Laurel Halo desconcertante progresión melódica

Ina Cube tiene una formación musical clásica. Su trabajo revela la influencia de la música de su estado natal, Michigan. Los procesos físicos y el impacto del tiempo son motivos recurrentes en sus producciones, hay texturas y tonos en sus tracks que parecen reflejar la naturaleza siempre cambiante de los fenómenos artificiales y de los propios de la naturaleza. La música de Halo se centra alrededor de ritmos híbridos, bajos contundentes y la psicodelia. Cautiva debido a la calidad de su sonido, lo cual ha hecho de ella un fenómeno de ventas en ciertas partes del mundo. En junio de 2012 lanzó su álbum debut, el frágil y hermoso "Quarantine" editado en el sello londinense: Hyperdub. Este álbum recibió elogios de la crítica y fue nombrado Álbum del Año por la revista The Wire. Su segundo álbum titulado "Chance of Rain" fue lanzado en octubre de 2013 en el mismo sello.

Ina Cube dice que tomó el nombre de Laurel de Halo, porque "me recuerda el juego de video, y el infinito. Y es divertido tener un seudónimo". Durante su niñez aprendió piano clásico, y ha formado parte de varias orquestas, conjuntos de improvisación y grupos de noise. No es ninguna sorpresa que esta ex DJ de radio universitaria tenga una afición por la ciencia ficción y gustos que aportan ideas de esa naturaleza e influyen en su música. Debido a que en la ciencia ficción "siempre se mostrará lo que está fuera de su campo de visión actual - su situación cultural, y las capacidades tecnológicas - y me gusta pensar en lo que existe fuera del rango de visión".

"you are always presented with what's outside your current field of vision – your cultural situation, and technological capabilities – and I like thinking about what exists outside of your range of vision"

El EP "Behind the Green Door" del 2013 (título tomado de una película porno muy conocida de la década de los años 70s) contiene cuatro pistas para el mismo sello (Hyperdub) y hace que el disco debut "Quarantine" se sienta a años luz de distancia. Las voces se han ido y el sentido del espacio prácticamente desapareció. Si "Quarantine" asemejaba una amalgama Cyborg de carne y máquina, en este EP Halo va un paso más allá para borrar a la humanidad de la trama.

La sensación de ir hacia adelante se fusiona con la música en "Behind the Green Door" en un sentido bastante literal; estos no son exactamente tracks para club, pero la sensación de propulsión es ayudada por los beats que sostienen las cuatro pistas. Los ritmos de Halo guían al escucha por un camino deliberadamente enredado, recogiendo elementos de la música house y minimal techno en el proceso, Hay una sensación de malestar desconcertante, que es al parecer, el lugar favorito de Halo y lo que le permite construir mundos que de inmediato se derrumben para desecharlos. Nunca parece plenamente satisfecha en el momento presente, siempre esta dispuesta a seguir adelante hacia un nuevo ambiente. En este EP hay una energía sexual que funciona como puente entre los momentos de alegría tranquila y reflexión y los sentimientos de soledad y alienación. Los golpes de bombo y ráfagas de electrónica rígida que se elevan sugieren una sensualidad más oscura, algo más parecido a los sueños distópicas de ciencia ficción de Demon Seed (película estadounidense de ciencia ficción de 1977 dirigida por Donald Cammell).

En el excelente álbum debut de Laurel Halo, "Quarantine", enfatiza su voz. En su segundo disco, el dinámico y vigorizante "Chance of Rain" (2013) continúa la transición comenzada en el EP "Behind the Green Door", desordenando aún más sus motivos artísticos a través de ritmos industriales y texturas de sintetizadores corrosivos. La música en "Chance of Rain" desafía la fácil colocación comercial, probablemente a propósito. Parpadea entre la era de 90s, la irritabilidad del IDM y la música de club actual destinada a inspirar el baile. A veces se detiene a la mitad de una canción para insertar una melodía de jazz en el piano y luego regresar a sus ataques de bombo entrecortado y crujiente. En "Chance of Rain" coloca sus retorcidos sonidos al frente y al centro, de la misma forma que en "Quarantine" hizo con su voz. El resultado sigue siendo desconcertante, aunque de manera más sutil, seguramente nadie diría de Halo que sus sintetizadores son demasiado fuertes, o no suficientemente melódicos.