MON LAFERTE
Fotografía: Mayra Ortiz.
Música

Mon Laferte y cómo construir desde las heridas

Una historia que va del regional mexicano hasta colaborar con la Trevi.

Mon Laferte es de esas artistas que te gustan y admiras demasiado o que no puedes escuchar ni aunque te paguen, con ella no hay medias tintas. Acostumbrada a estar en la mira del público ya sea por los elogios de quienes reconocen su valor artístico o por las constantes críticas a su estilo y catálogo musical tan versátil, además de su postura feminista, la chilena de nacimiento —y mexicana de corazón— encara una etapa desconocida en su carrera gracias al lanzamiento de su nuevo disco llamado Seis.

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Los sencillos “Que se sepa nuestro amor” con Alejandro Fernández y “Se me va a quemar el corazón” con La Arrolladora Banda El Limón de Rene Camacho sentaron la pauta alrededor de este álbum: su incursión en el regional mexicano. Sin embargo, lo que más ha dado de qué hablar hasta el momento no es el acercamiento de la artista chilena al género que está reclamando su trono en la industria musical latinoamericana, sino su polémica colaboración con la cantautora mexicana Gloria Trevi, que en un explosivo año 2000 fue acusada de delitos como rapto, corrupción, abuso y violación de menores. Debido a estas acusaciones pasó poco más de cuatro años en la cárcel, pero en 2004 fue absuelta y liberada por falta de pruebas.

Por eso era de esperarse que las críticas hacia la colaboración entre Mon y La Trevi salieran a la superficie. Por un lado, Mon siempre ha sido activa respecto a su postura política y feminista; por el otro, al estar envuelta en temas de trata de blancas, Gloria sería la antítesis de lo que Mon representa.

Para salir de dudas sobre el tema, además de hablar de feminismo y de los pormenores de su nuevo disco, nos conectamos vía Zoom con la chilena.

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Fotografía: Mayra Ortiz.

VICE: Mon, ¿cómo te sientes para darle cara a esta nueva etapa con Seis?

Mon Laferte: Estoy bien entusiasmada. Quiero que la gente escuche el álbum más que nunca, tengo ganas de ver los comentarios, cómo reciben las letras, la interpretación que le dan a cada canción; eso es algo que ahora me está emocionando mucho y que no sé si en otros álbumes me había pasado tanto. Antes, cuando hacía canciones no pensaba que habría mucha gente que iba a escucharlas y ahora sé que hay un público que está ahí y me encanta cuando toman una canción y la hacen suya, la cantan, la bailan, la dedican, le cambian la letra, no sé, todo eso me hace mucha ilusión.

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Pareces muy cómoda desenvolviéndote en diferentes géneros, ¿cómo lograste llegar a ese punto?

Empecé mi labor musical muy chiquita, cantando y tocando en bares, en la calle, en muchos sitios, entonces siempre toqué covers… y como era mi fuente de trabajo, y era la fuente de trabajo principal de mi familia que en ese momento éramos nomás tres: mi mamá, mi hermana y yo, decía que sí a todo. Si me preguntaban: “¿Puedes tocar esto?”, yo decía: “sí sí”, y ni sabía, pero me lo aprendía, entonces le agarré un cariño y aprendí a apreciar todo tipo de música. Cuando llega el momento de hacer mi propia música siento este entusiasmo y me acuerdo de que “me gusta esto”, “quisiera que fuera así”, “que fuera asá”, y lo hago; no sé si me va a salir bien o no, pero creo que como me siento cómoda y no lo hago desde el miedo, lo hago muy relajada, al final no sé… no siento que haya tanta diferencia. Por ejemplo, pienso que tengo un álbum súper bailable y hay un mambo que es medio trap y en este tengo mariachi y banda, pero no le veo como una distancia tan grande, siento que  igual es un poco lo mismo, no sé cómo explicarlo, pero a mí me hace todo el sentido. No se me hace ajeno ni nada.

Para este disco te acercaste a la música regional mexicana. De hecho traes varias rancheras, además de las colaboraciones con Alejandro Fernández y La Arrolladora, ¿cómo fue incursionar en estos géneros?

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La verdad es que fue todo porque me agarró la pandemia y yo vivo hace un par de años en Tepoz (Tepoztlán, pueblo mágico en México). He estado encerrada en casa, pero lo que más salía era a dar una vuelta al pueblo o al mercado de repente, y lo que se escucha en el pueblo es banda. Entonces iba al supercito de la esquina y era también la música que se oía, le prendía al radio en el carro y era lo que sonaba; yo funciono mucho de esa manera, como que hago lo que estoy oyendo. Si estoy con una banda así como que la estoy oyendo demasiado termino haciendo una música similar o inspirada, y creo que todos hacemos eso, todos tenemos una inspiración todo el rato y es como “agarra de aquí, de aquí, de aquí” y sale algo nuevo. Eso me pasó, tuvo mucho que ver donde estaba, estar en el pueblo todo el tiempo y claro, lo que veía el paisaje también tiene mucho que ver. Es cero ciudad en Tepoz, no hay ni OXXO ni cadenas de nada, ellos se rigen por usos y costumbres entonces no ves ni un logo ni una tienda, y eso me llevó a escribir el álbum, aunque no es completamente de regional, pero muchas de las canciones sí, entonces la mayoría tienen ese mood de pueblito.

En la era de la cancelación y opinionitis sin contexto, ¿llegaste a pensar que podrían tachar el material de apropiación cultural?

No, en ningún momento lo pensé. De hecho cuando lanzamos la primera canción… ahí me di cuenta de que a lo mejor alguien podría sentirse ofendido, porque como dices tú, ahora estamos en la era del ofendido, todo mundo se ofende o cancelamos por lo que sea, y dije: “¡Ay!, no va a faltar el que salga con que es apropiación cultural, pero fíjate que para mi sorpresa no fue así. O sea, hay muy pocas personas o muy pocos comentarios, por lo menos que yo haya visto, mencionando eso de la apropiación cultural.

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Para mí esto de la apropiación cultural… este término está obsoleto, porque ¿qué somos nosotros? Somos una mezcla, y luego ya somos la mezcla de la mezcla de la mezcla, entonces no sé.. yo soy migrante, imagínate, y llevo tantos años viviendo en México que de alguna manera tú también no sabes de donde eres, ¿no? “Si soy de acá”, “si soy de allá”, porque yo me siento súper chilena, ¡muy chilena!, pero también me siento muy mexicana, entonces creo que al final lo que nos construye es un poco de todo. Y con el acceso que tenemos a internet vemos al instante lo que pasa en cualquier parte del mundo, ya también somos muy pocos de todos lados, entonces no sé… para mí eso de la apropiación cultural no la comparto de nada.

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Meme sexista.

Por otro lado, ¿crees que en 2021 la gente por fin superó las comparaciones innecesarias entre artistas como tú, Carla Morrison, Ximena Sariñana o Natalia Lafourcade?

¿Sabes qué? En un principio ese tema nunca lo vi como serio, de hecho me cagaba de la risa porque eran como “Las Natalias”, la tatuada, la no sé qué, me acuerdo que en uno pusieron hasta a León (Larregui) y yo me cagaba de la risa, porque todos son mis amigos, no lo veía como algo serio, pero ahora como que lo pienso y digo: “Ay, qué cabrón, ay, muy graciosito, pero igual representa cómo nos ve la sociedad”. Por ejemplo, ya que se lleva a la realidad el trabajo que hacemos en… no sé tocar en un festival Vive Latino, por mencionar alguno: hay un cartel con un chingo de hombres y chingos de bandas todas iguales o muy similares en su estilo musical y bien poquitas mujeres. Alguna vez, me acuerdo… y de hecho fue para un Vive Latino, la primera vez que yo toqué… en el 2014 ¿o 13?, no me acuerdo… ¿o 15?, bueno no sé, pero me acuerdo que yo iba a tocar en la Carpa Intolerante y me dijeron “ya no vas a tocar”, y yo “¿por qué?”, “porque ya pusieron a una mujer, entonces ya no puedes tocar, y yo como… “okay, hay una mujer tocando, ¡qué chingón!, pero podemos tocar cinco mujeres y ¿cuál es el problema, si hay cinco bandas de bato? Entonces claro este “meme gracioso” es un poco de eso, porque así funciona: es súper machista ver que todas son cantantes mujeres, todas componen sus rolas, todas tocan un instrumento, entonces ¡ah! ya son la misma. Hoy lo veo y lo analizo y digo “ah, cabrón", pero en su momento me parecía gracioso.

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Te lo pregunto porque he visto que el público y los medios gozan con poner a las mujeres de la industria a competir. Y luego llegas tú en Seis con una colaboración inesperada y bastante comentada con una artista femenina: la Trevi. ¿Por qué ella?

¡Es súper chida! ¿Y sabes que me pasó? Que me di cuenta en estos días que hay un montón de mujeres y amigas que están en la música, por ejemplo… me escribió Marcela Viejo, me escribió la vocalista de Ruido Rosa, Ale Moreno, también he hablado con Sandra de Descartes a Kant, y muchas morras que hacen rock o están en el alternativo, que aman a Gloria y que hemos conversado, y todas hemos coincidido que fue muy cabrón lo que hizo ella. Yo crecí en los 90, me tocó en la adolescencia cuando fue su despegue, y era tan necesaria y tan diferente a todo lo que había, escribía sus letras y eran temas súper tabú en ese momento. Me acuerdo de “Virgen de las vírgenes”, de “Agárrate”, de “Hoy me iré de casa”, y ¡eran letras muy cabronas! nos marcó a toda una generación. Y ahorita que tuve la canción y me propuse la idea del video y todo, me acuerdo que le dije al equipo de trabajo y al director como… “oigan, quiero que todo esté lleno de clichés y quiero poner las letras en color de rosa y que salga una vagina pero que sea rosita y todos los estereotipos”, y el equipo así como asustado me preguntó “¿cómo crees que Gloria vaya a aceptar la invitación? No sé…” y yo pensaba “¡Qué hueva! Obvio va a decir que sí, ¡es Gloria Trevi!”. O sea, a ver… casi que por culpa de Gloria yo soy así, entonces todo me encantó porque obvio aceptó todo y propuso otras ideas súper chingonas. Es de las colaboraciones en las que más me he divertido, me la pasé muy bien.

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Algo que me llama la atención sobre este tema es que es una canción que tenías desde hace años, y le modificaste partes de la letra para finalmente presentarla al mundo con otro contexto. ¿Qué te impulsó a dar este paso?

¡S´í! me encanto hacer este cambio. Esa canción la hice en la época en que lancé el disco Vol. 1 y la verdad es que no quise seguir cantándola ni la quise grabar porque era muy autodestructiva, me recordaba a una etapa muy oscura. Todo mundo me decía ¿por qué no la tocas?, y yo decía que no porque no me sentía bien en ese momento; entonces cuando empecé a trabajar en el álbum el año pasado, revisé canciones antiguas para ver si a alguna le podía hacer algo y grabarla, y bueno… encontré “La mujer”. La leí y cuando la leí fue como “oh, qué mal estaba”, “¿por qué puse esto, esto y esto?”, entonces me pareció que es algo que nunca hago, porque siento que las canciones son así y así se tienen que quedar porque así nacieron, pero para mí es casi como un renacer, ¿sabes?, como… voy a cambiarle la letra a esta canción porque hoy me siento así, así y así; entonces con dos tres cositas que le cambié, ahora en vez de hacerme sentirme súper mal por lo que estaba viviendo siendo autodestructiva y también culpando a otras personas de mis errores, lo voy a hablar desde cómo me siento: bien. Eso quedó en el pasado y me encanta haber hecho este ejercicio.

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También siento que quedó muy bien con Gloria, porque es un ejemplo de chingona, de alguien que se levantó de la ceniza. La otra vez pensaba… “yo no sé si podría pasar por todo lo que ha vivido Gloria Trevi y después seguir queriendo hacer música”, creo que es muy fuerte ¿no? Entonces me encantan todos los significados que tiene la canción porque yo me siento muy bien ahora, estoy contenta, estoy sana mentalmente, o por lo menos mejor que hace algunos años atrás.

Finalmente, en el video vemos la representación de una vagina y eso me recordó una frase de la académica mexicana Sandra Escutia: “Ser mujer no nos hace ser feministas. Lo que nos une no es la vulva, sino la conciencia de esa construcción histórica”. ¿Qué opinas al respecto?

Comparto muchísimo las palabras de esa frase. Pensar que lo que nos une es la vulva deja a las mujeres trans fuera de la ecuación.

Más cuando siguen intentando decirnos qué es ser mujer, qué te hace ser mujer, cómo es ser mujer, cómo debe ser y pensar una mujer…

Eso es lo que me gustaría llevarme como estandarte en este momento de mi vida, que no hay una forma de ser mujer o de ser feminista, sino que hay muchas formas y que nadie nos puede decir precisamente cómo serlo. Justamente lo que no quiero yo es que alguien me diga cómo tengo que ser y ¡uy!, ahora con este video me lo han querido decir mucho: “¿Cómo es posible que una feminista invite a una mujer que hizo esto, esto y esto?”. Ahí nuevamente están diciéndome cómo debo de ser y cómo debo de actuar.

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