​Así es trabajar como diseñador de webs porno

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​Así es trabajar como diseñador de webs porno

Forrarse creando las páginas en las que te haces pajas ya no es tan fácil. Nos lo cuenta un tipo que se hizo rico con esto.

Hellvira prefiere no dar su nombre real "porque a la hora de buscar trabajo hay sitios que lo primero que hacen es buscarte en Facebook, y lo del porno no siempre se entiende", y se sorprende al saber que queremos conocer cómo es su oficio. "Por lo general es muy aburrido", reflexiona, "aunque tiene sus momentos".

Ha trabajado ya para varias empresas diseñando webs y seleccionando contenidos pornográficos, y lo que ha ganado ha sido suficiente como para darse el lujo de disfrutar del año sabático en el que se encuentra actualmente. "Tendré que volver a currar algún día, y si puedo regresar al porno lo haré. Prefiero hacer esto antes que diseñar para bancos o cualquier otra cosa que me interese y me motive mucho menos. Al menos en este mundillo hay cierta libertad gráfica y estás viendo porno, algo que siempre te alegra el día".

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Con una trayectoria de más de diez años en el sector, Hellvira es un profesional gráfico con sobrada experiencia como para introducirnos en los vericuetos y las curiosidades del diseño y el negocio de webs porno, tal como nos cuenta en esta entrevista con la que conocer mejor qué hay detrás del vídeo de esa pareja que está follando en tu pantalla.

VICE: ¿Para qué tipo de empresas has trabajado?

Hellvira: Pero empresas que se dedicaban a ofrecer servicios a otras páginas. Ahora sí que se llevan las webs con nombres, pero hasta hace muy poco no era así, sino que estas empresas daban servicios al webmaster de turno, entendiendo por webmaster el chaval que saca dinero con el porno desde su casa colgando vídeos y creando tráfico, que es lo que ahora da dinero en Internet. Cuanto más tráfico generes, más dinero sacarás de publicidad, de enlaces, etc.

¿Tú consumes porno?

Sí, habitualmente.

¿Lo haces como aficionado o como profesional?

Como aficionado, totalmente. Como profesional lo veo poco porque como diseñador no hay mucho que rascar. Hay cosas que pueden ser interesantes a nivel gráfico, o gente que hace cosas algo más originales, pero lo habitual es que sea todo muy gonzo, muy a saco para mostrar a las chicas rápidamente, que se les vea todo y que todo sea muy básico para consumir rápido. Digamos que el diseño en el porno está bastante poco valorado.

Como profesional, ¿visitas webs para estar al tanto de lo que se hace por ahí o en esto está ya todo inventado?

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Diría que los profesionales de esto lo visitamos pero no para recrearte en el diseño, sino para estudiar los modelos de negocio a través del porno. Este es un producto que se consume mucho, y siempre se está buscando cómo venderlo mejor o cómo hacer que la gente te visite más. Gráficamente hay sitios que van intentando hacer cosas nuevas, llamar la atención de formas novedosas o buscar nuevos nichos que vayan más allá del anal, el bukkake y demás pero, por lo general, más que cómo ser un mejor artista gráfico, aquí se busca el cómo vender mejor el producto, porque realmente la gente lo consume ya sea bonito o feo. Puedes hacer que las chicas se vean mejor o peor, y ahí sí entra el factor diseño gráfico, pero poco más se puede aportar a ese nivel.

¿Qué te llevó a dedicarte a esto?

Yo vengo de Bellas Artes, estudié diseño gráfico y diseño web, pero acabé aquí de casualidad. Soy de un pueblo de Navarra, estudié en Cuenca y vine a Barcelona a trabajar; al llegar mandé el currículum a una empresa y en la entrevista me dijeron que lo que buscaban en realidad era un diseñador gráfico para 'el mercado de adultos', que es como lo llaman para no decir porno. Les gustó lo que hacía y, como yo tenía ningún inconveniente en dedicarme a ello, me contrataron. Estuve cinco años en esa empresa y después en otras dos.

¿Puedes dar los nombres de estas empresas?

Digamos que son marcas que se dedican a esto de puertas para adentro, y estoy seguro de que prefieren no ver sus nombres en una entrevista para un medio de comunicación.

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Siempre se ha dicho de los pasteleros que los primeros días de trabajo les dejaban comer pasteles hasta hartarse para poder aborrecerlos y trabajar sin distracciones, ¿pasa algo parecido con el porno?

Eso es lo que siempre me preguntan, y confieso que al principio sí que te da un poco de miedo y te preguntas si por el hecho de estar todo el día trabajando en esto te vas a cansar o a aburrir del sexo, o ya no vas a ver a las chicas igual… A mí no me ha pasado, no ha cambiado nada. Podría comerme uno o dos pasteles todos los días. (risas). Se da la circunstancia de que estás trabajando con un producto que se basa en chicos y chicas haciendo sexo, pero tú tienes que montar esas imágenes y darle un buen aspecto, y aunque hay días y días, como en todo, por lo general haces tu trabajo sin pararte a pensar mucho en lo que estás viendo, y cuando terminas vuelves a tu vida.

¿Hay mucho trabajo en el porno?

Lo hay, pero la situación profesional ha cambiado mucho en muy poco tiempo. El porno es como el pan, todo el mundo lo quiere, y de un tiempo a esta parte muchos aspectos que estaban muy profesionalizados y que poca gente sabía hacer ahora cualquiera puede hacerlos o aprender rápidamente cómo organizar una página web, cómo funciona Internet, cómo sacarle provecho al consumo de porno, etc. Esto está provocando que pequeños webmaster estén comiendo mucho terreno a las grandes corporaciones del mercado. Por eso muchas empresas han cerrado y a otras les cuesta invertir, porque han empezado a ganar menos dinero, aunque antes hubieran ganado muchísimo.

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¿Es un sector bien remunerado?

Yo he tenido suerte y sí he ganado dinero, pero sé que ahora se paga cada vez menos y que las empresas extranjeras pagan mejor que las españolas.

¿Hoy en día te puedes forrar diseñando webs porno?

Forrarte con una web porno ya no es tan fácil, y menos diseñándola. Lo que te puede hacer rico es buscar una estrategia de mercado novedosa. Volvemos al ejemplo del pan: no te vas a forrar vendiendo pan a no ser que encuentres una forma original de hacerlo. En el porno pasa lo mismo.

¿Cuánto se tarda en diseñar una web porno?

Tanto como diseñar una página web de cualquier otra cosa. Depende de lo que quiera el cliente, del tiempo que le quieran dedicar y sobre todo de lo que quieran pagar. Se puede tardar desde cinco días a dos meses, no hay un tiempo específico. Normalmente se intenta que todo sea rápido y se invierte más tiempo en lo referente a la promoción, que tiene que ser muy rápida porque el porno se consume muy rápido.

¿Cuál es la principal fuente de ingresos para una web porno?

Depende del modelo de negocio, y eso ha ido cambiando con el tiempo. La primera empresa para la que trabajé se dedicaba al dialer: entrabas a la página, ponías tu teléfono, descargabas e instalabas un programa y te aplicaban una tarifa por segundos a un precio muy alto. Con esto muchas empresas se forraron hasta que este procedimiento se ilegalizó en España por tratarse de malware invasivo. Después de eso se ganó mucho dinero con los mensajes SMS para descargar contenidos, y ahora se usa todo eso y muchos otros recursos. Por ejemplo, se genera mucho dinero con el tráfico, movimiento de visitantes de una web a otra, y ese trasbase de tráfico se puede basar en intercambios "tú me enlazas a mí y yo a ti" para conseguir que el cliente se descargue vídeos de pago de una u otra página; o mediante porcentajes de ventas de la típica publicidad para alargar penes. También hay un buen filón en las cámaras webs, pagando a una chica para poder mirar y que haga lo que le vayas diciendo… Las posibilidades de negocio son muchísimas.

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¿Cómo es el perfil del empresario dueño de una web porno, si es que hay un perfil que se repita?

Yo no he encontrado un perfil marcado, sino empresarios que se dedican a Internet y han visto un nicho de mercado que da mucho dinero. Pero a priori no se trata de gente especialmente aficionada al porno o actores del sector, simplemente gente que ha visto la oportunidad de explotarlo y lo han hecho a saco.

En cuanto al perfil del público, imagino que cada vez se afina más.

Cada vez hay que ser más específico y buscar el nicho de mercado que más llame la atención para que la gente vaya a tu web y no a la de la competencia. Es una cuestión de sentido común acorde a los tiempos que corren: si a mí me gustan las mujeres maduritas, el anal o las famosas, voy a ir a la web que se dedica a eso específicamente antes de estar buscando hasta encontrar lo que quiero en una web generalista.

¿Te han impuesto alguna línea roja que no se pudiera pasar en cuanto a contenidos?

El límite depende del mercado de cada país, y obviamente siempre se descarta cualquier contenido que pueda resultar punible por estar relacionado con niños o que sea muy violento. Todo esto se mira con lupa porque te puedes buscar un problema importante. Pero al margen de esto hay que medir según cada país, como decía. Hay ejemplos de mercados curiosos como el japonés, donde hay que pixelar los genitales, o el alemán, donde no les gusta nada consumir cosas que sean muy fuertes y sin embargo su industria genera los contenidos más hardcore de Europa en cuanto a escatología, fistfucking o cualquier otra cosa que sea muy bruta.

¿Has tenido que ver cosas que hubieras preferido no ver?

Hombre, encontrarte una súper almorrana que tienes que photoshopear o a una señora de noventa años haciendo ciertas cosas no es lo que más apetece mientras te tomas el café… (Risas) El truco está en pasarlo rápido y pensar que al fin y al cabo es parte de tu trabajo. He tenido que ver todo tipo de cosas coprófagas, escatológicas, vómitos, violencia que roza el snuff… Pero también lo he pasado muy bien y me he reído mucho.

@juanpholguera