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Pero las mujeres de la industria del porno están rotundamente en desacuerdo. La estrella porno Kayden Kross manifestó su apoyo a Stoya y criticó oblicuamente los tweets defensivos de Deen, y la actriz Sydney Leathers dice que cuando estaba empezando en el porno le advirtieron de la forma en que Deen interactúa con las mujeres en el set."Conocí a Joanna Angel en una EXXXOTICA Expo. Ella me empezó a dar consejos sobre la industria porque honestamente yo no sabía nada, no conocía su parte comercial y no conocía a la gente", dijo Leathers por teléfono. "No recuerdo si le pregunté específicamente con quien no debía trabajar, o si ella me dio ese consejo libremente, pero sólo recuerdo que me dijo que a James Deen le gustaba romper a las mujeres. Me dijo que él te llevaba a tus límites intencionalmente y rompía otros. Básicamente, salí de la conversación pensando que James Deen era alguien con quien no debía estar muy cerca".De hecho, se mantuvo lejos de él, y dice que nunca ha tenido un encuentro negativo en el set. "Sólo he hecho diez escenas, pero he tenido muy buenas experiencias. Nunca he dado con alguien que hiciera algo que no hubiéramos discutido antes de empezar a rodar. Incluso me han dado listas para indicar lo que quiero y no quiero hacer. Nunca he tenido ningún tipo de mala experiencia, y siempre he tenido miedo de trabajar con James por esa razón", dijo Angel.Aunque Stoya no respondió inmediatamente a la solicitud de Broadly para hacer comentarios, una cosa es cierta: entre las varias mujeres que ya no están dispuestas a guardar silencio respecto a Deen, está una figura destacada en la industria. Con suerte esta efusión de solidaridad también indica que la creencia generalizada de que los profesionales del sexo son de alguna manera cómplices en el asalto está disminuyendo.Como le dijo el Dr. Chauntelle Tibbals, sociólogo y autor de Exposure: A Sociologist Explores Sex, Society, and Adult Entertainment (Exposición: un sociólogo explora el sexo, la sociedad y el entretenimiento adulto) a Broadly: "Las mujeres poderosas que comandan el apoyo público como Stoya y Christy Mack desestabilizan la estructura de poder existente que avergüenza y silencia a otras trabajadoras sexuales de menor perfil. Esperemos que esta desestabilización resulte eventualmente en un mayor apoyo a las trabajadoras sexuales en general".That thing where you log in to the internet for a second and see people idolizing the guy who raped you as a feminist. That thing sucks.
— Stoya (@stoya) noviembre 28, 2015