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'Carmín tropical', un thriller muxe sobre crimen y homofobia

Estrenamos el tráiler exclusivo de 'Carmin Tropical', la nueva película de Rigoberto Perezcano, y platicamos con el director sobre los muxes, la homofobia, el cine mexicano y el valor cultural de Oaxaca.

La carrera de Rigoberto Perezcano despegó en 2009 con el éxito de Norteado, su ópera prima, que retrata los intentos de su protagonista por cruzar la frontera. Los tintes de comedia en esta historia nos presentaron el estilo de realización del director quien gusta de mezclar diferentes géneros cinematográficos en su narrativa.

Su nueva película, Carmín Tropical, ha tenido ya un intenso recorrido en los circuitos de festivales más importantes con un gran recibimiento. Esta película nos cuenta la historia de Mabel, una muxe que regresa a su pueblo para encontrar al asesino de su amiga Daniela. Nos habla de la tolerancia que tiene la cultura zapoteca de Juchitán, Oaxaca, hacia el travestismo y de la intolerancia que se vive fuera de ella que desemboca en un crimen de odio homofóbico. Una vez más, Perezcano juega con los géneros entre los cuáles destacan el suspenso y el cine negro, muy pocas veces vistos en el cine mexicano.

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Rigoberto es uno de los directores mexicanos más prometedores de la década. Ha recibido múltiples reconocimientos internacionales, aunque considera que el mayor premio es la posibilidad de seguir haciendo cine. Es un realizador imaginativo y arriesgado al que le gusta experimentar con las posibilidades, y esto es algo que uno como espectador siempre agradece.

En vísperas del próximo estreno de Carmín Tropical en salas comerciales mexicanas, platicamos con Rigoberto sobre la experiencia de realizar esta producción y nos compartió en exclusiva el tráiler de la película. Míralo aquí abajo:

VICE: Hemos escuchado mucho sobre la película Carmín Tropical en los meses pasados, muchos festivales y reconocimientos, ¿cómo ha sido ese camino para ti?
Rigoberto Perezcano: Yo estoy feliz de los reconocimientos que ha tenido la peli, las alfombras rojas, las invitaciones a festivales, pero creo que lo trascendental de esto es que la película ha gustado al público y que ha tenido un buen recibimiento en la crítica especializada. Me llena de mucha satisfacción porque es una película que a mí particularmente me gusta y sobre todo me interesa que se vea. Estoy feliz de cómo va el camino y listos para su estreno en octubre.

El travestismo es un tema controversial y complicado de abordar, pero esta película lo muestra dentro del marco de la comunidad muxe de Juchitán, que es bastante peculiar, ¿cómo fue el proceso para desarrollar la historia?
Me gusta tomar riesgos en cada proyecto cinematográfico que realizo. Yo sabía que para abordar el travestismo en un país con un machismo tan alto como México era fundamental hacerlo con mucho cuidado. Siendo oaxaqueño, de la comunidad zapoteca de Zaachila, me interesaba mucho tocar este tema y hacerlo en un sentido mucho más universal que sólo a través de la anécdota de lo que sucede en la comunidad de Juchitán en torno a la tolerancia y la aceptación que tienen hacia el travestismo y hacia las muxes. Es una cultura milenaria y creo que esa antigüedad y ese conocimiento humano les están permitiendo ser abiertos hacia los hombres que se travisten. Me parece que están viendo hacia el futuro y adelantados a nuestro tiempo.

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Los actores juegan un papel fundamental en el éxito o fracaso de una película, ¿cómo fue el proceso de trabajo con José Pescina en el personaje de Mabel y con Luis Alberti quien interpreta a Modesto para llevarlos a representar a estos complejos personajes?
Hay una moda ahora que a mí particularmente no me encanta que es el trabajo con actores o no actores. Lo que me interesa a mí son seres humanos que me ayuden a la construcción de esta historia. Me parece que el trabajo que hicieron éstos jóvenes actores dentro de la película hace mucho más redonda la narración. El proceso de José Pescina para interpretar a Mabel fue realmente un trabajo muy profundo; hablamos de lo que significa esta comunidad, de lo que significa el travestismo, de las diferencias que existen entre el travesti que regularmente conocemos en las ciudades y que realmente no tiene nada que ver con la muxe —el cual cumple con un rol y con una feminidad mucho más apegada al sexo femenino que el travesti—. En ese sentido el trabajo de José fue espectacular. Además, la caracterización que hizo maquillaje fue excelente. Al principio de la peli ves a esta persona, no la reconoces muy bien, puede ser hombre o puede ser mujer, luego te das cuenta que es un travestido. Pero al final, a través de la narración misma, lo que menos importa es qué es esa persona sino que estás viendo un ser humano e incluso sufres por lo que le está pasando. Creo que eso es lo más importante de la película. No me queda más que reconocer a José y a Luis por su entrega, su disposición y su gran talento para poder llevar la película a los términos en los que está.

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Tú vienes de realizar documental, ¿cómo ha influido esa experiencia ahora que haces ficción?
Estuve haciendo pequeños documentales para la televisión muchos años y me formaron muchísimo. Después llega Norteado, mi primer largo ficción, era mi ópera prima y creo que logré lo que quería, hacer una película de migración con un toque de comedia. En Carmín Tropical sucede lo mismo; me gusta jugar con los géneros, mezclarlos, si algo me gusta es que la gente al principio piensa que es un documental, en su desarrollo se convierte en una ficción y termina con un thriller. Me gusta correr riesgos en el momento que agarro un tema fílmico puesto que no quisiera seguir caminos ya explorados ni saber que estoy haciendo una receta de la película que sé que va a funcionar en festivales. Lo que me interesa es hacer el cine que yo quiero pero sobre todo hacer un cine que pueda llegar al pensamiento y al corazón del público, sea documental, ficción, o esta mezcla que vengo haciendo ahorita.


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La película ha tenido ya numerosas exhibiciones en diferentes foros internacionales, ¿cómo ha sido la reacción del público y qué te ha generado esta reacción?
Todos entran con cierto recelo, con esta barrera de que no les encanta el tema. Al ser humano le cuesta todavía trabajo entrar a una película sobre alguien que se trasviste. Sin embargo, y eso es lo más interesante, entran con esa barrera y de repente cambian y me dicen "no pensé que fueras a tocar ese tema de esta manera". Esto es un halago muy grande puesto que ése era el sentido. No es nada sencillo hacer una película sobre un travesti —un tema mal visto en la sociedad— y que llegue a tocar el corazón de un espectador. Todos estos halagos, reconocimientos, buenos comentarios que ha tenido la peli no me queda más que agradecerlos y sentir que cumplí la meta, que era eso, contar la historia de un travesti que al final de todo es tan humano como cualquiera de nosotros.

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El cine es una manera de activismo social, y en tus dos películas tocas temas de gran importancia: la migración y la homofobia. ¿Esperas que de alguna manera estos trabajos lleguen a la consciencia de los espectadores y puedan generar un cambio hacia cómo enfrentamos estas temáticas sociales?
Como siempre he dicho, son películas y son muy pequeñas ante el fenómeno mismo de la migración o la homofobia. Sin embargo, en ambas películas quería dar mi punto de vista sobre estos temas. Me parece que el cambiar la perspectiva de la gente es una pequeña aportación a esta lucha gigantesca, pero nada va a cambiar, los seres humanos vamos a seguir viviendo con los mismos problemas a menos que abramos la mente. En Carmín Tropical vemos personas que nacen con un sexo completamente diferente y su deseo más profundo es travestirse. Mientras nosotros respetemos ese sentimiento y seamos capaces de aceptar que todos somos iguales a pesar de que un hombre se trasvista y se ponga medias, creo que no habría problemas. Hice esta película por poner la atención en la apertura y la tolerancia en un pueblo tan pequeñito como es Juchitán, y levanto la mano yo como escritor y director para que pongamos atención a lo que está sucediendo con los crímenes contra los homosexuales y contra las mujeres. Carmín Tropical levanta la mano y pone la atención a lo que está pasando en este país que lo está hundiendo.

¿Hacia donde te ha llevado como persona la realización de tus películas?
Es algo muy curioso porque ya teniendo esta segunda película, independientemente de los festivales a los que sea invitada y de los reconocimientos que tenga, quien va a ser el verdadero juez soy yo mismo; es una respuesta que tengo muy interior. Independientemente de lo que está pasando alrededor, creo que el mayor premio para mí es tener la fuerza y la fortuna de levantarme y decir voy a hacer una película más. Esta reflexión a la que he llegado me parece que es el punto de vista de una persona que está madurando como cineasta y eso es para mí lo más importante, saber que me gusta escribir, que me gusta hacer el cine que quiero y que tengo la fuerza para poder levantarlo.

Eres originario de Zaachila, Oaxaca y has recorrido un largo y arduo camino para llegar a donde estás. ¿Qué opinas del nuevo movimiento cinematográfico que se vive en Oaxaca a través de proyectos como Oaxaca Cine que motivan a más realizadores de la región a perseguir el sueño cinematográfico?
Creo que si no hubiera nacido ahí y si no tuviera esta cultura, si no estuviera filmando temas oaxaqueños, creo que no me hubieran dado el lugar o el reconocimiento que tengo ahora. Sobre Oaxaca Cine, todos los que lo trabajamos día a día, entre ellos su directora Isabel Rojas, nunca pensamos que íbamos a tener una identidad tan fuerte; nos da un orgullo muy grande. Hemos crecido muchísimo y ha superado nuestras expectativas. Estamos muy contentos con lo que está sucediendo con Oaxaca Cine que desde hace 4 años es una referencia inmediata como un lugar donde se puede apreciar el cine y formar realizadores. Me parece que esa era una de nuestras metas: poder dar herramientas a los jóvenes que quieran estudiar cine. Estamos preparando nuestro cuarto aniversario que creemos que va a ser muy potente, y buscando el que Oaxaca Cine tenga su propio espacio para la exhibición, preservación y sobre todo la formación de cineastas.

Finalmente, después del camino andado, ¿qué sigue para la película Carmín Tropical?
Viene una cantidad de festivales muy grande; estamos realmente muy contentos por como ha sido recibida la película. Esperemos que en México sea también bien recibida. Por ahora estamos preparando su salida en octubre. Sabemos que no somos el hilo negro del cine mexicano y que no vamos a romper récords de taquilla, sin embargo, nos interesa mucho que la gente vea de lo que puede ser capaz un pueblo milenario como Juchitán en torno a la gente que se trasviste. Creo que eso es lo más importante de lo que engloba hacer una película, que el tema realmente tenga importancia en quién lo ve.

@IvonneGtzz