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Las fotos de Robert Whitman de un Prince de 19 años deslizándose por la reciente superficie de Minneapolis, son un verdadero tesoro preciado. Su afro asombrosamente acolchado y simétrico, sus ojos son grandes y puros como los de Bambi, pero siempre al acecho, posados sobre su cuello tortuga y sus pantalones bota campana, que lleva con una ardiente e inquebrantable confianza. Estás fotos fueron tomada un poco antes de lanzar su álbum debut For You. Prince escribió, produjo, interpretó y actuó todo en esta aplastante colección. Musicalmente, los animosos falsetes discotequeros suenan bastante inofensivos, pero los mensajes lascivos son frenteros y el centro de las canciones como “Soft And Wet”: “Hey, lover, I got a sugarcane/ That I wanna lose in you/ Baby can you stand the pain?”
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El libido de Prince siempre se destacó desde el principio, pero en su tercer álbum, Dirty Mind, no fue nada sutil. “You wouldn’t have stopped/ But I, I came on your wedding gown”, le cantaba a la novia de alguien en su tema “Head”. En el arte del disco llevaba una chaqueta con taches, una pañoleta y unos calzoncillos altos. Su cadera derecha está salida, su postura como “Whut?” Ropa interior femenina, medias altas y las botas de tacón se convirtieron en un elemento básico del escenario. En el tema de los tacones, Prince dijo, “la gente dice que yo uso tacones porque soy bajito. Uso tacones porque a las mujeres les gusta”. ¿Chicos con tacones? Solo en ti Prince.
Para su disco Controversy de 1981, Prince dejó caer el falsete, le subió a las guitarras y empezó a mezclar sordidez sónica con letras que reflejan una consciencia social. Sin embargo, el seguía meneando las bragas, que no cayeron bien en las dos giras donde le abrió a los Rolling Stones en LA. La audiencia aguantó hasta que comenzó a cantar “Jack U Off” (“You'll have an instant heart attack/ If I jack you off”). El público respondió con abucheos, mientras le lanzaban botellas y latas. Voló a su casa en Minneapolis, pero Mick Jagger lo llamó y le dijo que se endureciera, así que Prince regresó para la segunda gira, donde le fue peor. La multitud de los Stones que escucharon de su primer show y llegaron preparados: esta vez fue apedreado con coles podridas y pollos muertos.
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Cuando el variado grupo de fans de Prince, juega a vestirse como Prince, este es el Prince al que le apuntan: la gabardina, la camisa de volantes, el pelo grande. Elevó su volumen en todos los sentidos. En los años anteriores 1999, le dio un top 10 de sencillos, pero Purple Rain —una película y un soundtrack que sonaba como una colección de hits instantánea—lo hizo tan grande como Michael Jackson y Madona. Los temas sexys eran la minoría, pero “Darling Nikki”, que canta sobre una prostituta que llevó a Prince a su castillo y le dio placer con sus “dispositivos”, fue su punto máximo de Tipper Gore. Cuando la segunda dama de Estados Unidos oyó a su hija de 11 años escuchando la canción, escupió su cornflakes y fue a la ciudad a la visitar la industria de la música. “Crecí escuchando rock y amándolo, viendo televisión y entreteniéndome con ella”, escribió ella en su libro Raising PG Kids In An X-Rated Society. “Sigo disfrutando los dos. Pero algo pasó desde los días de “Twist and Shout” y I Love Lucy”. Como dije: Prince inventó el sexo y gracias a su vulgaridad sónica los sellos de Parental Advisory arriesgaron sus records de estos días.
Michael Jackson quería hacer un dueto con Prince en la canción que da título a su álbum Bad. Prince lo negó diplomáticamente. No habían un chance de que él se parara ahí como un idiota mientras Michael cantaba “Your butt is mine”, pero tampoco necesitaba hacer un dueto con Michael Jackson. Él tenía su propia obra lista para el mundo, un álbum doble espiritual literario que estaba muy lejos de cualquier cosa de Bad. Tal vez no fue tan mainstream como Purple Rain, pero todo sobre Prince está condensado en Sign “O” The Times. Ningún hombre había puesto tanto énfasis en la parte media, expuesto o ceñido. La cintura de Prince revelaría las 18 pulgadas de Scarlett O’Hara’s. No saldría a la tienda de la esquina luciendo así, pero de nuevo, probablemente Prince nunca fue a la tienda de la esquina.
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La reacción de Prince por el éxito de Sign “O” The Times, fue grabar su disco más oscuro de la historia, que en parte fue un intento por recuperar el afecto de sus fans afroamericanos, quienes estaban contrariados con su más brillante y popero disco. The Black Album prometía un funk cochino, pero Prince se retiró una semana antes de su lanzamiento, decidiendo que era demasiado negativo (eventualmente fue publicado en 1994). En vez de eso, Prince dio un giro e hizo Lovesexy, un renacimiento espiritual que lo puso a cantar canciones como “Positivity” (letra: “Positivity/ YES”). Claramente, la desnudez era el último grito de la moda. ¿Quién necesita ropa cuando puedes reclinarte en pétalos gigantes de lirio? (gran período de práctica con el estigma de la flor). De alguna forma se las arreglaba para ser recatado y pensativo mientras tu culo está desnudo.
Podría hablar de lo que Prince estaba haciendo musicalmente en 1991, pero realmente solo quiero tener tu atención con lo que sucedió con este traje amarillo. Este fue un performance de “Gett Off” en los VMAs del 91. Por esa época estuve en la primera fila de una presentación de Prince y me puso su culo en la cara. A diferencia de esta imagen su trasero estaba cubierto, pero sus hilos apretados realmente no le dejaban mucho a la imaginación. Supuse que fue por el beneficio de todo el lugar, pero esa es la cosa de Prince, se sintió como si me lo estuviera haciendo a mí.
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En 1999 Prince todavía estaba en guerra con su sello, llamándose como esclavo y reconociéndose como un garabato. Para celebrar que finalmente era libre de sus grilletes, reclamó su nombre como un fénix en llamas, aunque con unas trenzas dudosas trenzas y colitas. Y un traje metálico de cuello tortuga. También lanzó su álbum Rave Un2 The Joy Fantastic, que no pegó tanto, aunque el cordero parece estarlo disfrutando.
¿Con fatiga de Prince? Esa década se resume en esta imagen de su presentación en el Superbowl del 2007. El hombre sabe como se hace una silueta.El legado
El ADN de Prince se puede encontrar en un sinnúmero de artistas. Todo el que haya sido influenciado por Prince también ha sido influenciado por su disco Sign “O” The Times. André 3000 lo llama “uno de los mejores discos jamás hechos” y literalmente todo el R&B moderno ha sido influenciado por Prince, desde Terence D’Arby pasando por D’Angelo, Dev Hynes y todo lo que hay en el closet de Lenny Kravitz. Justin Timberlake también admitió que Prince ha sido su modelo a seguir cuando le dijo a Playboy que “es el músico más grande que haya vivido”. Su canción “Spaceship Coupe” de su álbum 20/20 es su máximo homenaje hasta el momento en términos líricos, vocales y hasta sónicos. Comparen esa canción con “Do Me Baby” de Controversy para que se den cuenta de lo que estamos hablando. Midnite Vultures de Beck también se acerca mucho a la escencia de Prince, particularmente en “Debra”, una tema que habla de seducir a una chica que conoció en JCPenny. Para Pharrell fue imposible elegir su tema favorito de Prince, por lo que en N.E.R.D hizo una suma de todas sus cualidades y lo describió a MTV así: “¿Como puedes decir que el sorbete de durazno es mejor que una perla blanca? Ahí es donde Prince ha sido un genio. Ha tenido tantos colores y texturas a lo largo de su carrera que realmente no puedes comparar, necesitas tener todo. Hay algunos artistas que con escuchar una canción basta o que hacen dos discos increíbles cada cinco. Prince no era así. El te atacaba con momentos como bop, bop, bop, bop,bop”. Si no se han dado cuenta, Pharrell realmente cree en la sinestesia.
