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Dime dónde veraneas y te diré el tuneo de tu funda

Bling bling, ring ring.

Lo peor de veranear en la misma época en que lo hace todo el mundo (aparte del alto riesgo de toparte con el cabrón de tu jefe en bolas en una playa en Benidorm) son las colas en el aeropuerto: tener que esperar 2 horas rodeado de ingleses que parecen cochinillos asados, con sus mil niños corriendo y gritando gracias a su dieta a base de azúcar y hostias. Es lo puto peor.

Por eso damos las gracias a los de Ryanair por obligar a viajar en condiciones tan deplorables que no te queda otro remedio que ir al aeropuerto solo con tu bikini, tu pasaporte y tu iPhone (la pasta la llevarás escondida en el bikini, por supuesto).

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Y si vas a llevar tan poco, hay que hacer que lo que lleves luzca, ¿no? Gracias a internet y a un montón de tipas con demasiado tiempo libre, ya hay un sin fin de fundas personalizadas que puedes comprar a través de etsy (o copiar de pintrest). Una para cada destino que se te pueda ocurrir, digamos.

Vamos p’allá.

Marina d´Or/ Bahrein/ Marbella/ Cannes
Como asegura una amiga que tenía, que mangaba de las tiendas a nivel profesional, la mejor manera de pasar desapercibido entre la gente que tiene más pasta que buen gusto es hacerte aún más hortera. En el mundillo de los yates, Eurovegas y jets privados, más es siempre más. Y si no estás de acuerdo, el matón de su novio te puede pegar un tiro. Asegúrate de llevar una funda con: dorados, perlas, Swarovski, estrellas de mar o, la mejor opción, todo junto. Está claro que lo tuyo es el Barroquismo 1.0 y no querrás desentonar con tus vecinos rusos en la réplica de la Capilla Sixtina del hotel de 5 estrellas. ¡Dale duro!

Vacaciones en el Urban Outfitters
Hacerte un periplo por las capitales culturales de Europa suena muy bien sobre papel. Lástima que en vez de perderte en el Louvre o follarte a un joven escritor al que conociste visitando la tumba de Baudelaire, vas a pasar todo tu tiempo en el Urban Outfitters. Y cenando en el McDonalds porque te has gastado todo tu dinero en ropa con la que ni siquiera podrás volver. Nadie tiene la culpa de que nacieses hipster en un país tercermundista.

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Europa del Este
Vas de provocador y terrorista de la moda, pero la mala noticia es que te vas a encontrar con la misma peña de siempre. Olvídate de subir esas fotos morbosas al Instagram porque allí no hay wifi que valga, y dos roulotes más adelante va tu exnovio. Está claro que, junto al hueco a la derecha del volante, descansa una funda de peluchito artificial con restos de corridas, una funda promocional de Heineken o muy posiblemente una funda de zuecos Crocs, pero no quieras pasarte de guay.

Viaje de tripi
¿Te quedas en casa tomando 2CB y mirando vídeos de gatos en internet? Como veas. Pero que conste que aún estamos arrastrando las consecuencias de la última vez que la juventud apostó por tomar psicodélicos a mansalva en vez de salir de casa. Estados Unidos es un lugar jodido precisamente porque toda la gente que prometía en los años 60 se quedó atrapada allí, dejando el campo libre para que los gordos, estúpidos y ultraconservadores se hicieran con el mando. Qué coño. Haz lo que quieras, no soy tu puta madre.

Clínica de adelgazamiento
La Dukan no te ha servido de nada y quieres volver hecha una verdadera zorra. Te espera un veranito comiendo tofu, sincronizando cronómetros, gaseando a diestro y siniestro y plantando un huerto ecológico mientras disfrutas de la naturaleza y te planteas un estilo de vida slow. En esos sitios, amiga, lo primero que hacen es quitarte el teléfono para que no puedas pedir ayuda ni llamar al Telepizza. Di adiós a esa maravillosa funda de bulímico, sin lugar a dudas acabará incinerada. ¡Mucha suerte con el lavado de cerebro!

Turismo sexual
¡Hey! ¡Vas de convencional en todos los planos de tu vida! Ocupas un puesto importante en tu trabajo y sin embargo no llamas la atención. Y luego te pillas un avión a Accra para disfrutar de dos semanas de folleteo brutal en la playa. Después tu bandeja de entrada se llena de ofertas de matrimonio y estafas para el próximo año. Por algo existen los asistentes personales.

Roma, París, Venecia y el amor
Siento romperte las ilusiones, pero esto sólo pasa en las peliculas de Sandra Bullock y a las mujeres ya viejas y gordas cuyos maridos llevan 20 años trabajando en el mundo finaciero. Olvídate de que tu novio se presentará con una botella de Veuve Cliquot y dos billetes first class. Eso no va suceder. Sin embargo, no hay nada que las tías sepamos hacer mejor que mentirnos a nosotras mismas, así que sigue autoengañándote con estas fundas de lujo. Aún no han inventado un app para limpiar tus lágrimas.