos de Bowie) supo que ya había encontrado al bueno.

Richard Lord había sido una leyenda local desde sus días como alumno en la Universidad de Texas a mediados y finales de los setenta. Cuando Lord no estaba estudiando, estaba ocupado compitiendo como un boxeador amateur, ganando el campeonato de Guantes de Oro en 1979 y 1980. Se convirtió en boxeador profesional poco después. Tanto antes como después de su carrera profesional como boxeador, Lord entrenaba a todos, desde peleadores de élite hasta recreacionales, en sus tiempos libres. Con tal de que alguien expresara un interés genuino en el deporte—ya sea un campeón como Jesús Chávez o una pionera como la estrella del boxeo femenil Anissa Zamarron, un niño curioso, o una enorme estrella de rock—estaba dispuesto en hacer el intento. Lord también fue fundamental en ayudar establecer y organizar el primer encuentro de boxeo femenil sancionado por el Boxeo Amateur de los Estados Unidos en 1993. Durante un tiempo, tuvo una pizzería en el sur de Austin. El héroe de la guitarra, Stevie Ray Vaughan, era un gran fanático del pastel de zanahoria que Lord horneaba y vendía ahí.

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En ese tiempo Bowie no estaba consciente de la destreza del horno que tenía el hombre, pero estaba lo suficientemente impresionado con el resto de su currículum y su régimen de entrenamiento para darle una oportunidad.

“Cuando Ziggy Stardust le habló a Lord, el entrenador despreocupadamente aceptó a tomar al roquero bajo su ala, y los dos entrenaron juntos durante unos meses. Bowie subía y bajaba los escalones y después trabajaba el costal en un gimnasio viejo en la calle 12 con Jefferson en el centro de Austin”, escribió Adam Pitluk en su libro Standing Eight: The Inspiring Story of Jesus “El Matador Chavez. “Bowie desarrolló tal afinidad para el boxeo que hasta le dio un intento al sparring. ‘Soy una de las pocas personas que golpeó a David Bowie en la cara y no terminé cagado a golpes por haberlo hecho’, dijo Lord. Bowie fue fotografiado para la portada de su álbum Let’s Dance utilizando guantes de box y haciendo una pose que era bastante similar a la que usaba Lord cuando estaba peleando en el circuito profesional”.

Lord en ocasiones se juntaba con la banda de Bowie durante sus tiempos más relajados, incluyendo con un guitarrista que Bowie había contratado para tocar tanto en el álbum como en la gira que se llamaba Stevie Ray Vaughan. “Mientras la banda ensayaba un día en Dallas, Vaughan vio a Richard y anunció que el experto en ejercicio horneaba un extraordinariamente decadente pastel de zanahoria. De pronto estaba Richard horneando delicias para los miembros de la banda”, escribió W.K. Stratton en la biografía de Anissa Zamarron, Boxing Shadows.

Aunque Bowie y Lord separaron sus caminos cuando el primero partió para la gira de Let’s Dance, Bowie nunca perdió su aprecio por la disciplina. Continuó entrenando esporádicamente durante las siguientes décadas. “Como que dejé el boxeo”, le dijo Bowie al periodista de música Clark Collins para la tristemente desaparecida revista Blender en el número de agosto de 2002. “Pero eso sólo fue porque lo uso como un método de entrenamiento. Recientemente comencé de nuevo. Te ves a ti mismo y piensas [palmada al estómago] esto podría desparecer. Y el boxeo no es tan aburrido como el pegarle a los fierros todo el día, cosa que me aburre a muerte”.

Pueda que siga o no entrenando, dependiendo en qué reportajes sobre la salud del elusivo ícono crees. Lord sigue recibiendo a todo tipo de individuo en Lord’s Gym en Austin. El estado actual de su producción de pastel de zanahoria se desconoce.