La vida no es una carrera: Una charla con Nick Hexum de 311

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Música

La vida no es una carrera: Una charla con Nick Hexum de 311

Los "Beatles del rap-rock" estrenaron hoy su doceava placa de estudio, 'Mosaic'.

A esta altura ¿cuánto queda de aquello de que el rock es o "debe ser" joven? Esta máxima puede haber funcionado en los años 50, 60 o 70, pero en los 80 Little Richard ya tenía edad de abuelote y John Lydon había reemplazado guitarras por sintetizadores. Imagínense hoy, tres décadas más tarde, cómo está el patio. El rock ya no es garantía de juventud, ni la juventud es un valor agregado al rock. Claramente.

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311 son maestros en el arte de equilibrar intenciones influidas por el paso de los años. No hay duda que su gran momento artístico pasó. No nos engañemos: es muy difícil que repitan obras como Music (1993), 311 (1995) o incluso Evolver (2003), pero lo bueno es que este grupo de amigos no se rinde con facilidad; constantemente dan muestras de actividad y no descansan esa avidez innata que los lleva a experimentar en el estudio, y en las decisiones extra musicales. Hoy 23 de junio la banda de Omaha lanza su disco número doce, Mosaic. Con un arte de tapa en plan manifiesto –una foto de ellos en técnica de collage, hechos por miles de pequeñas fotos que sus fans aportaron el último año-, el disco es una declaración de las muchas "políticas sonoras" que tiene la banda: ritmo, armonía, melodía, color, innovación, sentimiento. Una muestra más de que 311 sigue entendiendo el juego del paso del tiempo: arriesgan con ciertas sonoridades modernas y se afilan a tope para jugar su juego clásico.

En lo extra musical la filosofía es similar: si en los 90 a sus fans les gustaba fumar mota y beber cerveza hasta desfallecer, expresar sus intenciones de mandar todo al carajo y enloquecer por un rato, entonces 311 les regalaba himnos como "Freak Out" o "Fuck the Bullshit", "Creatures (For a While)". Con los años y el cambio de década, algunas hormonas se apaciguaron y llegaron "Amber" y la versión de "Love Song" de The Cure. Y ahora que sus seguidores están en proceso de convertirse en simpáticxs padres y madres de familia, 311 vuelve a tentarlxs y ofrece el 311 Cruise, un barco que recorre el Caribe por varios días en el que ellos dan un show por noche o básicamente el sueño húmedo de cualquier fan del grupo.

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La historia de 311 tiene chicha, limonada y un paso a paso ejemplar. Con Nick Hexum, su cantante y guitarrista, nos dedicamos un buen rato a recorrerla y esto es lo que salió.

Noisey: ¿Cómo te sientes con Mosaic, el nuevo disco? Por lo que pude escuchar se aprecia una banda con voluntad de sonar innovadora.
Nick Hexum: Sí, creo que las bandas viven en un péndulo, van y vuelven. A veces quieren volver a sus raíces y otras están listas para adentrarse en nuevos territorios. En este caso estuvimos totalmente predispuestos a sonar a algo nuevo y expandir nuestras fronteras. Sí, escuchaste bien. Espero que nuestros fans estén listos para evolucionar con nosotros.

"Wildfire" es una canción que resume la idea: van de reggae a rap-metal, a una melodía Beatle y luego se suman arreglos cinematográficos.
Sí, claro, absolutamente. Creo que 311 funciona mejor cuando estámos inmerso en un proceso de "creatividad salvaje". Esto es: cada cosa que se nos ocurre, la probamos, la intentamos aplicar. Incluso si son ideas que exigen al oyente ir a diferentes partes. Nunca subestimamos a nuestros oyentes. Sabemos que tenemos fans muy inteligentes que siempre están listos para ser desafiados. Fuimos valientes en incluir canciones con tantos movimientos como "Wildfire", la segunda canción. Es la que cumple la función de tema "épico" del disco. Siempre incluimos una: en Evolver fue "Sometimes Jack Rules the Realm", por ejemplo. Es nuestra manera de hacer canciones como aquellas de Led Zeppelin que atravesaban muchos movimientos diferentes, que comienzan de un modo y terminan completamente distintas. Es divertido, para y desata nuestra creatividad salvajemente.

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Hay una fuerte comunión entre 311 y sus fans y ustedes siempre fueron una banda que intentó darles un plus. El hecho de recibir tanto amor y energía de parte del público ¿es siempre una cuestión positiva o a veces puede ser complicado de manejar?
Siempre es algo positivo. Esto es más que una banda. Es una comunidad, una actitud, una forma de vivir. No creo que muchas bandas puedan decir eso. La gente solía seguir a Grateful Dead por la comunidad, por la escena. Bueno, quizá también por las drogas [risas], pero aquello era una gran escena, un carnaval. Amamos esa manera de relacionarse. Siempre la alentamos. Nos encanta que los fans sean amigos, que se encuentren en el estacionamiento en los shows, le suban a la música, compartan cervezas y que todo sea una fiesta, antes y después de los shows. Siempre buscamos esto y somos felices de saber que mucha gente encontró amigos a través de la comunidad de 311. Es súper cool.

En los créditos de las canciones de Mosaic hay muchos colaboradores ¿hay alguna razón en particular para esto?
Creo que cuando llegas al disco número doce con tu banda, lo más importante es mantener fresco tu sonido. Traer distintos colaboradores a formar parte de él, es una manera de hacerlo. Recuerdo leer una entrevista con Bob Marley antes de que muriera, en la que le preguntaban "¿Sientes que te podrías quedar sin ideas?", y él decía "No, siempre hay gente nueva con la que trabajar". Yo tomé esa idea. Es una manera fácil de seguir adquiriendo nuevas influencias. Si escuchas nueva música, trabajas con otra gente. Es lo que hicimos esta vez y la banda se sintió cómoda y segura de sí misma, de que aún sonaremos a 311 más allá de productores o co-escritores que estén con nosotros.

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Creo que el particular sonido de 311 es el resultado de lo que aporta cada uno de sus miembros. ¿La chance de que alguno de los miembros se desvincule de la banda hace entrar en pánico al resto?
Totalmente. Si alguno de nosotros se enferma, o se muere o lo que sea… A ver, no puedo imaginarme a 311 si alguno de los miembros la deja. Amamos nuestra banda, nos llevamos genial, sabemos que tenemos nuestro mejor lineup posible, que nuestra química es perfecta y muy especial. O sea, no nos preocupamos por la posibilidad de que alguno deje la banda, pero obviamente nadie vive para siempre. Pero bueno, todos estamos saludables, felices y dedicados, así que diría que quedan muchos años de 311.

Vives en el sur de California desde hace mucho tiempo. ¿Qué parte de tu personalidad todavía corresponde al alguien de Omaha y en qué sentidos te sientes californiano?
Es una pregunta interesante. Creo que nuestra ética de trabajo es muy de Nebraska. Trabajamos duro y no esperamos que las cosas buenas lleguen con facilidad. Eso es una actitud muy del Medio Oeste. Al mismo tiempo, siempre nos atrajo muchísimo el estilo de vida del sur de California. Estar mucho afuera, ir a la playa. Me gusta escalar, jugar basketball, nadar, en fin, cosas que puedes hacer mucho más en el sur de California que en Omaha. También está lo cultural: aquí siempre puedes ver nueva música y estás a mano para lograr colaboraciones musicales interesantes. Conozco muchísimos músicos, compositores y bandas. Hace unas semanas trabajé con los Dirty Heads, hicimos una canción que saldrá en su próximo álbum. Este es el mejor lugar para estar para nosotros.

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311 suele girar mayormente por EEUU. ¿Crees que la filosofía o el estilo de vida de la banda están fuertemente unidos a la cultura de tu país?
Creo que funcionaríamos muy bien en América Latina. Recuerdo que cuando salió "Amber", estábamos por irnos de gira a Europa junto a Incubus, y la compañía discográfica vio el video y ¡ni siquiera sonrieron! Sólo dijeron "¡esto es muy California!" [Risas]. Los europeos no están familiarizados con esto. Para mí Sudamérica tiene mucha más conexión con la vibra californiana. Esperamos que este disco conecte en toda esta zona del mundo, que agrandemos nuestra base de fans y podamos girar por allí.

Amo escuchar como la gente canta las canciones en los shows, incluso las partes de guitarra. Fue increíble cuando formamos parte del primer Lollapalooza fuera de EEUU, en Chile en abril de 2011 junto a Jane's Addiction.

Aquel tour junto a Incubus en 2002 en Europa tuvo a ambas bandas en un gran momento.
Sí, fue una época muy emocionante. Estuvimos este fin de semana pasado en un bbq junto a los chicos de Incubus, no nos veíamos hacía un tiempo largo. Con ellos tenemos una amistad muy longeva, hace más de 20 años que comenzamos a hacer tours. Esa gira fue muy divertida. Amo viajar, amo ver el mundo. Creo que eso nos mantiene jóvenes, ya que si te quedas en un lugar, la rutina hace que tu tiempo se esfume. Pero si te mueves, las nuevas experiencias le dan otro valor al tiempo. No volvimos a Europa desde entonces, nos encantaría hacerlo tanto como girar en Latinoamérica.

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Mirando en perspectiva ¿qué tan importante fue para 311 tener su primer concierto como teloneros de Fugazi?
¡Ja! Fue un punto de observación perfecto. Quiero decir, tener ahí a una de mis bandas favoritas, en nuestro primer show y abrir para ellos, simplemente es algo que no pasa. Es como empezar en lo más alto. De hecho, yo estaba viviendo en Alemania en 1990 - tenía una novia que trabajaba allí-, estaba de algún modo un poco perdiendo el tiempo, así que llamé a Chad [Sexton, baterista de 311], para volver a juntar nuestra banda -que en aquel momento se llamó Unity y yo tocaba el bajo-; el me contó que había conseguido un nuevo bajista, a lo que respondí que me parecía bien, ya que yo prefería ser el frontman, quería arengar y saltar por el escenario. Y de repente me dice que había conseguido un bolo de teloneros de Fugazi. "¡Definitivamente, hagamos eso!", dije. Así que volé de inmediato a casa. En el show el público estaba listo para volverse loco. Fue incendiario, energético, hubo un mosh increíble. Apenas salimos con el primer tema, toda la sala estaba pogueando. No puedo imaginarme muchas bandas que tengan mil personas haciendo mosh en su primer concierto. Antes de tocar estábamos allí sentados, bebiendo un licor de malta en el backstage y Fugazi eran Straight Edge, ellos no tomaban alcohol ¡Toda esa cerveza y la mota eran para nosotros! [risas]. Hace pocos días se cumplieron 27 años de aquello. Fue el 10 de junio de 1990.

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¿De dónde vienen las primeras influencias que llevaron a 311 a formar su sonido?
El hecho de que seamos de Omaha y que hayamos estado justo en el medio del país es una buena metáfora de cómo crecimos en medio de muchos distintos sonidos. Como si tuviéramos brazos muy largos y pudiéramos alcanzar el hip hop de Nueva York, el reggae de Jamaica, Bad Brains de Washington DC, Chili Peppers de Los Ángeles, Primus, Faith No More, Jane's Addiction. Para mí la música más inspiradora es la que es un híbrido, como los Bad Brains y su mezcla de punk y reggae, los Chili Peppers también punk pero con funk y rap, amo a Fishbone también. Luego hay bandas más chicas como 24-7 Spyz que es una de las grandes bandas hibridas de aquellos tiempos. Esto fue cuando el grunge se hizo grande. Me gustaban Nirvana, Soundgarden o Pearl Jam, pero para mí eran muy "unidireccionales". No eran funkys, era rock, buen rock con buenas melodías, pero yo necesitaba una forma de creatividad más bestial.

Cuando escuché por primera vez "Do You Right", me sorprendí mucho. No entendía qué era aquello que aunaba metal, rap, armonías y ¡salsa! ¿Qué tan importante es la influencia de la música latina para 311?
Esto es algo que no se menciona mucho, pero ese fue nuestro primer single ¡el cual era básicamente un riff latino! Cuando te metes más en nuestra música vas a notar que otra canción como "Don't Stay Home" tiene en su puente una progresión similar, totalmente latina, con esos ritmos "rotos" y sincopados que no son rock, son claramente algo latino. Al agregarle guitarras de rock o metal, logras un combo único. Creo que nuestra compañía discográfica perdió la oportunidad de exponernos más en países de habla hispana. Quizá de haberlo hecho, seríamos hoy más fuertes en la región.

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Mucha gente no nota esto, no se da cuenta de este condimento latino, pero siempre amé a Santana y otros tipos de música del mundo. Se nota en "Life's Not a Race" de Soundsystem, que es muy salsa con arreglos de rock moderno.
Recuerdo cuando escuchamos "Do You Right" en la radio por primera vez en Los Ángeles, el DJ dijo "¡Así es cómo suena una banda de Omaha! ¡Mudémonos todos a Nebraska!".

Eres un activista a favor de la preservación de los recursos naturales de nuestro planeta. Se me hace muy difícil no preguntarte por la posición de Trump respecto al acuerdo de París. ¿Cómo te sientes al respecto?
Es decepcionante, totalmente. Yo creo que la evolución es una calle de una sola mano. Y aunque haya un paso atrás, la gente se está levantando en todo el mundo. Creo que esto es un retroceso temporario y tengo fe en el mundo, tengo fe en mi país de que lo arreglaremos. Pero sí, es una vergüenza, es deprimente volver atrás de esta manera.

Pero las cosas deben cambiar, soy optimista. Por ejemplo con la legalización del cannabis, la gente se dio cuenta que es estúpido llevar gente a la cárcel por esto. La evolución sigue en el sentido acertado, más allá de que unos pocos la quieran detener.

¿Tienes placeres culpables musicales? ¿Cuáles son?
¿Has visto que en Spotify la gente puede ver lo que estás escuchando? Eso me deja en evidencia (risas). Escucho muchísimo pop, especialmente gracias a mis tres pequeñas hijas. Gracias a esto diría que mi máximo placer culposo es Taylor Swift (risas). Pero escucho de todo y me gusta todo. Desde Lamb Of God a Kendrick Lamar a EDM. Yo creo que mucha gente cierra sus mentes y dice que la música actual apesta, que sólo se hace con computadoras, pero, hey, las computadoras son sólo un instrumento.

Se sabe cuales son tus principales influencias. Siempre sueles nombrar a Bo b Marley, The Smiths, The Cure, The Beatles, The Clash. ¿Tienes algunos otros artistas favoritos que pudieran sorprender?
Ahora estoy muy metido nuevamente en una banda llamada XTC. Fueron muy creativos e inteligentes y yo puedo descubrir que tomamos de esa banda algunos pasajes melódicos o cambios de acordes que son muy intelectuales, muy de "cerebrito". Creo que todo lo que escuchas en tu época de adolescente siempre tiene un lugar especial en ti. Yo pasé esa época en la mitad de los ochenta entonces The Clash, el primer punk, The Cure y otros fueron quienes me marcaron, lo cual no es sorprendente. Lo que quizá sorprenda es la cantidad de EDM, Dubstep o Future Bass que escucho últimamente. Creo que la creatividad hoy está ahí y esa influencia se puede escuchar en nuestro nuevo disco, en algunas transiciones que suenan novedosas, en una manera distinta de administrar las "bajadas" de las canciones y las explosiones de los coros.

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