No hemos entrevistado a SECT

El otro día me di cuenta de que al final de mi calle han abierto una nueva tienda de discos. Esto es algo muy bueno y, a la vez, una mala noticia. Es bueno porque es un antídoto muy necesario a los dos hoteles de alto copete que han abierto en mi barrio en los últimos sies meses, y es malo porque significa que pronto voy a tener que irme a vivir a la copa de un árbol después de gastármelo todo en vinilo. A lo que íbamos: se llama Ultra Local Records, lleva abierta desde noviembre y, aunque puedes encontrar cosillas internacionales, la mayor parte de sus existencias la integran grupos de la escena nacional (de ahí el nombre, gillipollas)

Después de pasarme 40 minutos chafardeando mientras escuchaba a Def Con Dos, salí con un disco de un grupo llamado Sect. El chico de la tienda me había dicho, “¿No conoces a Sect? Son increíbles”, y tenía razón. Tras oírme el disco cinco veces seguidas los busqué en google, que por algo estamos en el siglo XXI, y me quedé atónito al descubrir que la única reseña había salido en un blog inglés. Es un poco deprimente ver cómo la prensa española pone por las nubes a grupos como Ice Age, Savages y (toses, gargajos) Holograms cuando hay bandas tocando punk compacto y vivaz con baterías a lo Siouxsie & the Banshees, solos llenos de chorus y una aguda voz femenina entre Dog Faced Hermans y Malaria!, en la puerta de al lado. (Por cierto, esas tres cosas en una canción me hacen sentir mejor que una combinación de la luz del sol, Kayden Cross y MDMA).

Les envié un mensaje diciéndoles lo bueno que me parecía el disco y que si querrían que les hiciera una entrevista. Al principio aceptaron, luego cambiaron de opinión. Bueno, supongo que están en su derecho. A ver, el disco enterito está disponible en su bandcamp, lo que significa que son más o menos coherentes con sus letras en Money. No parece que se sientan obligados a participar en el juego mediático. Y, si he de ser sincero, no esperaba que quisieran salir en una revista que se financia con la publicidad.

Pero luego me puse a pensar en mi propia ética, y aunque suena a cliché, la razón por la que me metí en el periodismo fue que hallar grupos que te hacen sentir especial, y compartirlos con otras personas que crees que también se sentirán especiales oyendo a esos grupos, es lo único que evita que la vida se convierta en un tedio interminable. Estoy bastante seguro de que por eso me pasé entre los 14 y los 21 años haciendo fanzines y mixtapes. Y también la razón de que trabaje aquí en VICE y no en el sector inmobiliario.

Supongo que todo esto se resume diciendo que quizá deberías pegarle una escucha a Sect. Y si te gusta y vives en Barcelona, pásate por Ultra Local Records y compra el disco en vinilo. Y si por casualidad Sect leen esto, que sepan que les deseo mucha suerte y que gracias por recordarme por qué estoy aquí. Ah, y que seréis bienvenidos en cualquier momento si os queréis pasar por mi árbol a saludar.