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Música

Diez momentos épicos de la historia del Altavoz

Un recuento del legado de este poderoso festival paisa.

Medellín es una de las ciudades que más le han dado a la música en Colombia. Los años del tango, Discos Fuentes​, el Festival de Ancón​ y los pioneros del rock n roll, el ultra metal​, el punk medallo​, la nueva escuela del rap… Desde hace décadas de esta ciudad han salido muchos de los artistas más representativos de cada época y desde sus inicios, el Festival Altavoz se ha consolidado como la fiesta encargada de conjugar los sonidos que se gestan en las calles de todos los rincones de la ciudad. Un festival que llegó un poco tarde a una urbe​ llena de música -su primera edición se celebró apenas en 2004- y que nació como una apuesta de la alcaldía de la época. Nadie sabia bien que iba a pasar, si iba a pegar, si iba a durar, pero aquí estamos 12 años después. El Altavoz sigue firme​ y cada año es mejor.

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Por sus tarimas han pasado todos los grandes nombres del metal, hip hop, punk, hardcore, reggae y pop nacional junto a nombres grandes del​​​​​​​​​​​​​​​​​ extranjero​. Altavoz es una de la fiestas más importantes del país y ha dejado miles de recuerdos épicos y​​ momentos históricos que han quedado tatuados en la memoria de Medellín. Este es un recuento por algunos de ellos.

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Altavoz 2004, el inicio de todo

La historia empezó un 11 de diciembre en la Plaza de Toros de La Macarena. El mismo escenario en donde se celebró la épica batalla de las bandas que terminó en tropel en 1985. Casi 20 años después, la primera tarima del Altavoz se alzó en esa misma arena para inaugurar uno de los festivales más importantes del país. Ese día se presentaron I.R.A, Tenebrarum, Nepentes, Nadie, Coffee Makers, Krankie a muerto, Aterciopelados, Superlitio, G-98 y Kinky. Una jornada histórica que le dio a Medellín el festival que tanto merecía.

El concierto de The Adicts en 2011

El 16 de octubre de 2011 es un día que está incrustado en la memoria de todos los punkeros de Medellín. Ese fue el día en que la leyenda del punk inglés The Adicts reventó el Altavoz. La puesta en escena de la banda, sus atuendos, los visuales, las pelotas blancas que botaron al público. Todo fue perfecto. Un concierto épico que se quedó tatuado en la historia de la ciudad.

Cuando MC Flaco de Laberinto E.L.C evitó un tropel

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Sin duda 2009 fue uno de los mejores años del Altavoz. Kreator, Exodus, El instituto Méxicano del Sonido, La Pestilencia, Pornomotora, Fobia, Bomba Estéreo y Masacre entre otros, armaron un cartel de lujo. Pero no muchos saben que durante la presentación de Laberinto E.L.C, uno de los mayores representantes de la vieja guardia del hip hop de Medellín, todo estuvo a punto de irse al diablo. Era 11 de octubre y miles de fanáticos del grupo llegaron a la cancha del Cincuentenario para verlos tocar. Había tanta gente que la entrada se complicó y decenas se quedaron por fuera. Los empujones e insultos empezaron y los carabineros comenzaron la represión. La formula perfecta para un tropel épico. Pero Santiago Arango, el director del festival en esa época, se puso pilas y fue corriendo al escenario. En medio de una canción cogió a MC Flaco y lo llevó a la puerta. Allá el rapero se paró frente a su gente y la policía y calmó a todo el mundo. Nada iba a joder la fiesta.

La visita de Skatelites en 2010

Skatelites es toda una institución. Su influencia se ha sentido en todo mundo y en Medellín hicieron que la tierra temblara. Pero el paso de los pioneros del ska por el Valle de Aburrá no solo se limitó a la tarima del festival. También visitaron el barrio San Antonio de Prado, compartiendo con la comunidad.

Las ceremonia de Jaguares y de La Maldita Vecindad

Jaguares pisó la tarima del Altavoz en 2007 y La Maldita Vecindad en 2008. Pero ambos conciertos tuvieron un punto en común más allá de que ambos son grupos legendarios del rock mexicano. Los que los unió fue la magia que se desprendió de sus conciertos. Ambos hicieron una especia de rito musical que le dio un aura especial a la ciudad. Jaguares con Saúl Hernández a la cabeza le metió esa mística especial que lo caracteriza. El siguiente año La Maldita Vecindad hizo un llamado para que todo el mundo alzara las manos en común para lograr una especia de ceremonia energética. Dos ritos inolvidables.

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Violadores del verso rapeando en medio del diluvio

​En 2008 uno de los cuartetos más poderosos e influyentes del rap en español llegó al Altavoz con toda la fuerza de su flow. Pero en medio de la presentación cayó un diluvio brutal, pero nadie se movió. No importaba la lluvia. Al igual que Skatelites, Violadores, visitó algunos de los barrios más golpeados por la violencia y la pobreza. En este caso fueron la Comuna 13 y la 4. Esto no solo fue significativo para el hip hop de la ciudad, también fue el momento en el que Kase O se enamoró de Medellín y desde ahí no se ha ido de la ciudad.

Molotov obligó a que se cerraran las puertas

17 de octubre de 2011 fue el día en que nadie más pudo entrar al Altavoz. La razón, Molotov tocaba y miles de personas fueron al cincuentenario para ver a los mexicanos. Lo más loco es que todavía faltaban cuatro bandas para se acabara el festival.

El día en el que se unieron todas la tribus urbanas

El 1 de noviembre fue un día especial. Fue un día en el que se celebró la diversidad de una forma que rara vez se ve en un evento tan grande. En esa época solo había una tarima, el escenario era el Cincuentenario y allí convivieron punkeros, raperos, reggaes, skateros. Mejor dicho todo el mundo. Por lo general los días se dividen por generos pero aquel día de muertos de 2014, en la misma tarima tocaron: AlcolyriKoZ, MC Magoreal, Das EFX, Afrosound Reggae y The Exploited.

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Tenebrarum sinfónico

Tenebrarum es una banda de metal gótico clásica de Medellín. En 2010 celebraron sus 20 años junto a la Filarmónica de Medellín.  Los arreglos de cuerdas, las voces corales y la oscuridad de la banda hicieron una presentación única, inefable y definitivamente muy arriesgado, que a pesar de algunas fallas del sonido, fue impresionante.

La vez que vetaron a Odio a Botero

En 2006 de forma increíble, la Alcadía de Medellín decidió vetar a Odio a Botero del festival. La razón es que el nombre de esta banda de punk bogotana atentaba con el patrimonio de la ciudad y el buen nombre de Fernando Botero. Así que les dijeron chao del cartel. Pero el público no se quedó callado y mandó cartas a la alcaldía exigiendo la participación de la banda. Jorge Meguizo, Secretario de cultura de la época, se disculpó con la banda en Caracol Radio y Odio a Botero tocó en el Altavoz.

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Estas son solo algunas de las miles de historias que se gestaron en este festival, que del 5 al 7 de noviembre, seguirá marcando el corazón de Medellín.