FYI.

This story is over 5 years old.

Música

Poniéndole orden al caos: Platicamos con I Can Chase Dragons! sobre 'Entropía'

El productor Julio Gudiño nos habla del proceso detrás de su nuevo álbum, los Vengaboys, la cumbia experimental y la influencia de José José en Entropía.

La espera previa a la reciente salida de Entropía, el nuevo disco de I Can Chase Dragons!, fue dolorosa. Expansión, el álbum debut del productor mexicano y miembro del sexteto The Plastics Revolution, Julio Gudiño, fue tan irresistiblemente saturado y sabroso que la crítica y los fans por igual cayeron a sus pies; y es justamente por eso que nuestro organismo nos pedía a gritos más nueva música.

A sólo días de haber sido editado por el confiable sello Arts & Crafts Mexico, Entropía sació nuestra sed de buen pop experimental. Pero este nuevo material además de alimentarnos, también representa un giro en el sonido de I Can Chase Dragons!, resaltando su sobriedad y enfoque, en donde las texturas contrastantes juegan con tu cerebro y las melodías vocales le hablan al corazón pop que guardas ahí dentro.

Publicidad

Nos sentamos con Gudiño para actualizarnos sobre lo que ha estado haciendo en los últimos años, además de conversar sobre Entropía, sus nuevos puntos de vista, lo que viene en el futuro próximo, y los Vengaboys.

Noisey: Han pasado cuatro años desde que salió Expansión (2012). ¿Qué ha pasado en la vida de I Can Chase Dragons! en ese período? ¿En qué has estado?
I Can Chase Dragons!: Expansión salió justo después de estar tres años en Boston, y fueron tres años de clavarme solito en destruir sonidos, jugar con sintes; era un proceso muy individual. Pero después comencé a estudiar terapia musical allá, y el proceso se convirtió en hacer música en relación a otras personas. Siempre sentí que había una distancia entre la gente que escuchaba mi música y yo. Entonces eso me hizo pensar mucho más en qué tanto hacia canciones para la experiencia en vivo, no solo para yo conectar con otras personas, sino para que ellas conecten entre sí. Y siento que eso influyó en que la voz esté mucho más presente, en que se pueda entender mucho más lo que está pasando, y que haya muchas menos cosas ocurriendo todo el tiempo.

Expansión definitivamente era, usando un término que me gustaba mucho de Broken Social Scene, "pop barroco", que tiene 20 mil cosas pasando todo el tiempo. Empecé a alejarme de todo eso para poder centrar la atención en muchas menos cosas, y siento que eso cambió completamente el proceso de composición, más aún con la idea de hacer música para más para llevarla al setting en vivo.

Publicidad

Justamente esa es la sensación que me dio escuchar Entropía en comparación con Expansión, que se siente mucho más enfocado y limpio. Ambos brillan por razones distintas: lo atractivo de ese primer disco era su maximalismo, y lo del nuevo es que exprimes lo máximo de los pocos elementos que utilizas, haciendo que resalten más. También el uso de los samples es menos obvio, al punto de procesarlos tanto que no son reconocibles, diferenciándose de, por ejemplo, "Escoge tu animal".
Sí, y creo que esa era mi idea desde Expansión. Estás tomando un snapshot de otra música y trayéndolo a la tuya, pero el hecho de usarlo dentro de un nuevo contexto lo separa completamente del origen; siento que hice un poco eso en Expansión, pero todo era mucho más cuadradito. Como que estaba la cumbia ahí y no le pasaba nada más, corría del principio al final y siempre era igual.

Pero en el momento en el que empiezo a tener todos estos tracks en Entropía, pienso en cómo podría usar los samples más como un instrumento tocado por una persona. Así que procesarlos y hacerlos sonar de distinta manera fue mi foco principal en las canciones. [Tomaba un sample y] decía "éste va a ser el bebé de esta canción". Siempre me ha sido muy interesante cómo un sample puede ser el trigger de toda una canción, de la melodía, de la armonía… Se me hace fascinante, porque tiene que ver con que "fui a una tienda y me compré un vinilo y lo sampleé"; y las probabilidades de que hubiera encontrado eso son chiquitas, pero así fue. Este disco está basado mucho en un vinilo de José José que encontré en una tienda allá en Boston.

Publicidad

¿Qué disco fue?
¿Cómo se llamaba…? No me acuerdo.

Mejor, así evitamos problemas legales.
[Ríe] Sí, pero lo bello es que si lo escuchas nunca te das cuenta de que viene de ahí. Se me hace fascinante eso, porque siento que limitar un poco tus herramientas hace que te esfuerces más y explotarlas, lo que me hace salirme más de mis límites.

En comparación con el disco anterior, ¿hubo algo en específico que no habías intentado y que quisiste probar en Entropía?
Sí. No sé cómo se tradujo esta idea al final, pero siento que mucho de Expansión fue intentar salirme completamente de la fórmula pop, como hacer estructuras muy extrañas, hacer que las cosas cambien todo el tiempo. Con Entropía intenté explorar la capacidad de arreglar una canción pop pero haciéndola interesante con la voz o los sonidos, metiéndome con lo experimental. Este disco tuvo mucho de eso, de querer regresar un poco más a la estructura normal, pero haciendo atractivo al pop.

Siento que comenzó con Yeasayer, que empezaron a hacer música electrónica con melodías súper pop, pero metiéndoles todos estos sonidos interesantes. Y al final tal vez se siente como pop experimental, pero en mi caso quise traerlo un poco más a la tierra, y así poder llegarle a más gente.

Creo que es un proceso inconsciente. Tal vez con la misma búsqueda de querer probar cosas, hay mucha gente que empieza de una forma, y luego intenta ponerse límites y dice, "¿qué pasaría si intento hacer pop?"
¡Completamente! Porque al principio es muy liberador no tener límites, pero después de que te das cuenta de que las posibilidades son infinitas, te tienes que enfocar en esto y esto. En este caso, para mí fue enfocarme en aprender a separarme de todos esos instrumentos que quería empacar ahí. Es como en los últimos discos de of Montreal, ¿no? Que son como 30 segundos de esta canción increíble, y estás metidísimo en la canción, y este tipo dice "¡no! Vamos a algo completamente distinto".

Publicidad

A veces es frustrante.
¡A veces es frustrante! Y a veces funciona muy bien, pero eres como una pelotita que va botando de un lado a otro. Siento que en Expansión, el enfoque era de "todo es libre, todo se vale", y ahora en Entropía hubo más reglas. Lo que es un poco raro, porque tenía la idea del desorden. El concepto del disco es pensar la entropía como la forma en que tú le das orden al desorden. Entonces creo que fue una buena forma de regresar.

Justamente, más allá de la producción, creo que el tema del caos es algo que se repite mucho en el contenido lírico de Entropía. Escuchando las letras, siempre hay algo de incertidumbre. Desde tu punto de vista de compositor, ¿cuál sería –si es que lo hay– el tema global del disco?
Hay una frase en "Fauna" que para mí lo resume todo, que dice, "soy un mundo en descomposición". Y pues esa es la idea; eres un mundo, un conjunto de elementos que al final se está descomponiendo, y te estás transformando todo el tiempo. En todas las canciones quise explorar eso, y el hecho de que por esa descomposición vas a llegar a nuevas ideas que no se te pueden ocurrir ahorita, porque son producto de muchas cosas que están interactuando. Eso se me hizo demasiado fascinante, entonces dije que tenía que ser el tema principal del disco.

Ya está de vuelta en México. ¿Qué sigue para el proyecto?
Ya toca hacer presentaciones. Tuve unas seis presentaciones por allá en Estados Unidos –en Boston y en Nueva York– y me da mucha emoción cómo está sonando por la nueva forma del show. Está más bailable que nunca, y eso me encanta. No se pueden revelar fechas todavía, pero queremos salir un poco del circuito al que está acostumbrado I Can Chase Dragons! aquí en México. Me encanta que ahorita hay muchas más oportunidades de salir de la CDMX que cuando estaba acá de lleno, cuando no había tantas chances. Y después de estar en Boston, he podido conectar con gente de otros países de Latinoamérica, así que muero de ganas de tocar en Colombia, Chile, y donde se pueda.

Para terminar, te oí decir que "Mañana" tiene un bajo estilo Vengaboys, y aparte hiciste aquél famoso cover de "Steal My Sunshine" de LEN. ¿Cómo filtras en tu música esa influencia del pop comercial de los 90?
Para mucha gente, la música que experimenta o que quiere ser vanguardista no puede ser pop. Pero hay tantas cosas que se están haciendo, tal vez sin querer o a propósito, con canciones y bandas que se mezclan perfectamente. Como ese bajo de "Mañana" mezclado con algo como cumbianchero; me voló la cabeza y dije "claro que quiero que suene así, y quiero que esté hasta el frente en la canción", para que si alguien ha escuchado "We Like to Party!", le viniera a la mente enseguida.

Es que mezclar Vengaboys con cumbia también puede ser "experimental".
Siento que muchas veces eso que la gente ve como experimental son en realidad o happy mistakes o sorpresas que ni tú te esperabas. Y eso se relaciona con la entropía; tú no sabes cuándo vas a llegar a esas cosas que dices "esto está empujando los bordes de lo que uno está acostumbrado". No te lo puedes esperar, y mientras más procures tú cosas que te saquen de ese cuadrito donde estés, muchas veces eso terminará siendo el pop.