¿Qué tan paila es el ESMAD de otros países?

Quizá Colombia sea uno de los países que más jugo le saca a su escuadrón de humanos acorazados, pero no es el único que los tiene. ¿Cuántas personas tienen el honor de ser antidisturbios en otros países? ¿Qué clase de armamento les dan y en qué problemas se meten? Por pura y saludable curiosidad, le preguntamos a las oficinas de VICE en otras partes de mundo cómo funcionan sus escuadrones antidisturbios.

Comencemos, primero, por la casa.

En Colombia, el Escuadrón móvil anti-disturbios (ESMAD) fue creado en 1999. Originalmente estaba compuesto por nueve oficiales, ocho suboficiales y 200 patrulleros, cuya misión era "apoyar a los Departamentos y Policías Metropolitanas en el manejo y control de multitudes y espectáculos públicos". Hoy en día está compuesto por 3.580 policías —104 de ellos mujeres— que hacen presencia en 17 departamentos de Colombia y las ciudades de Medellín, Bogotá y Cúcuta y que tienen cómo misión el "control de disturbios, multitudes, desbloqueos viales y desalojos de espacios públicos o privados, que se presenten en zona urbana o rural en el territorio nacional".

Su uniforme incluye un overol fabricado en una tela especial anti llamas y anticortadas, guantes del mismo material, máscara anti-gas, un bastón, esposas metálicas, un escudo de plástico (otro blindado), una prenda antibalas interna y una "braga anti-corte", para las bolas.
Los hombres del ESMAD no están autorizados para portar armas de fuego. Sin embargo, luego de una resolución firmada en julio de 2012 por el entonces director de la policía Roberto León Riaño, todos los miembros del ESMAD, tras complementar un curso de 91 horas, pueden portar "armas de letalidad reducida", como tasers y rifles para lanzar gases lacrimógenos. Según el ministro de Defensa, todo esto le cuesta a Colombia 372 mil millones de pesos al año.

A pesar de lo que digan las resoluciones, el ESMAD ha tenido consecuencias fatales.

Durante las marchas del 1 de mayo de 2005, el estudiante menor de edad Nicolás Neira Álvarez resultó muerto en medio de los enfrentamientos entre el ESMAD y los manifestantes. Por estos hechos, la Procuraduría destituyó e inhabilitó por diez años al capitán Julio César Torrijos, comandante de la primera división del ESMAD en Bogotá.

En septiembre de ese mismo año, Jhonny Silva, estudiante de la Universidad del Valle, recibió un disparo en la nuca durante una protesta en el campus por el TLC y perdió la vida. En 2008, la fiscalía responsabilizó al ESMAD por la muerte de Silva.

Según el CINEP, desde su creación en 1999 hasta 2014, el ESMAD ha estado vinculado con 13 muertes. A esa cifra habría que sumarle la muerte de Luis Hernando Sáenz, en Duitama, durante el paro camionero del año pasado y la de un indígena menor de edad que murió durante un desalojo ejecutado por el ESMAD el pasado 9 de mayo en Corinto, Cauca.

Para ser justos, varios hombres del ESMAD también han muerto en el ejercicio de sus funciones. En septiembre del año 2000, el patrullero Mauricio Andrés Soto Londoño murió por un impacto de papa bomba en la cabeza durante una protesta por la visita del entonces presidente de Estados Unidos, Bill Clinton. En agosto de 2012, el subintendente José Libardo Martínez murió en el campus de la Universidad del Valle durante una protesta que conmemoraba la muerte del ya mencionado Jhonny Silva. En febrero de este año, el patrullero Albeiro Garibello murió por la detonación de un explosivo instalado por el ELN frente a la Plaza de Toros de la Macarena. En abril, un video que mostraba el momento en el que el patrullero Bayron Recalde fue impactado por un disparo que le costó la vida durante una protesta cocalera en Tumaco.

En Nueva York no tenemos un escuadrón anti disturbios como tal. Lo más parecido probablemente es el Grupo de respuesta estratétegica (GRE) del Departamento de Policía, que fue creado mediante la fusión de varias fuerzas de tarea en mayo de 2015.

Es el brazo de la policía que se encarga de "responder a los desordenes", o, sea vigilar protestas y otra clase de aglomeraciones públicas como una visita papal o un desfile. También están entrenados para responder a tiroteos, robos de banco y ataques terroristas. Según cifras de 2016, es un cuerpo de 800 personas para una ciudad de 8 millones y medio de habitantes.
Los oficiales del GRE usan chalecos antibalas, cascos, bastones y esposas plásticas, como pueden ver en esta demostración. También cargan pistolas y rifles de asalto. Aunque según un vocero de la policía estos últimos no son llevados a las manifestaciones pacíficas, aparentemente antes lo hacían. El GRE también ha sido cuestionado por el uso de un dispositivo acústico de largo alcance (LRAD) que es, esencialmente, un cañón de sonido que usan para dispersar protestas, inlcuso las que son pacificas, como reportó Gothamist hace un par de años. Todo esto le cuesta a la ciudad 50 millones de dólares al año.

Los miembros del GRE reciben un entrenamiento básico en "control efectivo y seguro" de multitudes. Además, deben aprobar una serie de cursos del programa de Entrenamiento en Respuesta Rápida de la Universidad de Texas que toman un total de 140 horas.

Hasta la fecha, el GRE no se ha visto involucrado en la muerte de ningún ciudadano. Sin embargo, estas han sido sus intervenciones más polémicas.

En febrero, oficiales del GRE arrestaron a alrededor de 20 rabinos que protestaban la política migratoria de Donald Trump por bloquear una calle cercana al Trump International Hotel.

También arrestaron a 40 activistas del movimiento Black Lives Matter durante una protesta en contra de la brutalidad policial en julio de 2016. Según testigos los manifestantes fueron tirados al piso de cemento y uno de ellos fue tumbado de su bicicleta. En diciembre de 2015 ya habían arrestado a 17 manifestantes de Black Lives Matter en una incidente en el qu resultó ensangrentada la abogada y activsta MJ Williams.

La policía sueca abandonó los métodos de confrontación en potenciales situaciones tumultuosas después de que unos disturbios en 2001 arruinaran gran parte del centro de Gotemburgo, la segunda ciudad más grande de Suecia. Ya no existe una policía antidisturbios; en reemplazo, se fundaron en 2005 las Tácticas Especiales de Policía (SPT). Lena Borg es la organizadora nacional de este grupo:

VICE: ¿Qué tipo de eventos cubre un escuadrón antidisturbios en su ciudad?
Lena Borg: Las manifestaciones y eventos deportivos que impliquen alto riesgo, como partidos de fútbol en los que las hinchadas rivales puedan terminar enfrentándose.

¿Con qué están equipados? ¿Cargan algún tipo de arma, letal o no letal?
Todos los que completan el entrenamiento de las SPT llevan protecciones en las piernas, hombreras y un uniforme más grueso que resiste el fuego. El equipamiento especial cuesta alrededor de 1.000 euros. La policía SPT puede llevar el mismo tipo de armas que los demás oficiales —como una pistola SIG Sauer—. Sin embargo, los patrulleros que se enfocan en el diálogo no llevan ningún arma.

Los escudos fueron retirados del equipamiento estándar, pero a veces se usan cuando los comandantes determinan que la gente puede lanzar piedras. La policía trata de ser consciente de las señales que envía a los ciudadanos, y los escudos, los cascos y los bolillos son, sin duda, muy agresivos. Es más efectivo que la policía no lleve escudos y use sus sombreros regulares, en forma de barco.

¿Qué tipo de entrenamiento y de experiencia se necesita para unirse a una patrulla?
El entrenamiento básico en tácticas policiales es de doce días y consiste en principios de reducción de conflictos. A los oficiales de policía se les enseñan también tácticas y formaciones, cómo manejar los vehículos y qué hacer o cómo actuar en caso de atender una manifestación en sus uniformes regulares de policía.

¿Hay alguna mujer en su escuadrón? ¿Cuántas hay, en qué proporción?
Es difícil decir cuántas mujeres han pasado por el entrenamiento de los SPT; sin embargo, se puede decir que un tercio de las fuerzas totales de policía son mujeres.

¿Puede contarnos brevemente alguno de los escándalos recientes en los que se hayan visto involucrados los escuadrones antidisturbios de su ciudad? ¿Ha habido alguna muerte?

En Malmö, en 2014, un grupo grande de personas se reunió para protestar contra un encuentro de un partido nazi en una plaza de Malmö. Cuando los miembros del partido estaban montando todo, unos manifestantes les lanzaron bombas de humo y botellas de vidrio. La policía empleó tácticas de shock y también permitió que la policía montada cabalgara en medio de la masa en varias ocasiones para dispersarla. Por lo menos diez personas resultaron heridas y tuvieron que recibir atención médica.

El año pasado, un oficial de las SPT criticó al jefe de policía de Upsala por ordenar que una unidad no confrontara a un grupo de manifestantes en el área de Gottsunda. Después de que una carta abierta a sus superiores fuera publicada, políticos y expertos apoyaron la crítica, preguntándose quién debía atender las protestas si no era la policía.

Sin embargo, nunca se han presentado víctimas fatales en nuestros operativos.

En México los policías anti disturbios se llaman "granaderos". La seguridad presidencial es una de las funciones fundamentales del regimiento. También lo son las manifestaciones, bloqueos, patrullajes, operativos y hasta desastres naturales. Además de la seguridad, se cumplen diferentes funciones dentro de cada escuadrón, hay cocineros, carpinteros, enfermeros y especialistas de diferentes áreas.

El cuerpo tiene un total de 12,000 miembros, de los cuales un 20% son mujeres. El equipamento consta de botas negras hasta la rodilla, chaleco con pechera antibalas, casco, escudo, bastón, tobilleras y espinilleras. Para el control de multitudes, se tiene permitido el empleo de armas consideradas no letales; bastones, toletes, dispositivos que generan descargas eléctricas, esposas o candados de mano y sustancias irritantes en aerosol.

Para el control de multitudes, se tiene permitido el empleo de armas consideradas no letales; bastones, toletes, dispositivos que generan descargas eléctricas, esposas o candados de mano y sustancias irritantes en aerosol. Si se presencia un robo, no se puede detener al ladrón en la vía pública ni utilizar un arma en ese contexto. Con las armas de "última generación" se corre el riesgo de que se las roben como ha sucedido en algunos casos.

Para ser granadero hay que pasar un examen físico y presentar un certificado de antecedentes penales. Luego se selecciona acorde a las necesidades del regimiento. Se anotan como soldados, y luego cada tanto se hace una selección para el Regimiento. Si algún soldado pidió especialmente pasar al cuerpo de Granaderos, se toma en cuenta.

A inicios de año, en un enfrentamiento con campesinos a la altura de la Glorieta de Colón, hubo 17 granaderos heridos. El enfrentamiento duró cerca de 20 minutos. Querían colocar carpas sobre la avenida para bloquearla, por lo que trataron de replegarlos.

En marzo de este año, en la delegación Venustiano Carranza se enfrentaron con los vecinos la colonia Pensador Mexicano, para retirar un bloqueo en Circuito Interior que reclamaba la falta de agua. Se pidió a los manifestantes retirar el bloqueo, pero entonces los vecinos comenzaron a lanzar piedras y bombas molotov. Trece resultaron lesionados, trasladados a un hospital de la colonia San Miguel Chapultepec. Dos civiles que pasaban por el lugar también resultaron lesionados con piedras.

Hace un año en un desalojo en la colonia San Francisco Apolocalco, en la delegación Iztapalapa hubo demandas por dos mujeres; una asegura que intentaron ahogarla en una cisterna y la otra expresa que le robaron parte de sus pertenencias; dinero y artículos electrónicos. Además acusan a los granaderos de matar a golpes a un perro sin razón.

Serbia ha tenido una larga historia de protestas, disturbios y choques violentos entre barras bravas, así que estamos bastante acostumbrados a que estén presentes cada vez que se insinúa incluso el más mínimo problema. Desde comienzos de los años noventa, las patrullas antidisturbios han madurado tanto en equipamiento como en participación: hoy en día, son empleadas cuando la policía oficial considera que hay un "evento de alto riesgo", sin importar si es un evento político, deportivo o una manifestación pública.

Desde junio de 2001, se estableció una unidad especial al interior de la policía serbia, llamada"gendarmería," que abarca todo el territorio del país y cuyo número asciende a más de 3.000 personas. Oficialmente, son considerados también como una patrulla antidisturbios; sin embargo, para eventos menos riesgosos, los policías normales pueden tan solo tomar equipos antimotines y actuar como tal.

Si están involucrados en actividades para controlar disturbios, las unidades de policía regulares pueden portar bombas de gas lacrimógeno, además de pistolas normales (las que también usan en sus labores diarias). Si la situación lo exige, pueden también portar rifles.

Las unidades de gendarmería tienen un equipamiento completo: pistolas, bolillos, bombas de gas lacrimógeno, tasers y granadas. Cada unidad de diez hombres cuenta con un hombre armado.

En la policía regular, las mujeres representan apenas el 12% del número total, pero la mayoría en rangos menores. No hemos visto nunca a ninguna mujer policía con equipamiento antidisturbios.

El escándalo más grande fue, de hecho, uno político: ocho miembros de una unidad de una unidad antidisturbios, desplegada para proteger la Marcha del Orgullo Gay en Belgrado en 2010, presuntamente atacaron al hermano de Aleksandar Vučić, entonces primer ministro (y ahora presidente) de Serbia, y sus guardaespaldas, miembros de una unidad de Policía Militar. Los ocho fueron acusados de ataque, abuso y tortura. El caso sigue en curso. Fue una suerte de pelea de matones entre los ocho antimotines y los guardaespaldas.

No ha habido muertos hasta ahora por parte de las patrullas antidisturbios. Eso no necesariamente significa que tengamos un policía ejemplar: en 2003, un exoficial de una unidad especial de policía, su comandante y otros dos hombres fueron sentenciados a 40 años de prisión (la más alta posible) por conspirar contra y asesinar al primer ministro democrático de Serbia, Zoran Đinđić.

Las unidades móviles de la policía italiana (Reparti Mobili) operan principalmente en manifestaciones callejeras y partidos de fútbol. También son los encargados de desalojar edificios ocupados.

Se trata de una fuerza de entre 5.000 y 6.000 hombre que se reparten en 15 unidades ubicadas en las principales ciudades de Italia. El cuerpo estaba compuesto únicamente por hombres hasta que en 2014 el ministro de Interior decidió abrirlo a mujeres. Hoy en día hay menos de diez mujeres en las filas de los Reparti Mobili.

Los antidisturbios italianos usan un casco azul llamado u-bott, un bastón, una chaqueta protectiva, guantes reforzados, una pistola Beretta 92, una máscara anti gas, un escudo y un rifle para lanzar gases lacrimógenos. En los últimos veinte años, la policía antidisturbios italiana se ha visto involucrada en toda clase de escándalos.

El más grave ocurrió durante el encuentro del G8 en Genoa en 2001, cuando la policía capturó a 93 manifestantes e hirió a 82 de ellos. Los hechos condujeron al juicio de 125 policías, aunque ninguno de ellos fue condenado. Amnistía Internacional calificó la represión a los manifestantes que asistieron al evento como "la suspensión más grave sobre los derechos humanos que se haya vivido en un país occidental desde la segunda guerra mundial".

Recientemente, en abril de 2014, varios hombres del Reparti Mobili pisotearon a un grupo de manifestantes que abrazaban la tierra durante una protesta ambiental. La excusa oficial fue que los manifestantes habían sido "confundidos con bolsas". Además grupos de activistas del movimiento No Tav —que se opone a la construcción de un tren de alta velocidad entre Francia e Italia— denuncian ser víctimas frecuentes de golpizas y ataques con latas de gas lacrimógeno disparadas a quemarropa.

Ninguno de estos incidentes ha causado muertes.

En Francia, las misiones de la policía antidisturbios son aseguradas por dos divisiones que tienen dos estatus distintos: agentes militares del Mobile Gendarmerie (Gendarmería Móvil), y agentes civiles de los cuerpos del CRS (Compañías Republicanas de Seguridad, por sus siglas en francés). Aunque hablaré de ambos, me referiré más al CRS.

La fuerza atiende grandes protestas políticas y encuentros deportivos. En 2016 eran unos 14.000, pero del 20 al 40% de ellos trabajan en la parte logística. Son un poco menos de 10.000 los que trabajan directamente en las calles. A febrero de 2015, las mujeres conformaban un 8% del total de la fuerza.

Usan un montón de armas como: cascos, escudos, chalecos antibalas, protecciones para sus brazos y piernas, balas de caucho, gas lacrimógeno, gas pimienta, tasers, granadas de gas lacrimógeno, también es frecuente el uso de chorros a presión durante las protestas.

Para ser policía una persona debe tener entre 17 y 34 años y el baccalauréat (el diploma que se obtiene en Francia al graduarse de bachillerato). Para hacer parte del CRS, primero deben aprobar un examen que es requerido para ser un oficial de paz, o ser tenientes de policía, cargo al que se puede aspirar con un título de licenciatura.

Últimamente, la fuerza se ha visto involucrada en varias polémicas.

El 1 de mayo de 2017, durante la protesta tradicional que celebra el Día del Trabajo en Francia, un CRS fue quemado por un cóctel molotov. La imagen ha sido muy compartida y comentada por diferentes políticos. El policía en cuestión quedó muy mal pero sigue vivo.

No es el más reciente, pero es uno de los escándalos más importantes que involucran a la policía antidisturbios: el 26 de octubre de 2014, el activista ecológico de 21 años Rémi Fraisse, quien estaba protestando en Notre-Dame-des-Landes ZAD (zona para defender, la cual fue creada para protestar en contra de la construcción del aeropuerto de Notre-Dame-des-Landes) fue asesinado por una granada arrojada por un oficial de policía durante la confrontación.

En septiembre de 2016, un manifestante perdió un ojo durante la protesta en contra de Loi Travail por una granada defensiva que fue lanzada por un CRS en la mitad de una lluvia de gas lacrimógeno. En mayo de 2017, una fotorreportera fue herida por una granada defensiva lanzada por un CRS, mientras ella documentaba una protesta anticapitalista que se llevó a cabo justo después de las elecciones presidenciales. Ella decidió presentar una demanda.