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Dentro del "absurdo" plan de replicar la selva amazónica en un rincón de Europa

"Tropicalia" es un proyecto de 87 millones de dólares para construir el invernadero tropical más grande del mundo, en un tranquilo pueblo del norte de Francia.
Dentro del "absurdo" plan para llevar la selva amazónica a un rincón de Europa

RANG-DU-FLIERS, Francia - Los alrededores grises y ventosos de Rang-du-Fliers, un pueblo anodino en el norte de Francia, se sienten bastante alejados de lo que evocaría la vibrante selva amazónica.

Sin embargo, un controversial proyecto de 87 millones de dólares, presentado en 2018 y cuya construcción está prevista para finales de este año, está destinado a montar el invernadero tropical más grande del mundo en un terreno desolado cerca del hospital local.

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Llamada "Tropicalia", la gigantesca estructura formada por una cúpula de plástico de 20.000 metros cuadrados albergará una cascada de 25 metros, un sendero para caminar de un kilómetro y una alberca olímpica llena de peces, especies raras de anfibios, aves y reptiles, así como un auditorio, un restaurante y un bed and breakfast para los huéspedes.

Impresión artística de Tropicalia. Foto: Coldefy

Impresión artística de Tropicalia. Foto: Coldefy

Sin embargo, la flora y fauna tropical que llegaría de diferentes partes del mundo —incluidos África y Sudamérica que se encargarían de mandar aviones semanalmente para rebastecer la población de 8.000 mariposas— necesitará protección contra las heladas invernales del norte.

Los desarrolladores del proyecto afirman que la cúpula, que tendrá dos capas protectoras de etileno tetrafluoroetileno, un plástico transparente y resistente, y una innovadora tecnología de calefacción, ayudará a mantener la temperatura de 26°C y 28°C durante todo el año.

Ideado por Cédric Guérin, un veterinario que pasó su infancia en la Guayana Francesa y el África ecuatorial, el proyecto supuestamente le dará una inyección de optimismo a la triste región de Francia promovida como la "Costa de Ópalo", y espera atraer a 500.000 visitantes al año.

“Las experiencias que tuve en mi infancia me inspiraron a hacer esto”, le dijo Guérin a VICE World News. “Pero Tropicalia es una combinación de mi experiencia profesional y mi pasión personal. Y quiero compartirla con otros”.

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Sin embargo, una coalición de 38 grupos conservacionistas, incluidos Greenpeace y Extinction Rebellion, ha planteado serias preocupaciones sobre este proyecto autodenominado "Jardín del Edén" a medida que los esfuerzos contra la crisis climática se vuelven cada vez más cruciales. 

Los manifestantes toman las calles de Rang-du-Fliers para protestar en contra del proyecto. Foto: Peter Yeung

Los manifestantes toman las calles de Rang-du-Fliers para protestar en contra del proyecto. Foto: Peter Yeung

Dicen que Tropicalia, cuyo material publicitario promete una "experiencia inmersiva" que será "una oportunidad para comprender y respetar un ecosistema frágil" y "parte de la lucha contra el calentamiento global", es un absurdo proyecto vanidoso que se remonta a la época colonial.

A principios de este mes, cientos de manifestantes se reunieron en las calles de Rang-du-Fliers bajo el estandarte de colectivo Non à Tropicalia, ondeando banderas de colores, cantando consignas provocadoras y levantando carteles que proclamaban “los trópicos están aquí” señalando en un mapa las selvas tropicales de todo el mundo.

"¿Por qué diablos quieren llevar Brasil al norte de Francia?" dijo Clementine Daveau del grupo activista Extinction Rebellion Calais. “Estamos frente a una crisis climática. Hemos visto que el cambio climático va en aumento, y quieren traer aviones llenos de mariposas, generar más tráfico y por ende, provocar más emisiones".

El alcalde ecologista de Grenoble, Eric Piolle, y Ugo Bernalicis, diputado del partido izquierdista La France Insoumise, estaban entre los manifestantes. "Me opongo al proyecto", le dijo Bernalicis a VICE World News. "Es una aberración. Una idea retrógrada. Está en contra de todo en la crisis climática, política y ecológicamente".

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Theo, un estudiante de 23 años de Lille, cree que los motivos detrás de Tropicalia son cuestiones puramente egocentristas. "Este tipo solo quiere presumir del hecho de que ha viajado por todo el mundo", dijo. “Es un proyecto absurdo. Tenemos que centrarnos en el localismo”.

Los manifestantes se reúnen después de la marcha. Foto: Peter Yeung

Los manifestantes se reúnen después de la marcha. Foto: Peter Yeung

Otros argumentan que hay una explicación mucho más tradicional: el dinero. "Es un proyecto privado con un objetivo económico", dijo Xavier Hermant de Greenpeace Lille. “Quieren sacar provecho. Esa es la conclusión”.

De un presupuesto provisional de 87.8 millones de dólares, Tropicalia recibirá 15 millones de dólares de financiación pública a través de la Agencia de Transición Ecológica, el Fondo Europeo de Desarrollo Regional y el municipio local. Los inversores privados anónimos han dado 17 millones de dólares y BFIN, un banco de inversión con sede en Canadá, otorgará un préstamo de 55.7 millones de dólares. VICE World News sabe que BFIN tiene compañías fantasma en las Islas Vírgenes Británicas y que la compañía subsidiaria en el Reino Unido, BFIN Real Estate, registró pérdidas en 2018 y 2019 y no pagó impuestos en 2019.

Guérin se negó a proporcionar información sobre los inversores y señaló en una declaración vía correo electrónico: "Ya no queremos comunicar nada respecto a nuestros socios financieros por el ensañamiento de nuestros detractores hacia nuestros partidarios".

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Pero al defender los beneficios económicos del proyecto, Guérin dijo que será “posible reembolsar la inversión inicial” si hay un promedio de al menos 420.000 visitantes, más de 1.000 por día. Y añadió que, al mismo tiempo, Tropicalia creará 145 puestos de trabajo para mejorar la economía local (aunque los activistas afirman que la cifra real sería de 50 puestos de trabajo).

Claude Coin, el alcalde de Rang-du-Fliers, quien otorgó a la empresa un permiso de construcción, continúa respaldando el proyecto de Tropicalia. “El proyecto será bueno para la zona económicamente”, dijo. "Queremos atraer a los turistas".

Los desarrolladores obtuvieron un permiso a finales de 2019, pero el grupo ambientalista local GDEAM62 presentó una apelación legal en marzo de 2020. La audiencia debería llevarse a cabo a finales del verano, según Coin.

La apelación de GDEAM62, que aún no ha recibido respuesta de Tropicalia, se centra en la denuncia de que no se llevó a cabo una consulta pública adecuada sobre los planos, que después de la concesión del permiso de construcción incluyeron un hotel en los planos, y que el proyecto no será autosuficiente en términos de calefacción, como se afrima.

“Queremos la erradicación total del proyecto”, dijo Mariette Van Brugghe, presidenta de GDEAM62. "No podemos seguir destruyendo la naturaleza".

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Pero se mantenga o no la apelación, las críticas a Tropicalia son extensas: el formato obsoleto del cautiverio de los zoológicos, la huella de carbono innecesaria en la construcción del proyecto, la cantidad de agua que se utilizará (aproximadamente 25.000 metros cúbicos de agua por año) y el ya alto desarrollo del suelo de la región: la tasa de urbanización de Nord Pas-de-Calais es casi el doble del promedio nacional.

También se han planteado dudas sobre el beneficio económico a largo plazo que Tropicalia podría aportar a los lugareños. André Letendaart, un residente local, dijo que los puestos de trabajo creados serán precarios y temporales. "La pandemia ha demostrado que no podemos confiar en el turismo", dijo. “No creo que estos trabajos duren. Necesitamos formas de empleo más resilientes”.

Para Guérin, estas críticas no se sostienen y los opositores de Tropicalia son, en sus palabras, "ayatolás ecologistas" que se oponen a cualquier forma de desarrollo.

“Quieren decroissance”, dijo, refiriéndose a una teoría popular en Francia que afirma que el crecimiento económico constante no es necesariamente bueno para la sociedad, y que el bienestar social y ecológico debe ser priorizado sobre las ganancias corporativas. “Tienen miedo de los proyectos capitalistas. Pero nosotros estamos buscando soluciones en el futuro".

Cuando le preguntamos cuál será la huella de carbono del proyecto, Guérin le dijo a VICE World News que todavía no se tiene un cálculo exacto. "Es muy, muy difícil estimar las emisiones de carbono", dijo. “Es muy complejo y lleva tiempo. Publicaremos los cálculos lo antes posible, pero no quiero dar una fecha precisa".

Mientras tanto, los activistas dicen que los esfuerzos para llevar el trópico al norte de Francia se están acercando cada vez más a la realidad y que la realización de Tropicalia contribuirá a la rápida destrucción de las selvas tropicales en todo el mundo que tanto quieren replicar.