Todas las fotos por Daniel PatlánNo son las palmeras y el agua cristalina la que convierte al Bahidorá en un paraíso, el factor clave— el que hace que todos quieran sacar el traje de baño y desempolvar la casa de campaña — es la música ininterrumpida por más de 24 horas. A la hora que quieras hay fiesta. Sin falla. No se necesitan afters o maratones de Netflix a las cuatro de la mañana porque nadie te quiso seguir el pedo, el desmadre de Bahidorá es interminable. Además, el calor y las pieles al aire son un plus que no todos los días puedes gozar.Entre cuerpos asoleándose y una nueve espesa de humo vimos a La Banda Bastón, Badbadnotgood, Destroyer y Sonido Gallo Negro. Luego, y sin saber muy bien cómo pasó, cuando Antibalas terminó de tocar, el sol se había terminado. Rhye se encargó de poner melosa a la gente y The Internet soltó la energía necesaria en el escenario para empezar con la fiesta en serio. Escort salió justo después para transportar a la gente a los 70 y Adeline Michèle (la vocalista de la banda que tiene un afro increíble) soltó varios agudos que ponían la piel chinita. Para rematar, Bondax y Acid Pauli hipnotizaron: en los dos actos la gente se convirtió en una masa uniforme que se movía de un lado a otro. Hoy, con una cruda de muerte, solo nos queda recordar que lo bailado nadie no lo quita y sí, ya nos hacía falta nuestra dosis de paraíso. Ve las fotos aquí abajo.
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