Club de Surf: En Chile sí hay buen punk, sólo no le estamos prestando atención

Foto por Cortando el aire

Ugh, pensé que en Chile sólo existía esa nueva ola de pop chileno espantoso que inunda nuestros blogs y nuestras estaciones de radio como si en verdad fuera relevante. Unos pensarán que sí. Otros tenemos derecho a pensar que Gepe, Pedro Piedra, Javiera Mena y Francisca Valenzuela encabezan un movimiento (que de nuevo ya tiene muy poco) en la industria musical chilena que alimenta y refresca su salud, pero hasta ahí. No aportan nada y hacen música bastante horrenda.

Fakuta por Carlos Molina

Aparentemente, de los primeros años de este siglo para acá, lo único que está pasando en Chile es “la la la li la la”, con una Anita Tijoux manteniéndolo real en medio de todo eso y un Nick Bolt intentando darle la vuelta al glamour conservador del pop chileno apelando a lo grotesco y lo burdo. Por eso, aquí en Noisey nos hemos dedicado a buscar las propuestas de corte más marginal (sin dejar de exponer todo eso otro) como lo que hace IMAABS en la electrónica oscura afiliada a N.A.A.F.I., o el rapón de la Planta Carnívora que pone en duda los límites de usar un casiotone, y hasta los pasos de LIZZ, que todavía está por probar sus habilidades al desnudo. Todo esto ha estado sucediendo sin una sola gota de guitarras rasposas que marquen una diferencia.

Javiera Mena por Carlos Molina

Ya empezaba a pensar que en Chile solamente venden sintetizadores y la industria de la guitarra eléctrica quebró después de los Pinochet Boys, hasta que vi el video para “I’m Insane” de Club de Surf, un duo de punk garaje que salió de las cloacas de Santiago el año pasado y editaron un EP en cassettes, como buenos punks de 1994, a través de Wiener Records, titulado Sonic Death. Hoy estamos contentos de estrenar “I’m Insane” para comprobar que en Chile sí hay buen punk, sólo no le estamos prestando atención. Viva Club de Surf.