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Música

10 canciones contra la homofobia que algunos gays nunca escucharán por… ¿putos?

En el "Primer Festival Vs. Homofobia" de México, participaron artistas obsesionados con reciclar el pop fútil, mediocre y de un maricón tan estereotipado, que harían ver cualquier chiste de jotos de Polo Polo como un manifiesto homosexual comunista boliv

Foto vía Loud Wire

Una vez que se publica en el Diario Oficial de la Federación de México no hay marcha atrás: se he decretado que a partir de este año y en adelante, todos los 17 de mayo serán el Día Nacional de la Lucha Contra la Homofobia. Bien por eso. ¿Quién podría estar en contra de acciones que contribuyen a disminuir este terrible fenómeno que en ocasiones puede culminar en el asesinato de homosexuales, lesbianas, transgénero, etc?

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Para celebrarlo, el sábado 17 de mayo de 2014, se realizaron varios eventos públicos en la Ciudad de México. Uno de ellos, organizado por el equipo que saca adelante la señal de televisión por internet Canal G, cerrando la colorida calle de Amberes, el corazón de la Zona Rosa que más antros gays alberga, para montar un pequeño pero producido escenario en donde se presentaron varios artistas que simpatizaban o apoyaban la lucha contra la homofobia. Hasta aquí vamos bien.

No obstante, el gran e insufrible inconveniente empieza cuándo se le da un vistazo al nutrido cartel de lo que se llamó el Primer Festival Vs. Homofobia: artistas obsesionados con reciclar el pop fútil, mediocre y de un maricón tan estereotipado, que harían ver cualquier chiste de jotos afeminados de Polo Polo como manifiesto homosexual comunista bolivariano. ¿Pues no que la homofobia es producto de una asimilación de los estereotipos? Luego entonces, ¿de dónde las ansias por armar un festival que más bien parecía casting para una generación más de La Academia? Por cierto, creo que la estrella principal fue precisamente una ex-Académica: Cynthia. Lo único interesante del line-up fue la inclusión de un grupo de metal-fusión abiertamente gay llamado Matherya del cuál hablaré muy pronto. La mejor música que sonó fue mientras ensamblaban el escenario, cuando en las pruebas de sonido de escucharon rolas de Leonard Cohen, Moloko, Morrissey…

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Por si fuera poco, no pasaban ni quinces días en los que algunos activistas gays más argüenderos que cachondos, celebraban que la lucha contra la homofobia tenía el mismo peso en el calendario que la conmemoración de los Niños Héroes, cuando se supo del escándalo en que una pareja de homosexuales fueron supuestamente hostigados cruelmente en un bar de la Ciudad de México por el simple hecho de llevar camisetas del Atlético de Madrid. La noticia señala que quienes les gritaban “Putos” y cosas similares se asumían como hinchas del Real Madrid. Aunque el verdadero escándalo se dio al interior de al comunidad gay, cuándo los propios homosexuales se atrevieron a escribir: “Pues también ¿quién les mando a esos gays andar viendo el futbol cuando hay cosas mucho más interesantes que ver?”.

¿Cómo pretenden luchar contra la homofobia desde la zona de confort del pop prefabricado que al parecer sólo a los gays les interesa? ¿Desde el cliché de lo que debe ser un gay? ¿No habría que enviar mensajes contundentes a los homofóbicos? ¿Ya de perdida a los heterosexuales?

En la historia del pop y el rock con todos sus subgéneros, han existido canciones que abordan y enfrentan el terrible padecimiento de la homofobia. Algunas son accesibles y bailables, otras devastadoras, ruidosas y fúricas, como lo es la homofobia en su máxima expresión. Eso sí, todas ellas con la frente en alto y sin eufemismos convenencieros ni lugares comunes.

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Aquí un Top Ten de algunas canciones que manifiestan su rechazo a la homofobia pero que seguramente pondrán de nervios a muchos gays acostumbrados sólo a los guitarrazos fuertes de María José y creen que el topo de la maldad es Angelina Jolie haciéndola de Maleficent.

Bronski Beat: Smalltown Boy

El clásico de la homofobia. En el Reino Unido suelen escucharla con ínfulas de himno. Mientras Boy George y su Culture Club medio ponían el tema de la diversidad sexual, tímidamente y mediante el recurso del maquillaje y la androginia velada por los harapos del world music, el trío inglés de new wave dance y synth pop Bronski Beat se asumían abiertamente como homosexuales en 1984 sin tener que usar delineador o pestañas postizas. Este video (que hasta parece dirigido por Ken Loach) mostró al mundo de una forma urbana y sin melodramas chantajistas, como se vive la homofobia en los pueblos británicos.

Sleater-Kinney: Call the doctor

Muchos homofóbicos están convencidos de que la homosexualidad es una enfermedad que puede ser curada, así sea con pastillas o electrochoques. Uno de los grupos que más dignidad aportó al movimiento Riot Grrrl de rock puramente femenino, Sleater-Kinney, escribió esta dramática rola sobre unos padres que al descubrir que su hija es lesbiana, pretenden llamar a un doctor para que deje la talladera de peluca. Canción que se ha vuelto un tema emblemático de protesta contra la homofobia en los círculos de queer punk.

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Chumbawanba: Homophobia

Probablemente la banda de pop más radical y anarquista de la historia que nunca ha visto más éxito comercial salvo su trancazo "Tubthumping", compuso esta cruda, triste y sangrienta canción que cuenta la historia de un homosexual golpeado casi hasta la muerte por unos bastardos, bajo el lóbrego ritmo de una balada de ecos balcánicos.

Judas Priest: Screaming For Vengeance

Cierto, Rob Halford no salió del clóset hasta 1998 (aunque en el libro Defenders of faith: The story of Judas Priest de Neil Daniels se deja ver que los amigos cercanos a Halford siempre supieron de su homosexualidad), pero aún cuando permanecía en el armario, su personalidad influyó, para siempre, muchos sectores de la comunidad homosexual masculina. Por ejemplo, gracias a Halford, la indumentaria sado saltó de las tiendas de depravados de los 70s a los grandes escenarios montados en estadios y sin ello nuca hubiera existido la jotita leather de los Village People o los festivales masivos como el Folsom Street Fair de San Francisco y sus réplicas en otras capitales del mundo. En ese mismo libro de Neil Daniel, Halford cuenta que "Screaming For Vengeance" fue una canción contra la asfixia del armario y la homofobia en general.

Boredoms: Born to anal

La homosexualidad masculina se reduce a una condición genital de hundir la verga en el ano y esta rola de la banda japonesa de noise experimental visceral es una brutal prueba sonora de comprobarlo y enfrentar a aquellos que se espantan. Para los gays que les incomoda y aterra asumirse bajo esta inevitable realidad les inventaron esa parodia de la toería queer. Lo más cagado es que esta rola es muy socorrida por las jotitas punk-queer.

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The Frogs: Homos

Porque una de las mejores armas contra la homofobia es el sarcasmo. Los huevos de burlarnos de nosotros mismos. Ironía folk lo-fi cortesía de los hermanos Jimmy y Dennis Flemion, oriundos de Wisconsin, para decirle a la homofóbica de tu madrecita santa las ventajas de que se te caiga el jabón en los vestidores de hombres. Este dúo generó una fascinación en los músicos grunge, y sus corrosivas posturas contra la homofobia los han hecho portavoces de causas por los derechos LGBT. En realidad todo el álbum It's Only Right and Natural de 1989 (en donde se incluye el track “Homos”) es una crítica al pensamiento conservador gringo así como a los estereotipos gays.

Brutal Truth: Anti-Homophobe

Death metal ejecutado con mucha furia robada del trash, rudeza sin concesiones para homofóbicos hijos de puta. Esta banda de Nueva York se caracteriza por su postura antifascista. Heterosexuales todos, están convencidos que la homofobia es una manifestación de ira reprimida, por no decir que son gritos de un homosexual frustrado. Si muchos gays incluyeran rolas como esta en sus playlists, uno que otro homofóbico se la pensaría dos veces antes de gritarnos puto…

Suede: Animal Nitrate

Los británicos siempre han sabido retratar, con groove y atinado lirismo, la asfixiante cotidianeidad de sus clases medias, atrapadas en un costumbrismo obrero y ortodoxo, y muchas veces de una homofobia tan dura como el concreto con el que están construidos muchos multifamiliares. Estehit de Suede, banda que junto con Pulp inyectaron el ADN y los glóbulos rojos al britpop (mientras que Oasis y Blur se la pasaban tirándose pedradas), es un corrosivo canto a la libertad no heterosexual, a la inevitable naturaleza de la atracción por el mismo. Por cierto, si van a jotear con el número de la Conapred bien guardado en el bolso, al menos háganlo con el estilo de Bret Anderson en este video.

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Limp Wrist: Just like you

Todos los integrantes de manita caída son abiertamente homosexuales y eso no ha sido impedimento para que sigan dándole a la tradición hardcore de canciones cortas, guitarras ásperas y punzocortantes, gritos sin cortesías o coritos fáciles de seguir. En ellos el hardcore ha sido la herramienta contra la homofobia y esta es una de sus canciones más emblemáticas.

John Maus: Rigths for gays

Una de las aportaciones “indie” (para los devotos del género sin mucha gracia) de los últimos tiempos contra la homofobia. Este sí es un ejercicio de electrónica avant-garde y no muchas cosas de las que escuchan actualmente. Que Lady Gaga se haya juntado con Marina Abrabovic no cuenta.