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La televisión se llenó con el suave parloteo de los simpatizantes del Remain. Nicky Morgan le confirmó a David Dimbleby que "sus fuentes" mostraban que lo habían logrado. Gibraltar, el primero en declarar, registró alrededor del 95 por ciento de los votos para el Remain.
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Hay una elección presidencial francesa el próximo año, donde los candidatos se tropezarán unos con otros en su intento por desacreditar el Proyecto Europeo. En Gran Bretaña ya se habla de retrasar la activación del artículo 50 de la cláusula del Tratado de Lisboa, con la que se iniciará formalmente el proceso de dos años que le dará a los británicos su "libertad", hasta después de esa fecha, para evitar convertirse en víctima de una narrativa de "castigo al Reino Unido" dentro de esa elección. Ciertamente, la UE tratará de conducirse con tanta firmeza como sea posible (ya que en términos comerciales, como un importador neto, todavía nos necesitan más que nosotros a ellos). Querrán aplicar un castigo ejemplar y mostrar que la vida fuera de la UE es un horrible páramo congelado. Pero al mismo tiempo, el comercio tendrá la última palabra y el comercio es casi siempre racional, por lo que todavía nos necesitan para comprar sus productos y nosotros los suyos.
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