Las Fallas de Valencia son una de las fiestas populares más famosas de España y cuando se habla de ellas se suele poner el foco en la magnificencia de sus esculturas, siempre preparadas para arder, las falleras con sus trajes y sus peinados, el turismo y, cuando Rita vivía, las perlas que dejaba caer, como el mítico "caloret", entre otras.Pero la otra cara de las Fallas son señores que no han renovado su armario en los últimos 40 años paseando por la ciudad, gente llevando sartenes paelleras de un lado a otro, buñuelos, churros, turistas y móviles —cómo no— haciendo fotos a cualquier cosa que les resulte llamativa. Paco Poyato pasó la semana de Fallas capturando esa parte del ambiente fallero al que nadie presta atención.
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