Asesinos seriales con los que me acostaría

Aceptémoslo: los asesinos seriales son una fantasía… sexual. Vamos, ¿Anders Behring Breivik? ¿Has estado siguiendo su juicio? ¿Sabías que mide casi cuatro metros? ¿Te imaginas a ese dios nórdico destrozando tu vagina? Hay algo sobre un chico malo y ensangrentado que me hace querer domar su espíritu animal para después montarlo cual caballo salvaje. Aunque es probable que nunca encuentre a mi Patrick Bateman, hay algunos psicópatas candentes que, afortunadamente, están demasiado enfermos para no ser de verdad.

H.H. Holmes

¿Quién no tendría ganas de jugar a la enfermera con el Dr. Henry Howard Holmes, uno de los primeros asesinos seriales en Estados Unidos? Me desnudaría hasta los huesos con tal de satisfacer su gusto por despellejar a sus víctimas. Además, no sólo tenía un estilo impecable y un mostacho que no le pide nada al de cualquier hípster actual, también era un aficionado del diseño arquitectónico. Su elaborado "castillo de la muerte", que abrió sus puertas como un hotel durante la Feria Mundial de Chicago en 1893, era un laberinto de pasillos que no llevaban a ningún lado y cámaras de gas; pagaría una buena lana por pasar una noche en ese laberinto del amor.

Arresto: 1894
Número de víctimas: 4 - 200

Charles Starkweather (1938-1959)

¿Alguien dijo "adolescente con baja autoestima, complejo de inferioridad y una obsesión con James Dean"? ¡Suena igual que yo en la prepa! Charles Starkweather, tú y yo habríamos sido mejores amigos. No hay nada más sexy que un güey que no puedo presentar a mis padres. La novia de 14 años de Starkweather seguro se sintió así después de que asesinara a sus padres y se la llevara a dar un paseo romántico (y de múltiples asesinatos) por todo el oeste norteamericano. Ah, el dulce primer amor.

Arresto: 1958
Número de víctimas: 12

Paul Bernardo y Karla Homolka

Creo que no sería difícil ser el buen tercio con esta adorable pareja, dado que a Paul y a Karla les gustaban ese tipo de cosas (¡además de matar personas!). Para ser honesta, me podría saltar la anestesia para animales, pero estoy segura de que la versión canadiense de Ken y Barbie podría convencerme de hacer cualquier cosa. Aunque todos sabemos que Dios odia Canadá, Paul y Karla conocían la Biblia muy bien. Para ellos el matrimonio era tan sagrado que cuando Paul descubrió que Karla no era virgen, decidieron que lo justo sería que desvirgara a su hermana. Algunos dirán que eso es algo tan anticuado como el Viejo Testamento, pero a mí me parece romántico.

Arresto: 1993
Número de víctimas: 3+

Paul John Knowles

No me puedo ni imaginar los orgasmos que sus cartas de amor le deben haber producido a su amiga por correspondencia para convencerla de que sería buena idea comprometerse después de su primera visita (cuando todavía estaba encerrado por delitos menores). Sin embargo, su prometida entró en razón poco tiempo después gracias a una psíquica desgraciada (y claramente celosa); ninguna profecía podría haberme separado de esa quijada cuadrada. Definitivamente no habría necesitado una pistola para meterse a mi cama, aunque parece que le sirvió de mucho durante algunas de sus conquistas románticas. No lo llamaban el "Asesino Casanova" por nada.

Arresto: 1974
Número de víctimas: 18-35

Robledo Puch

Además de ser el gemelo perdido de River Phoenix, hay una razón todavía más fuerte por la cual amo a Robledo Puch, también conocido como El Ángel Negro, y es lo joven que era cuando desató sus impulsos homicidas contra unas argentinas. Mi pobre bebé tenía apenas 20 años cuando lo arrestaron por sus múltiples delitos, entre ellos 11 asesinatos y 17 asaltos. Oh, dulce príncipe, ¡desearía que te hubieran dejado retoñar!

Arresto: 1972

Número de víctimas: 11

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