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Música

Siria está de la chingada

A un par de meses de que el movimiento social en Siria comenzara, el bombero y cantautor, Ibrahim Qashoush, fue hallado muerto con la garganta cortada.

Las cosas en Siria están de la chingada. Bueno, el mundo en general lo está, pero en aquel país de Medio Oriente, la Chingada ha hallado un buen lugar para quedarse ¿Y qué hacer? Quedará en otros responder a esta pregunta.

Las cosas comenzaron hace un par de años bajo todo el contexto de la Primavera Árabe. El asunto, parece ser, empezó con protestas pacíficas para pedir la liberación de algunos presos políticos. La policía respondió con balazos. En Deraa; así se llama la ciudad. Eso fue, digamos, la gota que derramó el vaso que se venía llenando desde mucho tiempo atrás, desde que el padre de Bashar al-Assad, Hafez al-Assad estaba todavía en la presidencia. Pero el pueblo sirio aguantó los 30 años que duró su dictadura; y aguantó otros 13 más del heredero, pero ya no pudo más. El descontento se mezcló con violencia recíproca a la que el gobierno empleó ante su pueblo. Se extendió por todo el país y rápidamente se fueron creando guerrillas y ejércitos populares que combatían (y combaten) directamente, aunque siempre en desventaja, a las huestes oficiales. Las cosas llevan así 2 años. Un chingo de muertos y un chingo más de desplazados. A ver en qué acaba…

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En otras cosas, música.

Durante los regímenes, o el régimen mejor dicho, de los al-Assad, la creación musical fue básicamente nula. Sobre todo la de protesta. O sea, sí había cantantes de música popular y demás, pero no de protesta. Utilizaban las que provenían sobre todo de Palestina y de otros países árabes de por ahí, pues si alguien componía algo en contra del régimen, muy probablemente acabaría muerto… Y las cosas en realidad no han cambiado. Ah, y no sobrará decir que la música siempre ha sido y será fundamental para cualquier movimiento revolucionario, sea armado o no. Y bueno, Siria no la tuvo y cabe preguntar si algo habrá tenido que ver con esos 43 años de dictadura y represión…

Aquí no voy a hablar de eso porque, a pesar de sonar interesante, se me van a aburrir. Hablaré, entonces, de las personas que se han apropiado de la Revolución en Siria y la han puesto en sus canciones. Digo, a pesar de ser un régimen represor hasta la médula, ha dejado de tener el total control, obviamente, sobre la población. Así pues, ¿habrá sido coincidencia que la música haya surgido con el movimiento? La gallina o el huevo, ¿qué fue primero?

A un par de meses de que el movimiento social en Siria comenzara, el bombero y también poeta y cantautor, sí, de música de protesta, Ibrahim Qashoush, fue hallado muerto con la garganta cortada y sus cuerdas vocales destrozadas… Digo, un mensaje más claro que ése, dudo que exista. Desde el inicio de las revueltas, miles de protestantes avanzaban por diferentes calles de distintas ciudades y pueblos sirios al ritmo de los cánticos que Qashoush escribió y seguramente al-Assad se asustó tantito nomás… supongo que las letras que Qashoush escribió se siguen entonando por ahí…

Samih Shuqair y Wasfi Massarani son otros dos músicos que han compuesto en contra del régimen dictador en Siria. El primero compuso “Ya Heef”, que parece ser fue el himno que adoptó el movimiento revolucionario. Shuqair vive en París. Quién puede juzgarlo, y al igual que él, Massarani vive en otro país de Europa, mismo continente que recorre dando conciertos para mandar dinero a sus compatriotas. Lo que él hace es tomar canciones tradicionales sirias y ponerles letras de protesta; el resultado, obviamente, es contagioso. Tal vez ésta sea la única forma de mantenerse con vida si se busca combatir al régimen de al-Assad desde el bastión musical: vivir en el extranjero.

Un último caso del que hablaré es uno que me parece curioso. No imagino a Pacomemo, o a Giovani, o al Chicharito… vaya, ni siquiera al Témoc o a cualquier otro pinche futbolista mexicano –o incluso de cualquier parte del mundo– haciendo lo que Abdu-Baset Sarout ha hecho. Antes de que el movimiento social en Siria iniciara, Sarout era más bien conocido por ser el portero de la selección sub-20 de Siria. Es ahora líder de los rebeldes en la ciudad de Homs. Ah, y también compone canciones de protesta. Sus familiares han sido asesinados y perseguidos por esta razón, pero Sarout sigue con vida a pesar de haber sido víctima de tres intentos de asesinato y si llegara a morir, sus canciones no se irán con él.

Nuevamente: ¿por qué la música asusta tanto?