Este artículo apareció originalmente en VICE Grecia.Nadie sabía realmente de qué se trataba el nuevo antro LOHAN; lo único que era seguro es que abriría sus puertas el 15 de octubre en el vecindario de Gazi en Atenas. El club estuvo listo en menos de una semana y le hicieron una intensa publicidad dos días antes de que se inaugurara. Lindsay Lohan parecía estar involucrada de alguna forma pero no estaba claro de qué manera o por qué —o si era cierto el rumor de que era inversionista— estaba relacionada con un antro en Grecia.
Publicidad
Y ahí estaba: un letrero enorme en la entrada del inmueble sobre la calle Odou que decía "LOHAN". Poco antes de la media noche del viernes carros lujosos empezaron a llegar afuera del club, los chicos del valet corrían por todas partes y una línea de personas se comenzó a formar en la entrada. Sin embargo los fotógrafos y los equipos de cámaras tenían la esperanza de que Lindsay Lohan se presentara.
Y así fue. Llegó poco después de la una de la mañana. Le confirmó a la prensa que había invertido en el club, habló un poco de la industria del entretenimiento, de la crisis de refugiados, de Grecia, la xenofobia y de cómo tener diversión es una forma de "tomar una mala situación y hacerla mejor".Le dijo a los reporteros que el club era una muestra de agradecimiento a Grecia. "Grecia ha acogido a muchos refugiados que vienen de Siria y eso es algo para celebrar. Quiero que LOHAN sea una fiesta en donde las personas se unan". El objetivo de crear este lugar fue para que hubiera un espacio donde gente de todas partes del mundo se reuniera y pasara un buen rato. Incluso las personas que no toman —"Tenemos hookah", agregó Lohan—, y además mencionó que parte de las ganancias del club se irán para caridades que apoyen a los niños refugiados.Luego de hablar un poco con la prensa regresó al interior del club y la atención de los fotógrafos se desvió al resto de autos lujosos que no paraban de llegar y a los exclusivos invitados griegos.
Publicidad
