Audicioné sin saberlo para tocar en Black Flag por un anuncio de Craigslist

Rob Bates fue conocido como uno de los bajistas más llamativos de la escena musical de Michingan. Escuchaba música, se unía a bandas raras, y sólo quería llamar la atención. Tras años de estar de gira con Dowtown Brown, una banda de Detroit, pasó por varios fracasos, e incluso tuvo una etapa de emprendedor en la que creó Gripzee, una prenda de ropa que usa fricción para hacer más ligera la carga de los padres que cargan a sus hijos. Las cosas no funcionaron como deberían, y la decepción y el aburrimiento empezaron a pesarle. Era momento de hacer un último intento para llegar a las grandes ligas. Y en febrero del 2013, su oportunidad llegó cuando empezó a buscar anuncios en Craigslist que solicitaran un bajista de gira en los listados de Nueva York, Austin y Los Ángeles. Tras un poco de búsqueda, encontró un post bastante intrigante.

El listado decía: “Banda busca bajista. Buena situación para el tipo adecuado,” e incluía una liga a dos sencillos de la banda Good For You. Al pensar que era la banda que el fundador de Black Flag, Greg Ginn, y el legendario skater/punketo Mike Vallely habían creado recientemente, no era algo que tenía que pensarse mucho.

“Cuando le empecé a entrar al punk rock, me gustaban las bandas que tenían velocidad y melodía, como NOFX y Lagwagon. La primera vez que intenté escuchar a Black Flag tenía 14 años y no me gustó mucho,” me dijo Rob. “Las grabaciones eran malas, los vocalistas no sabían cantar, y tocaban muy crudo. Era más lento de lo que yo estaba acostumbrado.”

Rob no tenía idea de cuánta gente hubiera muerto por estar en sus zapatos, audicionando para un miembro original de Black Flag. Aunque la reciente incarnación de Black Flag se había vuelto un poco controvertida. Las icónicas cuatro barras negras en camisetas y tatuajes alrededor del mundo son el logo de la legendaria banda de hardcore. El argumento solía ser si preferías la voz de Keith Morris, Henry Rollins, Ron Reyes, o Dez Cadena, pero tras una extraña reunión de la banda en los últimos años, la gente ahora podía escoger entre Black Flag y Flag. Una penosa demanda y la competencia de un par de miembros originales había puesto todo en una encrucijada: Greg Ginn tocaba en Black Flag, mientras que Flag tenía a los miembros originales Keith Morris y Chuck Dukowski, así como al increíble baterista Bill Stevenson).

“Cuando tienes la oportunidad de tocar con leyendas no lo piensas dos veces, sólo lo haces,” se dijo Rob a sí mismo justo antes de enviarles unos MP3 de una banda ridículamente enfocada en el bajo llamada, Taozins junto con un disclaimer, “Esa fue mi estúpidamente ridícula manera de tocar el bajo. Yo sé que es un abuso, pero también muestra lo que puedo hacer.”

En 30 minutos, Rob recibió un email de Ginn mismo, pidiéndole que audicionara. Compró un vuelo para Taylor, Texas, para audicionar enfrente de ellos en dos semanas.

“Probablemente pasé 30 horas aprendiéndome ese disco para que pudiera llegar y tocarlo a la perfección. Fue bastante sencillo. Ninguna de las canciones era particularmente difícil, pero simplemente me lo quería saber completamente de memoria. Me harté de las canciones cuando terminé. Sigo sin haberlo escuchado desde entonces.”

“Estaba súper ansioso. No dormí nada las noches antes de partir, ni cuando llegué.” El vuelo aterrizó y una van llegó por él al aeropuerto de Austin, manejada por el baterista de la banda, que coincidentalmente se llama Drummer. “Aparentemente no ha usado zapatos por creo que 20 años, pero se tuvo que poner chanclas cuando fuimos a uno de los bares. Es un tipo increíblemente chistoso, raro e interesante.” Y eso le dio el tono a toda la experiencia.

Los chicos arrivaron a la sede de SST Records en Taylor, Texas. La bodega estaba llena hasta el tope con cajas de discos y camisetas de Black Flag, Bad Brains, y The Minutemen. Arriba había un gran estudio de grabación con un escenario para poder servir también como un pequeño foro, y colchones en el piso. Greg Ginn volaba a su baterista e ingeniero y ellos simplemente dormían en esos colchones, que es donde Rob terminó durmiendo también. El legendario guitarrista de Black Flag, Dan Armstrong, un favorito de los fans, estaba simplemente sentado ahí.

Ginn se estaba relajando en el estudio, sentado a la izquierda, fumando un vaporizador y trabajando en su laptop. Le ofreció a Rob un toque, pero tuvo que declinar. La audición era importante para él, y tocar el bajo mientras estaba pacheco no era la mejor idea. Después de un poco de pases más con el vaporizador, le preguntó a los demás si tenían hambre.

Todos caminaron a un diner cercano para comprar unos sandwiches de pollo para llevar. En el camino se quejaban del frío que hacía, a pesar de que estaban a 18ºC y Rob venía de una nevada en Michigan. Todos platicaron de nimiedades por más o menos una hora. Las cosas parecían bastante relajadas, pero seguían sin tocar música.

Regresaron, y Ginn de inmediato volvió a su laptop, dándole más inhaladas a su vaporizador. Parecía que nunca iba a dejar de fumar y nunca iban a tocar. Rob se estaba poniendo nervioso.

Finalmente, todos caminaron a la calle hacia lo que parecía una tienda de muebles saqueada, que no tenía nada dentro de ella con excepción de un equipo completo para tocar. La gente común y corriente pasa por la tienda diario y no tienen idea de que Black Flag ensaya regularmente allí.

“¡Mierda! ¡No vamos a tocar ninguna de estas canciones! Pasé tanto tiempo aprendiéndome el disco y sólo vamos a improvisar,” pensó Rob. Empezaron a palomear, pero era simple eso: un palomeo. Nada eran canciones de Good For You, sólo cosas espontáneas y raras. “Estaba bien, pero me hubiera gustado saber eso en vez de perder el tiempo. Sólo tenía que ponerle atención a riffs y saber cómo improvisar.” Después de tantas horas aprendiéndose las canciones fue bastante desmotivante. “No quería sobretocar. Simplemente quería estar en ritmo con el baterista y no opacar nada de lo que los otros estaban haciendo.”

Tras sólo una hora de tocar fue momento de ir a otro restaurante, esta vez un lugar mexicano donde tomaron varias margaritas. Parecía incluso la parte verbal de la audición, o simplemente una manera de que todos se relajaran y se cortara la tensión. Pero perder el tiempo en distracciones y fiesta también podría ser una señal de lo que vendría.

“La verdad estaba más interesado en hacer preguntas sobre The Minutemen que de Black Flag. Los amo y amo a Mike Watt.” Rob trató de estar lo suficientemente relajado y de platicar sobre el pasado, y de no fanearle a Ginn.

Después de unos tragos, finalmente se dio unos toques del vaporizador y se puso a tono para el próximo jam.

Esta vez decidió tratar de probar sus habilidades al límite. Sacó todos los trucos de la bolsa, y parecía que a los demás les estaba gustando lo que veían. Las cosas pasaron al siguiente nivel cuando Ginn finalmente empezó a tocar unos riffs del álbum de Good For You. Se sintió bien por un rato, pero rápidamente se volvió claro que sobretocar no era la decisión adecuada.

El jam terminó y todos estaban exhaustos y listos para relajarse el resto de la noche. Seguía siendo bastante extraño lo tranquilo y casi hippie que era el legendario Greg Ginn. Las historias de él siendo un pendejo con sus compañeros de banda parecían desproporcionadas. “Parecía un gran tipo, pero si fuera tan amable supongo que no habría dos versiones de Black Flag actualmente.” Conocerlo por sólo un día hacía que fuera difícil saber la verdad.

Drummer le dijo a Rob que la banda sabía que podía tocar las canciones de Good For You sin problema, pero querían ver si tenía química con el resto de la banda. Se trataba más sobre probar eso y su personalidad, en vez de sólo canciones de punk. Las cosas tenían que fluir de cierta manera, especialmente si planeaban salir de gira. Por alguna razón, el proceso de audición empezaba a tener más sentido. Algo parecía más importante que simplemente audicionar para un proyecto secundario. Ginn y Drummer tenían una conexión fuerte y tocaban en más de un proyecto juntos, así que por más breve que haya sido el mensaje de Drummer, tuvo un peso enorme.

Tras poner las piezas juntas, finalmente Rob captó que la audición no era sólo para Good For You, sino que estos eran los integrantes que iban a tocar en el nuevo Black Flag.

“Si esto es para tocar en la nueva alineación de Black Flag, entonces estoy completamente dentro,” escupió finalmente Rob mientras Greg lo llevaba al aeropuerto la mañana siguiente. Tal vez era su última oportunidad de conseguir algo seguro, pero no obtuvo respuesta. Su premio de consolación por la experiencia fue una copia del álbum de los Minutemen Double Nickels On The Dime, así como no tener que pagar por vuelos, comida u hospedaje.

Después de llegar a casa no hubo un sólo email, llamada o cualquier otro tipo de contacto de parte de Ginn. Un miembro de Screeching Weasel se convirtió en el nuevo bajista de Good For You y, justo como lo sospechó, terminó por convertirse en el bajista de la nueva alineación de Black Flag.
En retrospectiva, fue bueno que Rob no se uniera a la banda. Algunos meses después, ese mismo año, Black Flag publicó un álbum con una terrible portada que parecía en Paint de Microsoft, que recibió muchas burlas en internet pero muy pocas reproducciones. Para muchos, la nueva reputación parecía sobrepasar el legado de lo que solía ser la banda. Aunque Rob no consiguió unirse a una banda, ahora tiene un negocio de impresión de camisetas y sigue tocando el bajo en sus propios términos.

“Sigo sin creer que audicioné para eso,” dice Rob hoy en día. “Parte de mí está feliz de que no lo haya conseguido, y no me haya metido en todo el lío de Flag/Black Flag. Pero si me lo hubieran dado, claro que lo hubiera hecho. Si tienes la oportunidad de unirte a una de las bandas de punk más legendarias de la historia, lo haces, sin importar la situación.”

Jonathan Diener audicionaría feliz para cualquier banda de punk que decida reunirse. Búsquenlo en Twitter.