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Música

25 años del lanzamiento de 'Blood Sugar Sex Magik' de los Peppers

Un disco que marcó un antes y un después en el rock alternativo mundial.

Los Peppers empezaron a tocar como banda en el 83, en una ciudad de Los Angeles inundada por la droga proveniente de México y Colombia. Hillel Slovak, Jack Irons, Anthony Kiedis y Flea, cuatro adolecentes de clase media, fueron criados prácticamente por mafiosos y pandilleros. Les hacían favores a cambio de plata, mujeres, drogas, compañía o un lugar donde quedarse.  Kiedis, vocalista de la banda, lo narra en la canción "Under the bridge": "En un momento de mi vida, cuando no tenía amigos, ni relación con mi familia, ni un lugar donde vivir, lo único que tenía era mi vínculo con Mario, un mafioso mexicano, ex convicto, hermano de la chica con quien estaba saliendo. Un día él me llevó debajo de un puente peatonal en un ghetto en el centro de Los Ángeles para inyectarnos heroína, porque decía que era más seguro que en su propio apartamento. Fue tan degradante la situación en la que me vi involucrado que supe que no quería volver a estar ahí nunca más", cuenta. Vivían en una caótica decadencia donde la drogadicción, el crimen y la prostitución, eran pan de cada día. Odiaban sus vidas y acudían a la música para calmar sus impulsos suicidas. La droga, además, se convirtió en un mecanismo de apaciguar un sentimiento profundo de soledad que los atormentaba a diario.

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Todo el tormento se liberaba jameando, cuando estrellaban el funk de George Clinton con el rock de Jimi Hendrix. El poder hardcore-punkero de Bad Brains con el sabor melódico de Steve Wonder. La rebeldía de Iggy Pop con el groove de Sly Stone and The Family. En 1987, cuando estaban apunto de grabar su tercer álbum Uplift Mofo Party Plan, conocieron a Rick Rubin quien venía consolidándose como productor pionero del hip hop con su sello Def Jam Recordings. En él, produjo canciones que definieron en gran medida el sonido urbano norteamericano que venía de los 70 como fueron "(This) Def Jam" de Jazzy Jay,​ "I Need a Beat" de LL Cool J,  "Rock Hard"de los Beastie Boys,  entre otras.  Y, por otro lado, también participó en el tercer álbum de Slayer, Reign _In Blood_.

Rubin se interesó en los Peppers y fue a verlos ensayar junto a los Beastie Boys, pero ninguno se llevó una buena primera impresión del otro. A Rubin le pareció que eran demasiado yonquis y ellos pensaron que Rubin tendía más al lado demoniaco de la vida que a la explosión de energía positiva en el que estaban. "Teníamos una nube oscura de drogas encima de nosotros, por lo que ellos se incomodaron y se fueron", cuenta Flea. Según Rubin, los Peppers eran unos músicos increíbles, pero eso no significa necesariamente que eran una gran banda.

En 1988, cuando aún eran una bomba de energía descontrolada guiada por la psicodelia, la banda sufrió su primer crisis estructural. Con la muerte del guitarrista Hillel Slovak por sobredosis de heroína, y la renuncia del baterista Jack Irons, tuvieron que replantear su relación con las sustancias. Kiedis y Flea decidieron seguir con la banda, pues no le veían otra razón a su existencia. Convocaron entonces a Chad Smith en la batería y a John Frusciante en la guitarra, que tenía a los RHCP como su banda favorita. Con la nueva alineación grabaron en 1989 el Mother's Milk en donde hicieron covers como "Higher Ground" de Steve Wonder y "Fire" de Jimi Hendrix. Fue así como empezaron a hacerse visibles en el mapa del rock alternativo.

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"Si Baron Von Munchausen fuera capaz de eyacular a los RHCP encima de un tablero de ajedrez, Rick Rubin sería el jugador perfecto para ese juego", decía Kiedis​.

Rick Rubin, como buen visionario, nunca los perdió de vista. Los fue a ver en su último concierto de la gira del Mother's Milk y quedó fascinado por la maduración de la banda. Para ese entonces estaban un poco más sanos y enfocados en la música. Fue ahí cuando ambas partes manifestaron el interés de trabajar juntos en el siguiente álbum de la banda. El Blood Sugar Sex Magik empezaba a gestarse.

Para ese momento, el rock alterativo era el centro de la cultural pop estadounidense, en parte gracias al momento que vivía el grunge con bandas como Jane's Addction y Nirvana, cuyo segundo álbum, Nevermind, sería lanzado el mismo día que Blood Sugar Sex Magik. Era el escenario perfecto para que Rubin y la banda cocinaran un disco que marcaría un antes y un después en la cultura pop mundial.

Rubin tenía en mente una revolución musical con la banda. Para él su trabajo era romper los límites creativos que los mismos Peppers creían tener. Quiso refinar el estilo de cada uno de los músicos en función de las canciones y no del virtuosismo. Hizo que la banda, por primera vez, se sintiera genuinamente cómoda y no se intimidara en el estudio de grabación, como les había sucedido antes. Creó un ambiente de trabajo en el que los músicos se pusieron al servicio de la fuerza creadora sin distracciones. Fue tal la compenetración de la banda con el productor que, con cuatro elementos esenciales, más un quinto elemento con inteligencia casi divina,  propiciaron la explosión de un universo sonoro que, aún en la actualidad, se sigue expandiendo.

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"Si Baron Von Munchausen fuera capaz de eyacular a los RHCP encima de un tablero de ajedrez, Rick Rubin sería el jugador perfecto para ese juego", decía Kiedis.

Los cuatro elementos

 Blood: Pasión

"Ser un miembro de los Chilli Peppers significa tener amor por lo que haces. Nuestra música no es más que un reflejo fiel de nuestra manera de asumir la vida. Si tienes otras pretensiones con el rock, no puedes ser parte de la banda", explicaba Flea.

Rubin entendió rápidamente que los Peppers tenían un acercamiento visceral hacia la música. Identificó en ellos una pasión que iba mucho más allá del gozo por tocar y supo guiar esa fuerza, no solo hacia la interpretación, sino hacía la apertura mental de los músicos. Además de hacer que estos literalmente se sacaran sangre tocando, logró que la banda se abriera a planos musicales donde anteriormente no se sentían cómodos. Es el caso de la balada "I Could Have Lied" u "Under The Bridge", siendo esta última un chispazo de  Kiedis que Rubin obligó a mostrar en un ensayo. La conexión fue inmediata y natural, y terminó siendo la canción que los lanzó al mainstream.

Sugar: Sabor/groove

Si bien la banda desde el inicio utilizó el funk como uno de sus núcleos musicales, sus orígenes rockeros y la ira en su interior no permitían que ese groove del soul y del funk terminara de cuajar. El uso constante de distorsiones, power cords, guitarras dobladas y solos tipo Van Halen hacían que su música se sintiera como un muro de sonido contundente, algo que jalaba más hacía el hardcore punk e incluso hacia el nu-metal. Fue Rick Rubin quien trajo la idea del silencio y del espacio a la banda. "Ser tú mismo como músico, pero en favor de la canción, no de ti mismo" le explica Rubin a Flea, quien pasó de caracterizarse por sus lineas de bajo slapiadas súper veloces llenas de notas, a ser conocido por un estilo más elegante de pocas notas muy bien puestas. Al encontrar el espacio, los Peppers encontraron el "groove", el sabor.

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 Sex - La fuerza creadora-

La sexualidad, para los miembros de esta banda, va mucho más allá de las letras o de sus experiencias con prostitutas. Según ellos, el sexo es una manifestación impulsada por la misma fuerza creadora del universo de donde sale la música. "Cuando estábamos tocando 'Sir Psycho Sexy' en lo que más me concentraba era en esta sensación de que había una chica muy hermosa ahí en el estudio. Yo pensaba que si Anthony no tenia sexo esa noche, entonces yo no iba a hacer bien mi trabajo como guitarrista, porque ésta es la canción más sexy que he oído en mi vida. Muchas veces tengo una erección cuando estoy escribiendo o tocando la guitarra y me masturbo. O a veces trato de abstenerme cuando siento que el orgasmo puede ser dañino para mi fuerza creativa" explicaba Frusciante durante la grabación del Blood Sugar Sex Magik.

De la misma manera, ellos perciben la energía de sus cuerpos cuando tocan juntos de manera sexual. "La correlación entre el sonido y el sexo es innegable si lo dejas ser. Yo creo que el hecho de que tengamos una sexualidad tan poderosa en nuestra música, en nuestra interpretación, en nuestras letras, en el bajo pegándote en la cara, simplemente se relaciona con el hecho de que somos completamente libres y todo lo que hacemos es dejar que la sexualidad salga. Yo creo que si permitimos que la sexualidad venga a nosotros y no tenemos miedo de ser honestos, y no tratamos de esconderla, esta se manifiesta de manera natural. Cuando estamos en el escenario tocando, tener a John, Flea y Chad tocando detrás mío es como un exorcismo sexual. Siento en mi cuerpo cierta frecuencia o vibración que hace que me sienta sexualmente poderoso. Yo solo permito que eso salga de mi sin inhibiciones", explica el vocalista.

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Magik: Misticismo

La magia, el esoterismo y el misterio, también hicieron parte importante de la producción de este álbum, dándole profundidad al proceso creativo. Esto se materializo en el lugar que escogieron: como parte del proceso, Rick Rubin quiso sacar a los músicos del ámbito de grabación del que venían acostumbrados. No quiso ir a un estudio convencional en donde, según él, muchas veces te encuentras personas y agentes de cuello blanco a quienes no quisieras ni estrecharles la mano. Decidió que lo mejor era alquilar una casa en donde pudieran vivir, trabajar, comer, tener sexo, y cualquier otra actividad que les permitiera estar en contacto con la música y la creatividad. Alquilaron una mansión encantada en el barrio Laurel Canyon en Hollywoon Hills. La mansión Houdini, construida originalmente en 1918 y supuestamente habitada por el mago Harry Houdini. Luego la mansión fue puesta en alquiler para famosos y millonarios. Se sabe que Jimi Hendrix pasaba temporadas hospedado ahí y que Los Beatles hicieron ceremonias con LSD.

Los Peppers aseguran que la casa estaba llena de espíritus y presencias de otras dimensiones. Flea narra que una vez, mientras cenaban, vieron la hoja de una planta flotar de arriba a abajo enfrente de ellos, como si alguien la estuviese moviendo. Frusciante, por su parte, dice que escuchaba voces femeninas gimiendo por todas partes y que, constantemente, sentía presencias alrededor de él cuando grababa. En las sesiones fotográficas para el disco, el fotógrafo Gus Van Sant, al poner filtros rojos, decía que aparecían sombras, ases de luz y objetos que asegura no estaban en el momento de tomar la foto. Tanto así que llevaron expertos espiritistas, quienes aseguraron que el lugar estaba lleno de presencias. Chad Smith cuenta que al principio fue aterrador, que él era el único que no fue capaz de dormir ahí en las primeras semanas, pero que a medida que aprendían a convivir con estos seres, iban encontrando una energía misteriosa pero muy positiva. Incluso les ayudaba en el proceso de grabación y composición.

Flea dice que empezaron a desarrollar una comunicación telepática entre ellos, algo que nunca antes habían experimentado. Frusciante describe la sensación como un oleaje cósmico que los envolvió con amor y energía positiva durante todo el proceso, hasta el punto en que, según él, se masturbaba en frente de espíritus para fortalecer esa conexión.

Rubin llevó la meditación al proceso creativo de la banda, desde la preproducción del disco, él asistía a los ensayos simplemente a meditar, a absorber cada nota que los músicos tocaran sin intervenir y sin decir una sola palabra. Llenó de trascendencia cada concepto musical que nosotros ya conocíamos, lo cual implicó un cambió total de perspectiva hacia la música. Frusciante dice haber tenido experiencias en una cuarta dimensión, en donde se está en contacto directo con la fuerza creadora de la naturaleza: "Es como si estuviera en la cuarta dimensión y alguien me pidiera que lo describa verbalmente. De eso se trata la cuarta dimensión, no hay palabras, ni símbolos ni imágenes. Toda una energía pura y real y vibraciones. Y si me quedara pensando en cuán duro es el mundo tridimensional, probablemente me suicidaría después de un tiempo, pensando en que seguramente no tendría más fuerza para crear música".

 Así fue entonces el nacimiento, hace 25 años, del Blood Sugar Sex Magik.