Fotografiar un desastre implica poner un escudo a tus emociones mientras realizas tu trabajo; una parte de ti quiere formar parte del equipo de rescate mientras la otra no pierde de vista los detalles importantes para la cámara.El pasado martes 19 de septiembre experimenté ese sentimiento de no saber hacia dónde inclinar la balanza. Sin embargo, creo que la ayuda se manifiesta en muchas formas y estas imágenes que logré capturar muestran la gran valentía y organización que tenemos en este país por ayudar cuando más se necesita.
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Amsterdam esquina Laredo, Av. Álvaro Obregón 286, Orizaba esquina con Chihuahua y Medellín esquina con San Luis Potosí: en todos esos lugares en los que estuve se sentía un ambiente desolador, las personas alrededor tienen una cara de incredulidad y otras más quiebran en llanto al ver el desastre frente a sus ojos y es que sin duda es un acontecimiento que nos marcará a toda una generación.