Historias de la frontera: McAllen es más que shopping

Desde hace unos meses las declaraciones del presidente Donald Trump sobre construir un muro entre México y Estados Unidos han sido apoyadas por algunos sectores de la población estadounidense.

Para conocer de primera mano la viabilidad y la pertinencia de esta propuesta, durante cinco semanas rodamos en bicicleta gran parte de los 2400 kilómetros que dividen México y EU, documentando parte de nuestro viaje y buscando entender la vida en la frontera. Éstas son algunas de las historias de las personas que viven en esta región.

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McAllen es un destino muy conocido por los mexicanos que gustan del "shopping". Y aunque la reciente alza del dólar ha afectado la actividad económica de la ciudad, eso no impide que muchos mexicanos sigan gastando en los malls, actividades turísticas y realizando inversiones. En total, alrededor de cinco millones de vehículos cruzan los puentes fronterizos de McAllen y Reynosa al año y la industria de las maquilas emplea aproximadamente un millón de personas en la región.

También es una de las ciudades más seguras de Estados Unidos, a diferencia de su vecina ciudad Reynosa, donde por cuestiones de inseguridad decidimos no realizar una parada. Algunos consideran que son cinco municipios en Tamaulipas en los cuales el Cártel del Gofo y los Zetas se están disputando el control del estado y donde más violencia se genera. Uno es estos es Reynosa; el resto son: Nuevo Laredo, Tampico, Matamoros y Ciudad Victoria. Además, una encuesta realizada por el Centro de Estudios Sociales y de Opinión Pública (CESOP) de la Cámara de Diputados en México (2016), encontró que en el país, el 58 por ciento de las personas encuestadas se sienten inseguros donde viven y el 68 por ciento considera que pueden ser víctimas de un crimen.

En McAllen conocimos a Tania Chávez quien es Coordinadora de Proyectos para la Organización del Pueblo Entero (LUPE). Fundada en 1989 por César Chávez, se trata de una organización comunitaria sin fines de lucro que trabaja de cerca con migrantes indocumentados. Gran parte del trabajo de Tania es con la gente que vive en asentamientos irregulares llamados Colonias, muchos de los cuales fueron establecidos desde la década de 1950. Tania nos comentó que las Colonias se originaron a raíz de la compra de grandes extensiones de terrenos por parte de inversionistas privados quienes posteriormente vendieron lotes, en su mayoría, a personas sin papeles. Estos asentamientos no cuentan con servicios públicos básicos como agua, electricidad y drenaje. "El problema de las Colonias es que fueron establecidas afuera de las ciudades, lo cual dificulta o elimina la posibilidad de tener acceso a los servicios municipales y otros programas de gobierno", relató Tania. En la actualidad Tania, quien es mexicana y vive como indocumentada en Estados Unidos, trabaja con diversas comunidades para organizarse en contra de la aplicación de la controversial Ley SB4 del estado de Texas.

La ley podría entrar en vigor el próximo mes de septiembre y facultaría a policías y agentes para preguntar sobre el estatus migratorio de cualquier persona al momento de su detención. Como Tania, muchas personas, organizaciones de la sociedad civil y el gobierno mexicano se encuentran trabajando en contra de esta ley para impedir su aplicación total o parcial, como se hizo anteriormente con la ley SB1070 de Arizona.

También conocimos el Centro para el Migrante del la Iglesia del Sagrado Corazón en McAllen donde todos los días reciben a migrantes indocumentados. Los voluntarios nos comentaron que durante 2011-2012, llegaron a recibir a cientos de niños centroamericanos por día. La hermana Norma Pimientel, quien colabora en este esfuerzo, ha sido reconocida ampliamente a nivel local e internacional por su labor. En el albergue, Andrés conoció a padres e hijos migrantes de Honduras y Guatemala que acababan de llegar de unos de los centros de detención temporal de la Patrulla Fronteriza. Estaban cansados y asustados. Sin embargo, no perdían la esperanza por un mejor futuro en Estados Unidos mientras comían una hamburguesa en el comedor del albergue. Un migrante de Guatemala llegó ese día al refugio junto con su hijo de siete años después de haber pasado más de 12 horas detenido en unos de los centros de detención temporal, conocidos como "las hieleras". Se les denomina de esta manera por tener la temperatura del aire acondicionado extremadamente baja. Se considera que esta medida, acompañada de malos tratos por parte de algunos agentes de la patrulla fronteriza, es efectiva para disuadir a los migrantes de intentar cruzar por Estados Unidos sin papeles.

Después de visitar McAllen viajamos a Roma, Texas. Los 90 kilómetros que recorrimos en bici ese día no fueron tan pesados, el camino fue plano, logramos salir a buena hora para evitar el calor y en partes del trayecto alcanzamos un ritmo de velocidad de 45-50km/hora. Mientras desayunábamos conocimos a Rey, un policía de la ciudad y a su esposa Gaby. Después de platicar un rato, se se ofreció llevarnos a conocer la ciudad junto con su esposa e hijas. Le comentamos que estábamos descansando y organizándonos para rodar de noche hacia Zapata, pero aceptamos su propuesta. Desarmamos las bicis y nos fuimos con su familia. En el camino nos contaron que Rey no sólo es policía, sino que también es autor para grupos de música norteña y que a Gaby y a Kayra les encantan los musicales. Final mente llegamos a Zapata y nos hospedamos en un hotel que se veía seguro y que tenía alberca. Después de una nadada refrescante nos fuimos a dormir temprano para salir al día siguiente rumbo a Laredo.

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