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Música

Música para un mundo sin Donald Trump

Tracks que muestran un futuro sin el asqueroso fascista de Donald Trump.


"El mundo no es insoportable hasta que la posibilidad de transformarlo existe, pero es negada" — John Berger, 1967

El ruido es violento. Algo es "ruido" cuando interrumpe, molesta, sabotea la comunicación. El ruido es potencialmente doloroso y letal. El ruido es violencia.

La música se compone de ruido; es la armonización del ruido. Al convertir ese amasijo de molestas ondas sonoras en un orden armónico (y si Dios quiere, bailable), la música monopoliza el ruido; monopoliza la violencia.

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Si me has seguido hasta aquí entonces te habrás percatado que la música ejerce un papel similar al Estado contemporáneo: el monopolio sobre la violencia.

Es por esto que el filósofo francés Jacques Attali le veía cualidades proféticas a la música: porque señala un nuevo orden social que todavía no se ha producido, que todavía es inmaterial.

Por eso es frecuente que en muchos regímenes dictatoriales exista una increíble preocupación por la música: desde los Talibanes al fascismo, hay ciertos sonidos considerados "prohibidos". La música puede ser el anuncio de nuevas sociedades, de nueva política, y eso es lo primero que busca reprimir un régimen autoritario.

Esto nos lleva al auge de un nuevo político autoritario: Donald Trump acaba de cumplir sus primeras semanas en el poder y buena parte de la humanidad está aterrorizada.

El ascenso de Trump fue prefigurado por años de música nostálgica; de indie reaccionario y regresos al 'folk', a un sentimiento de superioridad de "la música de verdad" (ie: antigua) sobre "esta basura nueva". No se puede entender el ascenso de un reaccionario si no viene precedido por un estado de opinión que prime lo 'antiguo' sobre lo nuevo y lo haga de forma confrontacional.

Con esto no quiero decir que si te gusta el indie eres un fascista, pero sí que esto es lo que pasa cuando juegas con fuego. Toda esa insoportable nostalgia por los 80 y el pasado tiene consecuencias.

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Como primera medida para combatir a Donald se están produciendo múltiples llamamientos a "resistir". Eso está muy bien pero en sí misma la resistencia es débil y reaccionaria, asi que aquí os traigo un sonido que nos está anunciando un hermoso mundo post-Trump.

Si los reaccionarios como Trump venden el regreso a un pasado mejor y más simple, una huida de las complejidades del presente hacia las certezas del pasado, este sonido del que te hablo abraza las complejidades del presente y del futuro; no solo las abraza, las armoniza.

No se qué nombre ponerle a este sonido, pero es muy fácil de encontrar y seguro que ya lo escuchaste. Es el que usan muchos productores de electrónica, como Holly Herndon, ANAKTA, Onehotrix Point Never, WWWINGS, y tanta gente, que quizá mejor pongo un ejemplo aquí abajo para que lo escuches:

Esa canción de los argentinos ANAKTA y Astrosuka está saturada de sonidos. Hay una cantidad abrumadora de ruidos que se encuentran, chocan, rebotan, se atascan, repiten y fluyen.

En un momento cuando es muy fácil encontrar a gente que habla de como "con internet ahora todo va demasiado rápido, hay demasiadas cosas", como hay una 'saturación' imposible de conciliar con la vida 'natural', este sonido nos avanza un mundo en el que esa infinidad de ruidos y complejidades han sido satisfactoriamente armonizados.

Este es el sonido del mundo post-Trump, de la sociedad que viene en la que no se rehuye de las complejidades ni se busca refugio en simplezas del pasado.

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Otro ejemplo podría ser esta canción del brasileño Superficie:

Siguiendo la fórmula del sello uruguayo Salviatek, Superficie combina ritmos ancestrales (el candombe brasileño) con sonidos metálicos, industriales; creando una nueva imaginación para la jungla, una en la que la intervención humana y la conservación natural no sean antónimos sino cosas compatibles. Lo que desde Salviatek llaman "tecnología orgánica".

Como señala el autor americano Peter Frase, editor de la revista Jacobin, el debate entorno al cambio climático a menudo se estructura como "humanos vs. Naturaleza" y esa es una percepción terriblemente equivocada: niega nuestra condición como seres biológicos, inextricablemente ligados a ella.

En los distintos lanzamientos de Salviatek parecen estar explorando una re-conexión entre humanos y naturaleza, pero una conexión a través de la tecnología, y no a pesar de ella. Una conexión que no huye de las complejidades modernas hacia la simplicidad del primitivismo, sino que busca conciliar tecnología y tierra.

La 'resistencia' a Trump no es suficiente, ni sirve de nada si no hay una visión que lo reemplace. Afortunadamente hay un montón de canciones que nos están señalando la dirección.

Existen innumerables ejemplos de este sonido, así que para hacer las cosas más fáciles, te dejamos este mix de 50 minutos con algunos ejemplos :)

Arriba: Fotografía vía usuario de Flickr kl801