El verano está aquí y según el Informe de Hábitos de Lectura y Compra de Libros de la Federación de Gremios de Editores de España, un 59,1% de los españoles asegura leer en su tiempo libre. Así que es posible que muchos de vosotros, al preparar la maleta, queráis algún consejo sobre qué leer ahora que tiempo libre vais a tener a patadas. Pues no os preocupéis, nos necesitabais y aquí estamos. Os dejamos con algunos de los libros y cómics que más nos han gustado este mes.
Hacía tiempo que renegaba de las novelas porque quería leer solo palabras de provecho, absorber conocimientos: biografías, entrevistas, retratos de una época… La vida de Billie Holiday, la visión de Francis Bacon o cómo empezó la Ruta del Bacalao. Lo que se me había olvidado es que también puedes aprender con las historias, empatizar con los personajes, meterte en su piel y que eso puede llevar a plantearte preguntas sobre tu propia vida, a cuestionarte lo que das por sentado.Sally Rooney ha conseguido con su novela que volviera a sentirme como una adolescente que no puede dejar de leer su libro en verano, ansiosa por saber cómo van a desarrollarse las relaciones entre los personajes. Habla de la amistad, de cómo evoluciona y de cómo puede desviarse si no la cuidas, de las intimidades que decides no contar, de cómo te ves y cómo te perciben los demás, de cómo los ves tú a ellos y de cómo son en realidad, de la idealización, de las fronteras entre la amistad y el amor y de cómo el amor tradicional es altamente cuestionable.Como ha dicho la propia autora Conversaciones entre amigos es una pequeña revolución del pensamiento amoroso, un cambio que cada vez estamos más dispuestos a aceptar. Sophia PegaClover Honey
Rich Tommaso Image Comics, 2018
Parece mentira que Image Comics, esa editorial que hace 25 años crearon los autores estrella de Marvel —Jim Lee, Todd McFarlane, Marc Silvestri, Erik Larsen, Rob Liefeld— y que, por lo general, fue la casa de varios de los peores cómics de todos los tiempos, sea actualmente una de las majors que mejores títulos esté publicando mes tras mes. Entre estos títulos encontramos los trabajos de Brian K. Vaughan (Saga, Paper Girls…), el Sex Criminals y la serie The Wicked + The Divine. El giro que ha dado la editorial podría compararse a ese momento en el que DC Comics decidió abrir una nueva línea para lectores adultos y llamarla Vertigo, ya me entendéis, el inicio de todo lo bueno.
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Uno de los autores que ha rescatado Image es este maravilloso Rich Tommaso, quien había trabajado anteriormente con Fantagraphics, Alternative Comics y Dark Horse Books entre otros. En 2015 Image editó su maravilloso Dark Corridor y actualmente está publicando sus dos series regulares, Spy Seal y Dry County. A la par, la editorial está recuperando y reeditando varios de sus cómics anteriores, como es el caso de este Clover Honey, editado originalmente en 1995 por Fantagraphics.Tommaso se mueve por el género estricto, manejando a la perfección el género pulp y detectivesco en la línea de los Parker de Darwyn Cooke, el Sin City de Miller o el Balas Perdidas de David Lapham (editado actualmente, precisamente, por Image Comics). Aun así, pese a todo este regusto de novela negra, Tommaso se mueve por el slice of life del cómic underground, por eso no es difícil encontrar paneles que nos evoquen al Adrian Tomine de 32 Stories, a Seth, a Daniel Clowes e incluso al magnífico Freaks In Love de Sergio Córdoba. Siendo un cómic editado en 1995, se notan las referencias estéticas (la indumentaria de la protagonista) y narrativas de los noventa (la fragmentación de Reservoir Dogs) y también se percibe la inocencia y el amateurismo de un autor que actualmente está en el pico de su carrera.Clover Honey es una historia de culpa, redención y sacrificio en el seno de una familia mafiosa italoamericana profundamente católica. La trama se sucede mediante un conjunto de escenas separadas por capítulos que siguen la búsqueda de un miembro del clan que ha estafado a la familia. La puesta en escena resulta totalmente cinematográfica, quizás influida por todas las películas de mafiosos que aparecieron durante aquella época, y convierte la experiencia de lectura en una especie de déjà vu, pues ya estamos familiarizados con todos los códigos del género.
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La nueva edición de Image es exquisita, aparte de tener algunas páginas redibujadas por completo por el autor, incluye bocetos, el arte original de la edición de Fantagraphics y varias notas explicativas del autor. Pol RodellarUnreal City
D. J. Bryant La Cúpula, 2018
Llenas de círculos argumentales, coincidencias extrañas, personajes desorientados y hechos inexplicables, cada una de las cinco historias que componen este cómic de debut de D. J. Bryant tiene sus méritos propios y te atrapan inexorablemente.Por ejemplo, en la primera, Ecos en la eternidad, Bryant nos plantea todo un reto argumental, presentando una historia de amor y su reflejo en otra dimensión, dos universos paralelos que en cierto momento se tocan (lo entenderéis cuando lo leáis).Se han comparado estas historias con Como un guante de seda forjado en hierro de Daniel Clowes o con Tóxico (X’ed out) de Charles Burns y aunque claramente tiene mucho que ver con estos grandes autores, e incluso con Paul Auster en la última y quizá la mejor pieza del volumen, Objet D’art, Bryant aporta un punto sexy y un sentido del espectáculo hitchcockiano que lo hace diferente y que nos hace tener muchas esperanzas en los futuros libros de este autor. Juanjo VillalbaCómo ser Bill Murray
Gavin Edwards Blackie Books, 2016
Imagina que un día estás comiendo tranquilamente un paquete de palomitas en el cine. Imagina que alguien mete la mano en él y empieza a comerse tus palomitas sin permiso. Imagina que giras la cabeza para ver quien es y te encuentras con Bill Murray, que sonríe y te dice en voz baja: “Nadie te va a creer”. Pues esto es lo que cientos de personas de medio mundo afirman que les ha pasado. De hecho, hay hasta una página web que recoge todos los testimonios.
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En ocasiones, la leyenda de un personaje acaba engullendo al personaje en sí. Puede que eso es lo que le haya pasado al querido Bill Murray. La consecución de estas anécdotas le ha dado tal fama que es considerado una especie de gurú de nuestro tiempo y sus fans han creado una religión en torno a su estilo y forma de vida. Uno de ellos Gavin Edwards, mítico escritor de la Rolling Stone y autor de Cómo ser Bill Murray. Según este original retrato, Murray es como el personaje de una película que no existe.Este ensayo periodístico es una sucesión de anécdotas escrupulosamente documentadas donde el protagonista de Atrapado en el tiempo hace cosas increíbles que hacen que una fiesta, una despedida de soltero o un partido de baseball se convierta en algo inolvidable. Situaciones surrealistas de las que sale siempre airoso, probablemente porque es mundialmente famoso, porque dudo que yo pudiese irme de rositas después de conducir borracha por toda la ciudad en un carrito de golf robado.Pero, dejando a un lado la magia, yo sin duda me quedo con la parte oscura de Murray. Porque si sabes leer entre las pocas críticas que puede haber en esta biografía —se nota que el autor es un auténtico creyente en la fe murrayana—, puedes ver al ser humano detrás del cómico y, honestamente, es un ser humano un tanto cretino. Y ahí está lo verdaderamente interesante, donde conoces la parte narcisista e inmadura de un actor que ha rechazado por completo el glamour y las normas sociales de Hollywood, que es por eso por lo que de verdad le amamos. Si tuviese que quedarme con todos los mandamientos que expone, sin duda me quedaría con aquel que dice “Invítate tú a la fiesta”. Amén. Raquel Zas
Han pasado cincuenta años desde que los yippies revolucionaran la sociedad en 1968, cuando miles de jóvenes pusieron el espectáculo en el centro de su discurso y se colaron en los medios de comunicación de masas con un arma tan poderosa como es el humor y el juego para intentar combatir los abusos del sistema.Han pasado menos años desde que en Blackie Books arrancaran una editorial con este libro, que ahora reeditan para celebrar que ya llevan cien. ¡Hazlo! Escenarios de la revolución del 68 es una declaración de intenciones y una tiene la sensación de estar leyendo sobre protestas que no han perdido vigencia. Y pese a que el lenguaje, el tono y el diseño no puede ser más divertido, la sensación de que seguimos sometidos a un sistema político, tecnológico y cultural que no para de jodernos es una sensación que no desaparece en toda la narrativa de Jerry Rubin."La unidad entre blancos y negros se hace realidad solo cuando a los blancos se les trata como a negros", "cuando cumplimos los treinta y cinco, nuestra ambición es comportarnos como si tuviésemos quince", o que Elvis nos dijo ¡dejaos ir! son frases que todavía recuerdo tras pasar unas semanas acompañando a Rubin y Abbie Hoffman capitanear a un puñado de jóvenes que dejaron un manual de guerrilla urbana que resulta tan incómodo como necesario.Seguir los consejos de los editores ha sido todo un acierto. Por eso te invito a que también subrayes, dobles, y te hagas tuyo este libro. Ah, y recuerda que todo empezó con una Y de Youth, I de International, P de Party, A lo que alguien gritó ¡YIIIIIIIIIPPIEEEEEE!. Laura MurielSuscríbete a nuestra newsletter para recibir nuestro contenido más destacado.
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Hacía tiempo que renegaba de las novelas porque quería leer solo palabras de provecho, absorber conocimientos: biografías, entrevistas, retratos de una época… La vida de Billie Holiday, la visión de Francis Bacon o cómo empezó la Ruta del Bacalao. Lo que se me había olvidado es que también puedes aprender con las historias, empatizar con los personajes, meterte en su piel y que eso puede llevar a plantearte preguntas sobre tu propia vida, a cuestionarte lo que das por sentado.Sally Rooney ha conseguido con su novela que volviera a sentirme como una adolescente que no puede dejar de leer su libro en verano, ansiosa por saber cómo van a desarrollarse las relaciones entre los personajes. Habla de la amistad, de cómo evoluciona y de cómo puede desviarse si no la cuidas, de las intimidades que decides no contar, de cómo te ves y cómo te perciben los demás, de cómo los ves tú a ellos y de cómo son en realidad, de la idealización, de las fronteras entre la amistad y el amor y de cómo el amor tradicional es altamente cuestionable.Como ha dicho la propia autora Conversaciones entre amigos es una pequeña revolución del pensamiento amoroso, un cambio que cada vez estamos más dispuestos a aceptar.
Parece mentira que Image Comics, esa editorial que hace 25 años crearon los autores estrella de Marvel —Jim Lee, Todd McFarlane, Marc Silvestri, Erik Larsen, Rob Liefeld— y que, por lo general, fue la casa de varios de los peores cómics de todos los tiempos, sea actualmente una de las majors que mejores títulos esté publicando mes tras mes. Entre estos títulos encontramos los trabajos de Brian K. Vaughan (Saga, Paper Girls…), el Sex Criminals y la serie The Wicked + The Divine. El giro que ha dado la editorial podría compararse a ese momento en el que DC Comics decidió abrir una nueva línea para lectores adultos y llamarla Vertigo, ya me entendéis, el inicio de todo lo bueno.Uno de los autores que ha rescatado Image es este maravilloso Rich Tommaso, quien había trabajado anteriormente con Fantagraphics, Alternative Comics y Dark Horse Books entre otros. En 2015 Image editó su maravilloso Dark Corridor y actualmente está publicando sus dos series regulares, Spy Seal y Dry County. A la par, la editorial está recuperando y reeditando varios de sus cómics anteriores, como es el caso de este Clover Honey, editado originalmente en 1995 por Fantagraphics.Tommaso se mueve por el género estricto, manejando a la perfección el género pulp y detectivesco en la línea de los Parker de Darwyn Cooke, el Sin City de Miller o el Balas Perdidas de David Lapham (editado actualmente, precisamente, por Image Comics). Aun así, pese a todo este regusto de novela negra, Tommaso se mueve por el slice of life del cómic underground, por eso no es difícil encontrar paneles que nos evoquen al Adrian Tomine de 32 Stories, a Seth, a Daniel Clowes e incluso al magnífico Freaks In Love de Sergio Córdoba. Siendo un cómic editado en 1995, se notan las referencias estéticas (la indumentaria de la protagonista) y narrativas de los noventa (la fragmentación de Reservoir Dogs) y también se percibe la inocencia y el amateurismo de un autor que actualmente está en el pico de su carrera.Clover Honey es una historia de culpa, redención y sacrificio en el seno de una familia mafiosa italoamericana profundamente católica. La trama se sucede mediante un conjunto de escenas separadas por capítulos que siguen la búsqueda de un miembro del clan que ha estafado a la familia. La puesta en escena resulta totalmente cinematográfica, quizás influida por todas las películas de mafiosos que aparecieron durante aquella época, y convierte la experiencia de lectura en una especie de déjà vu, pues ya estamos familiarizados con todos los códigos del género.La nueva edición de Image es exquisita, aparte de tener algunas páginas redibujadas por completo por el autor, incluye bocetos, el arte original de la edición de Fantagraphics y varias notas explicativas del autor.
Llenas de círculos argumentales, coincidencias extrañas, personajes desorientados y hechos inexplicables, cada una de las cinco historias que componen este cómic de debut de D. J. Bryant tiene sus méritos propios y te atrapan inexorablemente.Por ejemplo, en la primera, Ecos en la eternidad, Bryant nos plantea todo un reto argumental, presentando una historia de amor y su reflejo en otra dimensión, dos universos paralelos que en cierto momento se tocan (lo entenderéis cuando lo leáis).Se han comparado estas historias con Como un guante de seda forjado en hierro de Daniel Clowes o con Tóxico (X’ed out) de Charles Burns y aunque claramente tiene mucho que ver con estos grandes autores, e incluso con Paul Auster en la última y quizá la mejor pieza del volumen, Objet D’art, Bryant aporta un punto sexy y un sentido del espectáculo hitchcockiano que lo hace diferente y que nos hace tener muchas esperanzas en los futuros libros de este autor.
Imagina que un día estás comiendo tranquilamente un paquete de palomitas en el cine. Imagina que alguien mete la mano en él y empieza a comerse tus palomitas sin permiso. Imagina que giras la cabeza para ver quien es y te encuentras con Bill Murray, que sonríe y te dice en voz baja: “Nadie te va a creer”. Pues esto es lo que cientos de personas de medio mundo afirman que les ha pasado. De hecho, hay hasta una página web que recoge todos los testimonios.En ocasiones, la leyenda de un personaje acaba engullendo al personaje en sí. Puede que eso es lo que le haya pasado al querido Bill Murray. La consecución de estas anécdotas le ha dado tal fama que es considerado una especie de gurú de nuestro tiempo y sus fans han creado una religión en torno a su estilo y forma de vida. Uno de ellos Gavin Edwards, mítico escritor de la Rolling Stone y autor de Cómo ser Bill Murray. Según este original retrato, Murray es como el personaje de una película que no existe.Este ensayo periodístico es una sucesión de anécdotas escrupulosamente documentadas donde el protagonista de Atrapado en el tiempo hace cosas increíbles que hacen que una fiesta, una despedida de soltero o un partido de baseball se convierta en algo inolvidable. Situaciones surrealistas de las que sale siempre airoso, probablemente porque es mundialmente famoso, porque dudo que yo pudiese irme de rositas después de conducir borracha por toda la ciudad en un carrito de golf robado.Pero, dejando a un lado la magia, yo sin duda me quedo con la parte oscura de Murray. Porque si sabes leer entre las pocas críticas que puede haber en esta biografía —se nota que el autor es un auténtico creyente en la fe murrayana—, puedes ver al ser humano detrás del cómico y, honestamente, es un ser humano un tanto cretino. Y ahí está lo verdaderamente interesante, donde conoces la parte narcisista e inmadura de un actor que ha rechazado por completo el glamour y las normas sociales de Hollywood, que es por eso por lo que de verdad le amamos. Si tuviese que quedarme con todos los mandamientos que expone, sin duda me quedaría con aquel que dice “Invítate tú a la fiesta”. Amén.