FYI.

This story is over 5 years old.

Música

Hablando de fútbol con Fucked Up

¿Acabarán Fucked Up versioneando el clásico “Oé-oeoeoé”?

Juramos sobre el Necronomicón que cuando los chafarderos de Vice nos llevamos a Damian Abraham a un camerino durante la reciente edición del Primavera Sound, nuestras intenciones eran tan honestas como las de un caballero ochocentista pidiendo la mano de su hija a un venerable señor bigotudo. Más honestas, si cabe, pues si aquel quería desposarse para ponerse ciego de pubis, lo único que a nosotros nos animaba era charlar un rato con el estilizado cantante sobre música, sobre giras y sobre cualquier otra cosa que se terciara. Pues bien, ocurrió que de música, poco, ya que se terció la irrupción del batería Jonah Falco, reconocido futbolero, y derivó la conversación, como quien no quiere la cosa, hacia el deporte rey. ¿Acabarán Fucked Up versioneando el clásico “Oé-oeoeoé”?

Publicidad

VICE: Bueno, ¿cómo os sentís tocando en un escenario de Vice tras la bronca de hace unos meses con el editor de la edición inglesa?

Damian Abraham: Ya ha quedado atrás. Volvemos a ser amigos con Andy. ¡Somos amigos de todo el mundo! Nos gusta Vice, creo que a Vice le gustamos, de aquella manera, y en todas las relaciones a veces hay algún mordisco, pero es natural. Nunca pensé que algo así iba a ocurrir; ocurrió y ahora estamos contentos de tener la oportunidad de gustarle de nuevo aVice.

Hace un tiempo tocásteis en Barcelona y a la salida una chica te dijo que érais mejores que las pesetas. Me pareció un bonito cumplido.

D.A.: ¿Eso me dijo? ¡No lo recuerdo! ¡Vaya, me parece muy chocante! Lo que sí recuerdo es que el primer concierto que hicimos en Barcelona fue uno de los mejores que hayamos hecho nunca.

(Entra en el camerino el batería Jonah Falco)

Jonah Falco: No sé que estaba diciendo pero sea lo que sea no estoy de acuerdo.

D.A.: ¿Tú recuerdas la primera vez que tocamos en Barcelona?

J.F.: ¡Ah, claro! Fue en un squat.

D.A.: Fue en una okupa. El mejor concierto que hemos hecho nunca. La segunda vez tocamos en una sala de verdad y no estuvo mal. Divertido. Y la tercera vez fue en un sitio fuera de la ciudad.

J.F.: Aaah… A unos 40 minutos de distancia en coche.

¿También en una okupa?

J.F.: No, en un centro cívico.

Me parece que fue en Sant Feliu de Codines.

D.A. ¡Eso es! Sant Feliu de Codines. Tocamos una noche en que el Barcelona jugaba contra el Real Madrid. Tuve un colapso en el escenario. Me sobrevino un ataque de nervios, estuve fatal, rematadamente mal, y me prometí que la próxima vez que volviéramos haríamos todo lo posible por redimirnos.

Publicidad

J.F.: Y aquí estamos ahora, de nuevo, en la ciudad del equipo que ha ganado la Champions League.

¿A vosotros os gusta el fútbol?

D.A.: A él más que a mí.

¿Qué os parece Cristina Ronaldo?

J.F.: Me parece un desgraciado.

¿Cómo puede un tío llamarse Cristina?

J.F.: ¡Ya! ¡Cristina Ronaldo! Espero que lea esto: creo que es un chulo, un quejica y podría ser un gran jugador pero actúa como un nene mimado. Messi es mucho mejor.

¡Claro!

J.F.: Messi es mejor que ese otro argentino, ¿cómo se llama? Maradona. ¡Messi es mejor que Maradona!

¿Sí o qué?

J.F.: Tal vez.

Tendríais que haber visto la que se montó cuando el equipo ganó el campeonato. Violencia, disturbios, pelotazos de goma, carreras… La leche.

J.F.: La mitad del grupo llegó a la ciudad a la mañana siguiente de que el equipo ganara. Todavía había un montón de personas celebrándolo; ¡el sol cayendo a plomo y la gente de fiesta! ¿Viste a Ronaldo? Llorando, como siempre. ¡Buh-huh-huh-huh! Así todo el rato.

¿Y a Drogba, no le viste? “¡Esto es una vergüenza, una puta vergüenza!”

J.F.: ¡Hostia, sí! Y poniéndose delante del árbitro a lloriquearle en la cara.

El fútbol mola.

J.F.: Guille, de Invasión… Bueno, Destino Final, se llaman ahora; pues Guille estuvo en Texas, superborracho todo el tiempo, y llevaba puesta una bufanda del Barça y nada más.

¿Nada más? ¿En Texas?

J.F.: Y cantando “¡Baarcelooonaaa!” a todo pulmón. Yo le decía, “Guille, ¿estás bien?”, y él respondía con balbuceos: “Aghghbrrrglll…” Lo único que tenía en la cabeza en esos momentos eran los colores rojo y amarillo de la bandera catalana.

Publicidad

El fútbol mola pero está loco. ¿Os habéis enterado de lo de Nigeria?

J.F.: No.

Un hincha del Manchester vio desde su coche a un grupo de seguidores del Barça celebrando la victoria y los atropelló. Murieron cuatro.

J.F.: ¿Y eso pasó en Nigeria?

¡En Nigeria!

D.A.: ¡A los forofos radicales europeos esos que están medio locos tendrían que llevarlos a África! ¡Se iban a enterar de cómo se las gastan por allí!

Iban a flipar.

D.A.: A Nigeria. O a Sudáfrica. La población allí ha estado luchando unos contra otros durante décadas, metiendo gente dentro de neumáticos y prendiéndoles fuego. ¡Eso sí que es estar loco!

¿Véis alguna conexión entre el fútbol y el punk?

D.A.: Bueno, alguna hay. Sobre todo al principio, con grupos como Cockney Rejects, por
ejemplo.

Ahí lo has clavado.

D.A.: En Europa es mucho más que un deporte, es una forma de vida, algo muy intenso que en Norteamérica jamás podrán llegar a entender. Por eso, cuando vienen aquí, alucinan. Para ellos sólo es un deporte.

J.F.: En Europa, un equipo representa a un vecindario, a una ciudad, a un sector demográfico. La identificación de la gente con su equipo es total. Los jóvenes de 16 o 17 años del East End se identificaban totalmente con los Cockney Rejects y con el West Ham United. La conexión del fútbol con el punk es esa: simple identificación con algo. Con un tipo de música, o con una ideología… Aquello que sientan que les representa.

Publicidad

Ya veo… ¿Conocéis a un grupo llamado Über?

J.F.: ¡Sí! Tocamos con ellos la primera vez que vinimos.

La noche de la final tenían concierto, y lo cancelaron porque no querían perderse el partido.

J.F.: Nuestro guitarrista es acérrimo del hockey y trata de no perderse un partido. Su afición a veces nos ha costado algún ensayo.

Bueno, tras hablar de cosas importantes, finalicemos con un par de preguntas triviales: si pudiérais resucitar a ungrupo sólo por un concierto, ¿cuál sería?

J.F.: [sin dudarlo] ¡A Eskorbuto!

¡Jo, jo, jo! ¡Nen, te has ganado una cerveza!

J.F.: Y a ese otro grupo, Toreros After Olé.

¡Te has ganado dos! Y, si tuvieras bula para atizarle a alguien con total impunidad, ¿a quién sería?

J.F.: ¡A Cristina Ronaldo!